Frases célebres de Hasta que Llegó su Hora



Anda llévales un poco de agua, deja que te vean y si alguno de ellos te da un pequeño pellizco… tu haz como si nada, se lo han ganado.


No traemos un caballo para ti.... No, trajeron dos caballos de más...


Ya que pronuncias mi nombre...


¡Magnífico! ¡una iniciativa brillante!, ¿era necesario matarlos a todos?, te dije solamente que los asustaras. —El que muere se queda muy asustado.


Quizás mis armas le parezcan a usted muy simples, pero hacen agujeros lo bastante grandes para resolver los pequeños problemas.


Nadie vende el sueño de su vida.


¿Hay algo que no harías para salvar tu pellejo? ─ Nada, Frank.


La recompensa por Cheyenne es 5.000 dólares, ¿no? ─ Judas se contentó con 4.970 dólares menos.


Usted le ha salvado la vida. ─ No he dejado que lo maten, que no es lo mismo.


Me recuerdas mucho a mi madre. Era la zorra más grande de Alameda y la mujer que más valía del mundo. Quien quiera que haya sido mi padre fue un hombre feliz, durante una hora o un mes...


Es bastante alta la mortalidad entre tus amigos, Frank. Primero tres, ahora dos ...


Toca un poco y alegra a tu hermano.


Si te matara, creo que después me arrepentiría, ¿te gusta la vida?. También te gusta recibir las caricias de un hombre, ¿te gusta?, aunque sean las manos del hombre que mató a tu marido.


Cheyenne: - Podrías amasar una fortuna. Cientos de miles de dólares. Más que eso. Miles de miles -. Harmonica: - Eso son millones -. Cheyenne: - ¨Millones¨ Hmm -.


No solo sabe tocar. También sabe disparar.


Frank: - ¿Quién eres? -. Harmonica: - Jim Cooper...Chuck Jamblum... -. Frank: - Todos están muertos -. Harmonica: - Todos estaban vivos antes de encontrarte -.


Quién va a fiarse del que lleva cinturón y tirantes a la vez... sino se fía de sus propios pantalones.


- Hay una bañera llena al fondo. Tiene suerte. Sólo la han utilizado tres personas esta mañana. - ¿Por separado o juntas? - Se nota que usted es de buen vivir.


Mataré a quien sea, pero jamás a un niño. Sería como matar a un cura. Me refiero a uno católico.


A propósito, ¿conoces a un hombre que va por ahí tocando una armónica? Es alguien del que no te olvidarías. En vez de hablar, toca. Y cuando debe tocar, habla.