Ficha Codigo del Hampa

6.82 - Total: 4

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Codigo del Hampa (2)




Mad Warrior

  • 29 Mar 2018

8



Dos hombres trajeados y con gafas de sol se disponen a asesinar a otro, pero éste no intenta escapar, se queda inmóvil, esperando a que llegue su hora...
Así se inicia esta historia de muerte, traición, codicia y mucho dinero; cuarta adaptación del famoso relato de Ernest Hemingway, esta vez de la mano de un experto del género criminal, Don Siegel.

Como bien decíamos antes, dos tiparracos con pintas claramente sospechosas, Charlie y Lee, asesinos a sueldo de profesión, entran como si tal cosa en un centro para invidentes buscando a un hombre, un hombre al que matar, Johnny North. Según Charlie, todos aquellos que fueron apuntados por un arma sucumbieron al miedo e intentaron huir, sin embargo el objetivo de su último encargo se ha quedado quieto, suponiendo de algún modo que su hora iba a llegar...y eso es algo que Charlie no puede quitarse de la cabeza.
Así que, con esta cuestión tan trascendente sobre su conciencia, decide averiguar dos cosas: qué empuja a un hombre a quedarse como un dolmen ante una pistola y la identidad de quien les contrató, pues parece que han recibido mucho dinero por un trabajo tan fácil y eso le mosquea. Poco a poco, los asesinos irán descubriendo que el difunto Johnny fue un piloto de carreras metido en un cúmulo de problemas, cada uno más gordo que el anterior, por culpa de una mujer, en eso que buscan desesperadamente una gran suma de dinero.

El director Don Siegel comenzó su extensa carrera allá por 1.946 en el ámbito del cine negro con el que es, hoy por hoy, uno de los mejores títulos de su primera etapa, ¨El Veredicto¨; lo curioso es que aquel mismo año se le ofreció dirigir la primera de las versiones de la historia corta de Hemingway, y en ello estuvo...hasta que le despidieron. En su lugar Robert Siodmak se encargó de trasladar a la gran pantalla ¨The Killers¨ (conocida en España como ¨Forajidos¨), teniendo de protagonistas a un poderoso trío de actores, Burt Lancaster, Ava Gardner y Edmond OBrien, y llegando a convertirse en un auténtico clásico del suspense.
Dieciocho años y dos adaptaciones del relato más tarde (una de ellas de Tarkovsky), a Siegel le llegó por fin la oportunidad de dirigir ¨The Killers¨, cuando ya contaba con una buena filmografía a sus espaldas en la que se hallaban algunas pequeñas joyas del celuloide, tales como ¨La Invasión de los Ladrones de Cuerpos¨, ¨Contrabando¨ o ¨ ¨Baby Face¨ Nelson¨. Preparada para emitirse en televisión por la NBC, fue rechazada por su violento contenido, así que los de Universal la estrenaron en cines, ganando una notable recepción en taquilla y hasta un BAFTA para Lee Marvin.

Tanto el texto original como la versión del 46 difieren mucho de la realizada por Siegel; de estar ambientada en los años de la prohibición y los gangsters, como imaginó Hemingway, o tras la 2.ª Guerra Mundial, como ocurría en el film de Siodmak, el guionista Gene L. Coon moderniza la historia y nos cambia al veterano de guerra y boxeador en declive por un mecánico de clase media reciclado en piloto de carreras, como también se modifican hechos y personajes (la morena Kitty Collins ahora es rubia y se llama Sheila Farr), no obstante se mantiene lo esencial de la trama. El director, curtido en el ¨thriller¨, y más en el de criminales, ofrece una historia bien construida, la cual comienza como la clásica novela negra, con dos asesinos despiadados realizando un ¨encargo¨...inicio que influiría en posteriores films (¨Pulp Fiction¨, sin ir más lejos).
El personaje de Charlie comienza a cuestionarse por el trabajo y es entonces cuando la verdadera historia hace acto de presencia en forma de ¨flashback¨; con ese principio tan directo y violento luego parece que el ritmo desciende con lo del melodramático romance entre Johnny y Sheila, pero pronto empezamos a descubrir que la chica peligrosa es en realidad una mujer fatal con muy malas intenciones, lo que consigue enganchar al espectador. Mientras los asesinos prosiguen la búsqueda la trama se complica, desembocando todo en un muy inteligente ¨thriller¨ de acción y suspense seco, cínico, frenético y muy mordaz, con el inimitable estilo de Siegel.

Bien merecido que tuvo el BAFTA el señor Marvin, letal, como de costumbre, preparándose para su futuro personaje de ¨A Quemarropa¨. Dickinson jamás superó el carisma (ni la belleza) de la maravillosa Ava Gardner, pero realiza una más que correcta actuación, al igual que Cassevettes, que pese a su fantástica interpretación de North se queda a años luz del anterior Lunn, al que dio vida Lancaster. Vuelve Virginia Christine, que ya aparecía en la versión del 46, y el detalle más curioso: un Reagan en su última actuación antes de meterse en política (chocante, el último personaje que encarnó el futuro presidente de EE.UU. fue un criminal).
A pesar de que el producto se vea lastrado por el peso de esa primera versión, Siegel firma una gran película, llena de suspense, romance y acción, un preámbulo de los violentos ¨thrillers¨ de criminales que saldrían en la década de los 70 e influencia para directores como Michael Winner, Peckinpah, Eastwood o el más posterior Tarantino.



Me gusta (1) Reportar

bigladiesman

  • 5 Oct 2015

7


Pensada como un ambicioso telefilme, resultó tan fuerte para su época que se acabó por pasar al cine debido al exceso de violencia para la pequeña pantalla. El director Don Siegel, continuaba adelante en una carrera que lo convertiría en uno de los padres del moderno cine de acción, inspirándose en (más que adaptando) un pequeño cuento de Ernest Hemingway que ya había sido llevado a la pantalla en 1946.

Lee Marvin y Clu Gulager son Charlie y Lee, dos pérfidos y violentos asesinos profesionales. Cuando una de sus víctimas (John Cassavetes como el desdichado Johnny North) se deja matar casi por las buenas se dan cuenta que su jefe tiene un dineral, y deciden cobrarse un considerable extra para que Charlie pueda jubilarse a lo grande, reconstruyendo de paso mediente flashbacks una trama de estafas y robos en el mundo de las carreras de coches.
Co-protagoniza un reparto secundario de lujo con la bellísima Angie Dickinson, que tiene el mejor personaje de la película y hace una actuación acorde, erigiéndose en inesperada protagonista, Norman Fell o Claude Akins y “last but not least”, Ronald Reagan en su último papel antes de dedicarse a la política.

Aunque en términos generales esta película es considerada ligeramente inferior a la versión de 1946, esta ha logrado el estatus de peli de culto por dos motivos: el aire de serie B que le da a la película el haber estado pensada para la pequeña pantalla, la acción medio noir estilo añejo, medio road movie, la estética tremendamente sesentera y el hecho de que se dé el protagonismo a dos indeseables antihéroes. El amargo y violento guion es de Gene Coon, con el tiempo uno de los principales artífices de “Star Trek” junto a su tocayo Gene Roddenberry, y está basado enteramente en la versión de 1946 de este relato que realizó Anthony Veiller.

Técnicamente la película es sobria, haciendo hincapié en escenas automovilísticas, y cuenta con una banda sonora a cargo de un joven John Williams, con aportes de Henry Mancini (la música principal es una remezcla de piezas jazz que escribió para “Sed de mal”).

Una buena muestra del neo-noir que se iba gestando en Hollywood y que conoció su mejor momento a principio de los años 70, es una película entretenida y muy bien interpretada, sobre todo por Angie Dickinson, con una serie de elementos relativamente innovadores y una estética que deleitará a los fans del cine sesentero.



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 2


Escribir crítica