Frases célebres de RocknRolla



— Es maricón, le van los tíos. Todo el mundo lo sabe, ¡es trucha! Lo suyo son las salchichas y los huevos. — Pero, ¿qué coño estás diciendo? — Señor Uno Dos, hay algo que debería saber sobre nuestro Bob. ¿Quién crees que cuidó de tu madre antes de que palmara, cuando te calleron dos años? Porque no fui yo, y soy tu mejor colega. ¡No! Fue Bob. Le diré algo señor Uno Dos, si para ser la mitad de humano que Bob tuviera que convertirme en maricón, me lo pensaría. Tampoco mucho... pero un segundito, fijo.


Si perfeccionáis un guantazo como ese, los clientes no os ocultaran nada, lo dirán todo, os aseguro que largaran por un tubo, no hace falta ser muy violento, no, no, les transporta a su infancia.


Estoy muerto, Pete. ¿Eso no te dice nada? Te dice que los muertos no quieren compañía.


Londres, amigo mío, se está volviendo la capital financiera y cultural del mundo.


No puedo enseñarle cómo pelar un gato. Pero puedo decirle mucho acerca del dinero en ladrillos y cemento.


Es mi pintura de la suerte ¿le gusta?. Llévesela por un tiempo. Tal vez le traiga suerte.


No hay mejor escuela que la vieja escuela y yo soy el jodido maestro.


No tengo deseos de sonreír. Soy una contadora de treinta años, casada con un abogado homosexual. Yo te protejo y me quedo sin hijos, Bertie. Para un matrimonio de conveniencia, esto es muy inconveniente.


Bienvenidos al Speeler.


Cuando te metes a la cama con Leny, a él le gusta endulzar los tratos. Quiere que estés en primera fila, con un auto nuevo esperándote afuera.


Todo está en los detalles.


No me hubiera dado su pintura favorita si no estuviera hablando en serio.


Si puedes dar una bofetada como esa, tus clientes no te ocultarán nada. Será como abrir una fuente de palabras.


Si la cachetada no funciona, o los matas o les pagas pero guarda el recibo porque no somos de la mafia ¿de acuerdo?


Tanque es un mundo fortificado de información repugnante.


Aquí están un par de grandes para que sueltes algunas lenguas.


La Navidad siempre está a la vuelta de la esquina.


Los adictos, como les diría cualquier adicto, no son de confiar. Ellos toman lo que no les pertenece, no porque lo piensen sino porque son adictos.


Vender abrigos de piel en pleno verano no es nada peculiar en la mente de un adicto promedio.


Dicen que solo hay dos días en los que disfrutas un barco. El día que lo compras y el día que lo vendes.


No quiero a las desnudistas, Uno Dos. Te quiero a ti.


Puedes evaluar la cultura de un hombre cuando tiene un Whistler en la pared.


Nada se le escapa a un viejo Tanque, nada.


Ese adicto ha tenido más funerales que un sepultero.


Pero Mickey, tú eres el mánager y yo el rockero. Tú tienes el sombrero, ¿por qué no sacas algo de él?.


La droga es tu padre putativo.


Los rockeros así nunca mueren. Ellos solo se marchitan y me hacen sufrir.


Todo está en los ojos. ¡Me cago en los adictos!


¿Tú viste el cadáver? ¿Lo viste todo destrozado con la lengua hasta la barbilla y la verga en la mano colgado de una viga como un verdadero RocknRolla?


Puedo conseguir cualquier número. Trabajo con números ¿no?


Es una terrible visión y un horrible sonido, escuchar a un hombre chupar su alma por el agujero de una pipa, pero es aún peor cuando empieza a morir.


Las calles están vivas con el sonido del dolor.


La belleza es un atractivo llamado hacia la muerte y yo soy adicto al dulce sonido de su sirena.


Lo que empieza dulce, termina dulce. Y lo que empieza amargo, se endulza.


No hay mejor perro que un perro leal.