Adaptación contenida, pero apasionada a la vez, del clásico de Goethe, con actuaciones soberbias de Pierre Richard-Wilm y Annie Vernay, y una estética delicada que busca en todo momento retratar los sentimientos de los personajes. En relación a esto, y como hará también luego en “Carta De Una Desconocida” (1948), llega incluso a realizar cambios en la historia buscando romantizar los resultados.
Así, en aquella eliminará los detalles... (seguir leyendo)
Pedro Otero Serrano
Adaptación contenida, pero apasionada a la vez, del clásico de Goethe, con actuaciones soberbias de Pierre Richard-Wilm y Annie Vernay, y una estética delicada que busca en todo momento retratar los sentimientos de los personajes. En relación a esto, y como hará también luego en “Carta De Una Desconocida” (1948), llega incluso a realizar cambios en la historia buscando romantizar los resultados.
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