Me ha encantado! Clásico de 1967 sumamente entretenido el cuál no aburre en ningún momento. Sus dos horas y media se pasan sumamente rápido por lo que puedo decir que la cinta cumplió con su objetivo: entretener.
Tiene muchos personajes y todos están perfectamente delineados (además de bien interpretados). Siento que, con el tiempo, seguiré recordando, por lo menos, a siete de los doce.
La estética no es gran cosa, algo típico de la época, pero como la cinta no es del todo seria no molesta.
Sumamente recomendable!
Nihilista clásico del cine de acción dirigido con un Robert Aldrich en estado de gracia: 12 criminales de guerra en una excitante operación terrorista contra intereses nazis. Y entre medio se logran unas caracterizaciones estupendas.
Reparto muy de lujo y muy machote: Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes, Telly Savalas, Jim Brown, Donald Sutherland, Trini López, Ernest Borgnine, Robert Ryan (sale poco y es una pena, porque es un actor que me chifla), George Kennedy... De este grupo yo destacaría a Lee Marvin con su poco ortodoxo pero sabio Mayor Reisman, que se va ganando el respeto de ese pelotón deficiente; John Cassavetes como el carismático, chiflado e indomable ex-gángster Franko, quizá el personaje con más atractivo de la película (se ganó una nominación a un Oscar); Charles Bronson haciendo de Charles Bronson con su Wladislaw, formando con Marvin un tremendo dúo mataboches en el clímax, y, por supuesto, a Telly Savalas como el integrista católico Maggott, un ser que es más que un loco peligrosp: es la encarnación de la maldad humana en estado puro (Savalas era psicólogo de carrera y estoy convencido de que aplicó sus conocimientos al personaje).
Esta película, además, supuso la consagración mundial de Donald Sutherland y de Jim Brown (en el cine, claro: el entonces ya considerado mejor jugador de la historia del fútbol americano no era precisamente un don nadie).
Robert Aldrich sabe a lo que va y lo ejecuta con mano maestra. El veterano Nunnally Johnson y el guionista habitual de Aldrich Lukas Heller escriben a partir de una novela esta película que ha dado mucho que hablar por el antes nombrado aire nihilista. No glorifica para nada la guerra: los “buenos” no son héroes, sino máquinas de matar, mostrando en el clímax una fría crueldad (la realidad de lo que son los grupos militares de élite) y se evita el drama innecesario. Pero, conectado al tema del drama, tampoco es un manifiesto pacifista; no hay tiempo para ello: todo lo que vemos es acción trepidante y divertida. Hay incluso chistes malos.
A nivel técnico lo más destacable para un espectador medio (el sonido ganó un Oscar, pero hay que ser muy experto para apreciarlo y yo no lo soy) es el montaje del habitual de Aldrich Michael Luciano: pausado en el entrenamiento y rápido y trepidante en el clímax, es básico para entender el éxito de la película. El falso chateau francés se construyó en Inglaterra con auténtico material de construcción, nada de cartón piedra (dio algunos dolores de cabeza al equipo), lo que tiene un enorme mérito.
Obra capital del cine de acción (más que del bélico, que también). Magistralmente dirigida, muy bien interpretada, tensa, excitante, divertida... Para qué decir más. ¿Os animáis a verla?
Robert Aldrich es uno de los mejores directores de la historia del cine de EEUU. “Los doce del patíbulo”, basada en la novela de E. M. Nathason, es la película bélica más recordada de Aldrich, fue un rotundo éxito de taquilla (las ganancias le permitieron vivir cómodamente el resto de su vida al director) y se ha convertido en un clásico, con sobra de méritos.
La trama reivindica a una docena de soldados convictos (la mayoría psicópatas y antisoclales, condenados a muerte por haber cometido los peores delitos: violación, asesinato a sangre fría, etc), a quienes se les da la oportunidad de conmutar su pena, si logran llevar a cabo una peligrosísima misión en territorio alemán.
Humor, camaradería, suspenso, acción, una mirada crítica a la jerarquía y la oficialidad, (inolvidable la escena en que la “inmunda docena” se burla del oficial remilgado), y un reparto de lujo (desde el rudo Lee Marvin, como el capitán John Reisman, hasta Donald Sutherland, aportando una buena dosis de humor), para una película que nos recuerda que el hombre siempre puede alcanzar la redención, en este caso, a través del sacrifico y el heroísmo.
Excepcional film lleno de actores conocidos de la época en estas lides, que más allá de sus toques bélicos y grandes escenas de acción sobretodo en su desenlace final, sirve como muestra del compañerismo de un grupo de hombres en busca de un film común y de como la coordinación lo era todo en los asuntos de guerra.
Las escenas de guerra están más que conseguidas con sus tiroteos y sus vehículos de guerra y la atmósfera de gran film militar lo inunda todo viendo como se instruye a los declarados culpables. Actores como Robert Ryan, Lee Marvin o Charles Bronson estuvieron a la altura de este gran clásico y como no podía ser de otra manera el último se mantuvo vivo, como siempre conseguía en sus films en solitario.
Un clásico inolvidable donde la unión hizo la fuerza y el largo metraje nunca cansa al espectador.
Críticas: 5
TANO
8
Muy buena película bélica que se aleja de la típica historia en el campo de batalla para ofrecernos una misión secreta de un comando especial, aunque para eso hay que esperar bastante, primero se nos cuenta toda la historia de como eligen a ese ¨comando especial¨, y toda su instrucción, que es, sin duda, lo mejor de la película.
12 condenados a muerte o a pasar el resto de su vida en prisión son entrenados para convertirse en un grupo de élite para una misión prácticamente suicida.
12 hombres, cada uno con una forma de ser difícil, entrenados por un coronel bastante especial.
Toda la primera mitad de la película es entretenida y bastante divertida, vamos viendo como de unos delincuentes, se van formando muy buenos guerreros, y tiene partes que molan bastante. Lo mejor, sin duda, el ¨juego de guerra¨ que tienen que ganar para no volver a prisión, realmente desternillante la que lían.
La parte final, la verdadera misión, es pura tensión, y bastante dura, donde sabes que van a caer unos cuantos de los personajes a los que le habías cogido cariño.
Una película con muchísima acción, bastante humor, y, por desgracia, algo de exaltación del espíritu americano (que siempre es un coñazo). Digna de verse.
Me gusta (0) Reportar