Otra aventura de la respuesta francesa a Bond, el OSS117 creado por el escritor Jean Bruce, esta vez con una baja importante: la del excelente director de películas de acción André Hunnebelle, que da un paso a un lado y actúa como productor.
El figurín ese de Frederick Stafford retoma eficientemente el papel del agente de la CIA de orígen galo Hubert Bonisseur de la Bath, y se le unen dos actrices que a la par de ser bellísimas eran aclamadas intérpretes: Marina Vlady (“Campanadas a medianoche”) y Jitsuko Yoshimura (la sensual y aterrada esposa infiel de “Onibaba”). Yoshimura resulta especialmente simpática; Vlady hace una actuación muy “francesa”, seria, serena y fría, quizá demasiado distante para este tipo de pelis que se supone son divertidas.
Terence Young, uno de los dos padres del estilo Bond junto a Guy Hamilton, ejerce como co-guionista junto al habitual Pierre Foucaud, y crean una historieta que es pura evasión y acción sesentera con muchos toques de humor, tan eficaz como sus predecesoras.
En el elemento técnico destaca un buen diseño de producción, lejos del mundo de lujo y boato de la saga Bond pero pero lo suficientemente pulido como para dar una convincente ambientación urbana a la acción sin renunciar a ese vacile al público que hace a los eurospies generalmente. Debo añadir que me ha parecido la película técnicamente más lograda de las que he visto en esta saga. Sin embargo, música me ha resultado bastante mala y machacona.
Otra vez la saga de OSS117 se muestra por encima de la media de los Eurospy continentales: puro entretenimiento hecho con seriedad (algo que es a veces bueno y a veces malo en este subgénero: aquí funciona) y supervisado por un héroe olvidado del cine de acción como fue Hunnebelle.
bigladiesman
7
Otra aventura de la respuesta francesa a Bond, el OSS117 creado por el escritor Jean Bruce, esta vez con una baja importante: la del excelente director de películas de acción André Hunnebelle, que da un paso a un lado y actúa como productor.
El figurín ese de Frederick Stafford retoma eficientemente el papel del agente de la CIA de orígen galo Hubert Bonisseur de la Bath, y se le unen dos actrices que a la par de ser bellísimas eran aclamadas intérpretes: Marina Vlady (“Campanadas a medianoche”) y Jitsuko Yoshimura (la sensual y aterrada esposa infiel de “Onibaba”). Yoshimura resulta especialmente simpática; Vlady hace una actuación muy “francesa”, seria, serena y fría, quizá demasiado distante para este tipo de pelis que se supone son divertidas.
Terence Young, uno de los dos padres del estilo Bond junto a Guy Hamilton, ejerce como co-guionista junto al habitual Pierre Foucaud, y crean una historieta que es pura evasión y acción sesentera con muchos toques de humor, tan eficaz como sus predecesoras.
En el elemento técnico destaca un buen diseño de producción, lejos del mundo de lujo y boato de la saga Bond pero pero lo suficientemente pulido como para dar una convincente ambientación urbana a la acción sin renunciar a ese vacile al público que hace a los eurospies generalmente. Debo añadir que me ha parecido la película técnicamente más lograda de las que he visto en esta saga. Sin embargo, música me ha resultado bastante mala y machacona.
Otra vez la saga de OSS117 se muestra por encima de la media de los Eurospy continentales: puro entretenimiento hecho con seriedad (algo que es a veces bueno y a veces malo en este subgénero: aquí funciona) y supervisado por un héroe olvidado del cine de acción como fue Hunnebelle.
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