Ficha Duro de Pelar

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Críticas de Duro de Pelar (4)




Mad Warrior

  • 17 Jun 2020

6



Un hombre duro, cabezota y peleón recorre las solitarias y polvorientas carreteras de EE.UU. en busca de algo más que el triunfo material o profesional.
Él va tras la mujer que ama. Será un viaje en el que descubrirá que quizás no es tan duro como siempre creyó...

Si se pudiera definir con una palabra la primera etapa de la carrera de Clint Eastwood, sobre todo la que concierne al paso de la década de los 70 a la de los 80, sería la de “irregular”, aunque también le valdría “ecléctica”. Y es que para los que hayan conocido al Eastwood más grave y actual resultará cuando menos extraño toparse con una primera fase donde primaba la experimentación y el afán por probar todo género que se pudiera; a finales de los 70 ya era director de pleno derecho gracias a títulos tan memorables como “El Fuera de la Ley”, con el que se estableció una imagen mítica y desmitificadora más allá de la que le habían impuesto los críticos y el público.
La violencia, la dureza, el cinismo y una visión implacable de la Norteamérica de la época definían su estilo característico, hasta que el actor/director decidió subvertir este orden creando un universo alternativo que, sin querer, sería representativo de su filmografía venidera, y ese paso lo daría con “Every Which Way but Loose”, proyecto que su guionista, Jeremy J. Kronsberg, ya había visto rechazado en multitud de productoras hasta que por casualidad cayera en las manos de un Eastwood recién salido de su sexta experiencia a la dirección, la no menos mítica “Ruta Suicida”, robándole así el papel a Burt Reynolds.

Y cediéndole la realización a su colaborador James Fargo, quien ya le había “dirigido” (todos sabemos que, independientemente de quien se halle tras la cámara, es Eastwood quien toma las decisiones) en la tercera entrega de las aventuras del inspector Harry Callahan. La historia se inicia, una vez más, desde el aire, pero no en el escenario de una gran ciudad, sino de una carretera que atraviesa un paisaje bastante rural y primitivo, secuencia convenientemente acompañada por el tema de Eddie Rabbitt que da nombre y alma a la película.
Será en la carretera donde todo empiece y donde todo termine, un escenario único para el Clint de esta nueva etapa, que aquí se mete en la piel de Philo Beddoe, un camionero de profesión amante de la cerverza, las mujeres guapas y la música “country” que usa sus puños en peleas clandestinas donde poder ganar algo de dinero; a su vera, su buen amigo y socio Orville, la quejicosa madre de éste y un cariñoso y muy jaranero orangután llamado Clyde, con el que se identifica en espíritu. Sólo el principio puede servirnos para obtener una descripción fidedigna de Philo, pero como se nos demostrará más adelante las apariencias engañan, y mucho en el caso de Eastwood.

Mientras el protagonista se sirve de su fuerza física para obtener el bien material demuestra ser un desastre en los bienes amorosos, ya que muy en el fondo, bajo sus rígidos bíceps, se esconde alguien inseguro, temeroso y débil emocionalmente, el típico hombre capaz de dejarse manipular por una mujer; esa mujer, instigadora de todas las desgracias que van a desatarse, resulta ser una aspirante a cantante de éxito llamada Lynn, quien mantendrá lo más alejado a un romance con Philo, quien, tras perderle la pista, la seguirá a lo largo y ancho del país con la esperanza de encontrarla.
Es el viaje el objeto de ésta y futuras obras del actor/director, un viaje bien de descubrimiento, reencuentro, bien de muerte y resurrección, ya iniciado en “El Fuera de la Ley” y que continuará en “Bronco Billy” y “El Aventurero de Medianoche”; sin embargo aquí asistimos a un viaje cuyo final, que ya sabíamos antes de que comenzara, se averigua amargo y triste, logrando así que nos sintamos tan identificados con Philo. De fondo, distintos personajes con los que Eastwood (que no Fargo, quien está ahí sólo para sostener la cámara) dibuja un universo en sí mismo, entrañable, pintoresca y rural visión de la sociedad asentada en la América profunda.

De ésta, de algún modo u otro y gracias a los imposibles seres que la habitan, nace una pequeña gran comunidad a la que uno desea pertenecer, con lo bueno y lo malo que arrastre. En esta América imaginada los hombres son tipos duros por fuera con el corazón más blando que un flan y las supuestamente inocentes damas son zorras calculadoras con mucho aplomo y gran destreza con las armas, todo lo contrario que los patéticos e inútiles policías; por otra parte, los delincuentes de la sociedad son cobardes presa de la continua desgracia, perfecta imagen encarnada en esa pobre banda de motoristas (bufonesca parodia de los Hells Angels).
Es un mundo de trabajadores, cerveza, “country”, golpes y amores traicioneros, de oscuros pubs, sucios moteles de carretera, frondosos bosques, interminables y polvorientos caminos e inmensos lagos en donde perderse y ahogar las penas, un mundo donde los que caen son olvidados y despreciados y los que continúan peleando son recordados y aplaudidos. Ese es el Oeste, melancólico, cínico y divertido que se genera desde la nueva óptica “eastwoodiana”; no obstante el film no desea moverse por los terrenos del drama, sino del humor, por lo que el equilibrio entre uno y otro es desde luego irregular, tanto que llega un punto en que no se sabrá por cual inclinarse. Y es que, con todos sus pesares a cuestas, Philo (y su álter-ego) intenta salir del paso, sonreír, conformarse con la familia que tiene y proseguir su viaje, infatigable.

El amigo Clint no precisa de esfuerzo para lograr nuestra simpatía con una actuación de lo más risueña y desenfadada, parodiando a los antihéroes más duros de su cine (impagable la referencia a “El Bueno, el Feo y el Malo”), así como esa genial Ruth Gordon, la preciosa Beverly DAngelo o Geoffrey Lewis, quienes encabezan un reparto lleno de buenos amigos del actor, como Bill McKinney, John Quade, William OConnell o Gregory Walcott, completado por el gracioso orangután Manis, quien forma un dúo atípico e inolvidable con Eastwood; la comunidad adquiere así un significado real y honesto...
Comunidad que sin embargo quiebra por todas partes una Sondra Locke de lo más desquiciante en uno de los papeles más repulsivos de toda su carrera, y con el que presagiará su triste final con Eastwood en la vida privada. Con varios guiños a los clásicos del humor (Keaton, Chaplin, Lloyd...) y una banda sonora cuajada de añejas canciones “country”, Eastwood y su acólito Fargo lograron uno de los mayores éxitos de taquilla de 1.978, y todo pese al aluvión de malas críticas que recibió su obra, un puente entre las primeras del actor/director y la siguiente década bastante denostada con el tiempo por hallarse entre dos títulos de altura como “Ruta Suicida” y “Fuga de Alcatraz”.

Pese a sus fallos y estructura irregular, “Every Which Way but Loose” no deja de ser un paso importante para entender la evolución del cine de Eastwood en aquellos tiempos. Dos años después llegaría una secuela bastante pobre que no merece la pena recordar...



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ExFox12

  • 20 Oct 2012

5


Desde luego no es para tanto. Clint Eastwood interpretando el papel que se le da bien (el de tipo duro, solo que esta vez con un toque gracioso) encarnando un personaje que gana todas las peleas. La película es una comedia de mamporros, con personajes, situaciones y diálogos que buscan la carcajada fácil y lo consiguen en algún punto.

Pero no hay más. La duración es totalmente excesiva teniendo en cuenta que esto se puede resumir en ¨una de puñetazos¨, y por tanto se puede hacer cansina (hay partes que sobran claramente). Entretenida y visible, eso sí.



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NoFear

  • 19 Jul 2012

7


Uno de los clásicos más entrañables en la filmografía de Eastwood fue esta exitosa película de género que entremezclaba perfectamente lo que ha formado su carrera cinematográfica: Cine de acción, con notas de humor, personaje perdedor pero un campeón como tipo duro y en lo moral, pero sobre todo una divertida capacidad para mezclar subtramas y géneros, logrando divertir sin cargar al espectador.

Un film muy entretenido que además contaba con la presencia cómica de un orangután y varios personajes secundarios que hacían de la película un entretenimiento muy disfrutable para todos los públicos.



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Mad Warrior

  • 13 Dec 2010

9


Una de las mejores películas de Eastwood.Bastante disparatada y muy bien interpretada que la convierte en un clásico.



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Críticas: 4


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