Ficha El Pianista

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Críticas de El Pianista (14)




Parnaso

  • 26 Sep 2022

7



Película cuyo argumento giraba entorno a un judío austriaco cuya profesión era el de pianista y que los nazis levantaban un muro para separar a las gentes y crear un gueto cuyos prisioneros iban a parar a una fundición de la cual nadie salía vivo. En eso unos de los judíos que servían de mano trabajadora a los malnazidos, contaba que de medio millón de reos que fueran deportados al infierno, solo quedaron ilesos sesenta mil, lo que hizo recorrerme escalofríos por todos los puntos del cuerpo. Luego el protagonista que había visto a su padre empujados al tren del infierno, huía del lugar para refugiarse en la casa de una amiga, cuyo marido hízome recelar de él, pues su semblante era serio y movía los hilos con frialdad tal que parecía esconder opuestas intenciones, del cual salía despavorido a una ruinas en la cual un comandante nazi que ayudaba salvando a los polacos judíos, lo pillaba ¨in fragantti¨ y al punto le hacia tocar el piano de forma que perdonaba su vida.

Basada en hechos reales, la cinta alberga buenos planos, escenas crueles que retratan la realidad de la cruenta guerra y la zozobra que las víctimas hubieron de sentir en todo momento. Yo, he de decir, hubiérame cagado encima dejando los fondillos perdidos de sentir en mis barbas una sola mirada gélida e inquisidora de cualquier nazi, y en consecuencia, hubiera finado infartado.



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DE NIRO

  • 8 Feb 2021

10


Una joya fílmica de todos los tiempos que relata la vida real de un pianista polaco, que en su mejor momento artístico(que estaba por tocar en varios escenarios) se desata la guerra y la invasión de los nazis le truncó esa posibilidad, las escenas son muy crudas y se palpa la deshumanizacion a cada paso, el desalojo de sus casas con brutalidad, la separación de su familia, la falta de recursos para sobrevivir etc, me encantó la ambientación, el vestuario y la banda de sonido, lo que me pareció excesivo es la duración de casi dos horas y media, pero eso queda totalmente compensado con la genial actuación de Adrien Brody, un lujo sinceramente.



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[email protected]

  • 21 Jun 2020

7


Me ha gustado pero tampoco me ha parecido una obra maestra ni mucho menos.
Entretiene y hace reflexionar un poco sobre el mal del nazismo pero, lo poco que cuenta, ya lo sabemos casi todos (no la historia en particular, la cual es mínima; se podría haber contado en una hora menos).
Tiene excelentes actuaciones por parte del todo el elenco pero, el actor protagonista Adrien Brody, no me gusta demasiado como actor. No está mal pero a mí, personalmente, no me transmite demasiado.
Es bastante cruda por momentos, lo cuál está bien para demostrar el horror que se vivía en aquellos tiempos.
Los efectos son excelentes y está muy bien ambientada.
Algo que me llamo la atención es que en ningún momento aparece ni nombran a Hitler.
En términos generales, recomendable!



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mahotsukai

  • 2 Oct 2019

10



Aclamado drama ambientado en los horrores del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial, dirigida por Roman Polanski, ganador de una decena de premios entre Óscares, Césares, Cannes, BAFTA y Orly.

Wladyslaw Szpilman es un prestigioso pianista judío polaco, que va cómo todo su mundo se viene abajo tras la invasión nazi a Polonia y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Violentado una y otra vez por los nazis, él y su familia intentarán sobrevivir hasta que llegará el inevitable momento en que se separen.

Al escuchar el nombre de Polanski, lo primero que el espectador promedio pensará será en palabras como “controversia”, en especial por su bullado caso de relaciones ilícitas con menores de edad con Samantha Geimer, y “fatalidad” por el asesinato de su esposa Sharon Tate, a manos del maniático Charles Manson y “La Familia”, pero pocos relacionaran al director de “Chinatown” (1974) con “sufrimiento”. Y éste se remonta a sus orígenes judíos y el horror que experimentó en carne propia siendo un niño, cuando perdió a su madre en el campo de exterminio de Auschwitz y la separación con su padre, quien sobrevivió al campo de exterminio de Mauthausen-Gusen, mientras sobrevivía al ghetto de Cracovia, pedía limosna en la calle y, finalmente, lograba escapar de los nazis haciéndose pasar por hijo de alemanes.

Ciertamente, la pregunta que se viene a la mente es por qué Polanski no tocó este delicado y personal tema sino hasta principios de este siglo. Y la respuesta parece obvia, porque es probable que el director de “El Bebé de Rosemary” (1968) recién encontrara pasados los 60 años el momento idóneo, maduro y reflexivo para recrear en pantalla los horrores que al mismo le tocó vivir.

Basada en las memorias del verdadero pianista, escritas en 1945 bajo el nombre de “Śmierć Miasta” (Muerte de una ciudad) y publicadas recién en 1998, éstas fueron guionizadas por Ronald Harwood (“The Dresser”, 1983), obteniendo el Óscar al mejor guión adaptado. Y desde un principio, Polanski y Harwood dejan en claro que la propuesta “europea” del drama del holocausto judío se diferenciaría de la “estadounidense” de Steven Spielberg desde el guión.

Es cierto que las películas que recrean el drama de la guerra terminan por despertar la sensibilidad y la conmoción en el espectador, sin embargo, ello depende también de la habilidad del director no hacer un mero melodrama. Es el caso de “La Lista de Schindler” (1993), pero mayormente “El Pianista” (2002).

Y es que las comparaciones siempre son odiosas pero necesarias, al final de cuentas. El guión de Steven Zaillian (“Gangs of New York”, 2002) para “La Lista de Schindler” (1993) propone una gran tragedia colectiva y el surgimiento de un milagro de supervivencia y en donde destacan en conjunto tres personajes, el amoral que toma consciencia progresivamente del horror y su rol en él, su contador judío que representa al grupo que él quiere ayudar y, finalmente, el monstruoso militar nazi cuya animalidad lo hace destacar de otros perversos como él. Y por su parte, Harwood propone un drama personal de un artista que de la noche a la mañana ve como su vida se convierte en un infierno, haciendo hincapié en su aterradora soledad y, al mismo tiempo, el riesgo constante de perder la vida en cualquier segundo. Así es, porque lo de la propuesta de Polanski radica en que la vida es algo tan volátil y susceptible a perderse que uno nunca sabrá qué pasará en los próximos dos o tres minutos.

Y ésta sensación de fragilidad de la vida es lo que Polanski expone de forma dramática desde el inicio, y que le resta afortunadamente esa aura a Hollywood al film, cuando vemos a Szpilman interrumpido mientras toca el piano para la radio por explosiones y balazos y su familia posteriormente no tomando la seriedad de los hechos que empiezan a desencadenarse y que terminarán muy mal para ellos. Es esa insconsciente manera de ver la fragilidad de la vida, la que el director de “Repulsión” (1965) enrostra al espectador.

Sin embargo, el film se centrará en un hombre, cuya descomposición racional y física, está brillantemente expuesta por Polanski, desde su burbuja personal, la música, hasta el instinto de supervivencia que aflorará al final. Al principio, el personaje de Szpilman parece un espectador de este horror tan inverosímil, de ahí que se note más que espantado, ausente mas no indiferente, en especial cuando observa que los sucesivos decretos nazis van destruyendo limitando y degradando la unión de su familia, que termina enfrentándose, como por ejemplo, las discusiones entre su padre y su madre y su enfrentamiento con su hermano. Así, la limitación del dinero para gastar, la obligación de llevar brazaletes que los identifiquen y la obligación de tener un permiso para trabajar, se transforman en factores detonantes en una familia que ya está consciente del horror que empiezan a vivir.

Pero ya inmerso en el horror, del cual logra a penas sobrevivir por la ayuda de quienes lo admiran, Szpilman termina por darse cuenta que la música no le sirve para nada. La burbuja se rompe y el músico entiende que si quiere sobrevivir a este infierno tendrá que desvirtuarse como artista y buscar donde no hay nada. Aún así, se aferra a ella (la música) como fuente de una fuerza mental sobrehumana, reflejada en aquellas conmovedoras escenas en las que oculto en departamentos y casas y estando frente a un piano, imagina tocarlo, escapando unos meros segundos de ese horror quie no para y que durará casi 6 años.

Otro de los elementos del guión dignos de destacar es la propuesta de Polanski de hacer del horror algo no especial, algo escalofriantemente cotidiano, que hace que en ningún momento el ritmo del film decaiga a pesar de su extensión, y que demuestra la maestría de Polanski para mantener al espectador en vilo, shockeado y enganchado, no así por el morbo que este tipo de films termina por levantar, sino por la posibilidad de ver un final relativamente feliz, una posibilidad honestamente remota, claro está.

Finalmente, algo que ya había comentado, se agradece el enfoque polanskiano de presentar la misericordia y la solidaridad como algo universal, graficado evidentemente en quienes ayudan a Szpilman a esconderse y sobrevivir, como Janina y Andrezj, Marek, Dorotha y Michal, y Atek, pero aunque breve es potente la figura del Capitán nazi Hosenfield, cuya ayuda resultará vital para que Szpilman sobreviva. De esta forna, incluso en la monstruosidad ideológica del nazismo, habrá una mente racional que actuará de una manera inesperada.

Se debe mencionar también el esfuerzo técnico encabezado por Wieslawa Chojkowska y Gabriele Wolff para recrear el ghetto de Varsovia, en el barrio de Praga-Pólnoc de la ciudad. También, se utilizaron viejos barracones soviéticos para recrear la ciudad en ruinas, todo en los Estudios Babelsberg de Alemania, y cuyas conmovedoras escenas fueron capturadas por la belleza de la fotografía de Pawel Edelman, contrariándola con la desolación, el horror y la muerte.

También se rodaron escenas en Potsdam, en una vieja casa, en la escena en la que Szpilman conoce al Capitán nazi Hosenfield; y un hospital abandonado del ejército soviético en Beeltiz, siempre en Alemania y en donde se supone que estuvo el mismísimo Hitler convaleciente en la Primera Guerra Mundial, en donde se filmaron las escenas en las que los nazis destruyen el hospital.

Los acordes del inmortal Fryderyk Chopin y la conmovedora partitura de Wojciech Kilar (“Bram Stocker’s Dracula”, 1992; “”La Novena Puerta”, 1999), contextualizan la dramática historia de Szpilman, en donde el músico polaco hace gala de su habilidad para crear melodías románticas y nostálgicas en base a bajos y violencelos.

“El Pianista” (2002) es la gran película que es, en gran medida, por la tremenda actuación de Adrien Brody (“King Kong”, 2005; “Medianoche en París”, 2011) en el protagónico, como el pianista acomodado que pasa de la incredulidad a la ausencia mental en el infierno al que le ha tocado descender y donde será su música lo que evita que la demencia se apodere de él. No sólo con la apariencia física delgada y demacrada, fortalecida con el maquillaje de Didier Lavergne, sino con el cuadro psicológico en degradación que Brody regala en el film.

En reparto secundario cuenta con actuaciones sólidas del alemán Thomas Kretschmann (“La Caída”, 2004; “King Kong”, 2005) como el Capitán nazi WIlm Hosenfeld; el experimentado Frank Finlay (“Otelo”, 1965; “Count Dracula”, 1977; “Lifeforce”, 1985) como el padre de Szpilman; y Maureen Lipman (“Metamorfosis”, 2012) como la madre del pianista. También, encontramos a Emilia Fox (“El retrato de Dorian Gray”, 2009) como Dorotha, una de las principales colaboradores del músico judío en sus peores momentos.

En resumen, una excelente, inteligente y cruda visión personalista de los horrores de la guerra según Roman Polanski, cuyo mayor mérito es la exposición de la desolación y la muerte rondando como algo tan normal y cotidiano que eriza la piel.

https://cineramica.blogspot.com/



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Mad Warrior

  • 12 Dec 2018

9



Hay olor a pólvora en el aire, los cadáveres forman grotescos cuadros sobre el empedrado asfalto, los muros se levantan impasibles, suena el repiquetear de las botas marchando en formación, irascibles rugidos alemanes hacen temblar los huesos de aquellos que escuchan.
Mientras tanto, un hombre permanece escondido, rezando por su salvación, siempre alerta pero ausente en cierto modo. En su cabeza no se oyen gritos, disparos o lamentos...sino bellísimas sonatas interpretadas en piano.

Ese hombre se llama Wladyslaw Szpilman, es ni más ni menos que uno de los mejores pianistas del Mundo y todos le conocen por su dedicación y talento, sin embargo, todo cambiará para él cuando el ejército alemán nacionalsocialista invada Polonia en Septiembre de 1.939. De tocar canciones para la radio pasa a formar parte, junto a su familia, de esos grupos compuestos por polacos de ascendencia judía que son trasladados a un gueto para ser apartados de los demás ciudadanos; la segregación por parte de los teutones es despiadada y nadie parece estar a salvo.
En Agosto de 1.942, mientras los judíos montan en un tren con destino a Treblinka, Szpilman es ayudado por un policía al que conoce, separándose, así, de su familia. Durante días, semanas y meses, al pianista no le queda más remedio que llevar una vida furtiva y clandestina, ocultándose gracias a la ayuda de buenos camaradas y esperando a que el ejército alemán caiga ante el ataque de los aliados al tiempo que la ciudad va reduciéndose a un puñado de escombros...

Tenía unos 15 años, estaba en 2.º de E.S.O.. Mi profesora de música trajo esa mañana un DVD con una portada del todo descorazonadora (una silueta se encontraba de pie en mitad de una calle en ruinas), en la que arriba que se podía leer ¨El Pianista¨ en letras grandes. No puedo describir el espectáculo tan desagradable y doloroso al que fuimos sometidos aquel día, tampoco sé por qué, de entre todos los musicales que hay en la Historia del cine, mi maestra tuvo que elegir esa película...el caso es que cuando terminó, salimos de clase como con un nudo en el estómago.
Ciertamente, la experiencia de Wladyslaw Szpilman encoge el alma a cualquiera. Con sólo 28 años el magnífico pianista se vio expuesto a una carnicería de colosales proporciones, que fue precisamente lo que se vivía en las calles de la Varsovia durante la ocupación alemana; su historia, la de un hombre que siguió en pie, que sobrevivió en el infierno, merecía contarse, y eso hizo en sus memorias, las cuales se vieron publicadas en 1.946. El libro vio su adaptación al cine en 1.950 de la mano del director Jerzy Zarzycki, aunque los censores del Gobierno Comunista dieron fuertes cambios al guión.

Dos años después de la muerte de Szpilman, sería el franco-polaco Roman Polanski, tomando el guión de Ronald Harwood, quien volvería a llevar a la gran pantalla su trágica pero inmortal leyenda; eso le daba la oportunidad al director de encontrar un punto de unión entre su cine y sus raíces. Para los que no lo sepan, él también sufrió de primera mano los desastres de la 2.ª Guerra Mundial cuando era sólo un niño, lo que hace que su visión de los acontecimientos sea demoledora e impasible; Polanski no hace sino mostrar el Holocausto objetivamente poniendo en mitad de él a un hombre corriente enfrentado al horror.
Szpilman no aparece retratado como un gran héroe, sino como un desgraciado superviviente más, alguien a quien no le queda más remedio que resistir entre ruinas y cadáveres; de principio a fin el espectador está sometido a la furia del conflicto sintiéndose tan aislado como el protagonista, a quien las esperanzas de seguir con vida se le agotan con cada disparo de fusil alemán. Sin embargo, no estamos ante una historia original precisamente (¿cuántos films de la guerra, el Holocausto Nazi y sus supervivientes hemos visto ya?) y hay que reconocer que a partir de la hora y cuarto el ritmo decrece bastante. Es la aparición de ese amable oficial alemán lo que hace recuperar el interés.

La primera opción del director para el protagonista fue Joseph Fiennes, aunque más tarde se decantó por Adrien Brody, un actor odiado por muchos (yo me incluyo en ese grupo) que, no obstante, dejó a todos con la boca abierta con su interpretación, lo que además le valió una estatuilla (pero Brody no tiene nada que ver con el Szpilman real físicamente; guarda más parecido con éste Ronan Vibert, quien da vida a Andrzej Bogucki). El resto del plantel ofrece unas muy notables actuaciones, destacando Frank Finlay, Ed Stoppard, Roy Smiles, la guapísima Ruth Platt y un brillante Thomas Kretschmann.
Muy dura, muy amarga, como los hechos reales que narra; lo cierto es que hay que tener estómago para verla hasta el final. Memorable la escena en que Szpilman toca el ¨Nocturno¨ de Chopin frente a Hosenfeld, una secuencia muy significativa con la que Polanski se revela de lo más objetivo: en la guerra, así como todos pueden quitar una vida, también puede haber alguien que se apiade de otra.



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fabio2000

  • 19 Jun 2018

9


Pensábamos que luego de ¨La lista de Schindler¨ volver a filmar algo sobre el nazismo seria complicado y difícil de igualar. Pero llego en el 2002 ¨El pianista¨, de Roman Polanski, una extraordinaria, monumental y voraz película dirigida con el corazón y talento necesario.
¨El pianista¨ elude la tradicional mirada sobre los campos de concentración, para narrar una épica historia que se fragmenta en dos bloques argumentales que se distribuyen en dos horas y media realmente memorables.
La primera parte del film se centra en ese aislamiento de los judíos en Varsovia, separados por un muro del resto de la sociedad. El film nunca se despega del punto de vista de su personaje principal, y somos testigos de momentos truculentos y desgarradores, acentuados por una fotografía con tonalidades grises que produce un cambio lumínico con respecto al afuera.
Ya la segunda parte esta narrada desde afuera, y es neorrealismo puro. Roman Polanski deleita con planos colosales, una precisión narrativa abismal, y un personaje que vagabundea en un desierto de escombros que antes fueron ciudad.
La cámara bien apegada al pianista nos permite vislumbrar solo una parte del terror. La desesperación, el hambre y la supervivencia se adueñan del relato de una manera brillante, sostenida por una superlativa interpretación de Adrien Brody.
Un enfoque impresionante y desgarrador sobre el holocausto. Roman Polanski filmo una verdadera obra maestra. Para mi, una cinta inolvidable.



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shayagh

  • 26 May 2014

10


Es, sencillamente, de las mejores películas que nunca he visto. Aunque el tema sea crudo y desagradable, Polanski la sabe llevar adelante con una gran elegancia y humanidad. Es una de esas películas que te dan que pensar y es idónea para comentarla con otras personas que la hayan visto. Nos muestra la guerra desde un punto de vista humano que pocas películas del género, como por ejemplo ¨La vida es bella¨, saben hacer.

La actuación de Adrien Brody es soberbia. Además, el gesto que tiene ya de por sí su rostro, le viene que ni pintado para el papel. No me extraña nada que lo premiaran. Refleja perfectamente lo que una persona sufre cuando debe poner en práctica el instinto de supervivencia.

Una película así sólo aparece una vez cada mucho tiempo. Muy recomendable.



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JBOX25

  • 20 Mar 2013

7


Es buena película, muestra el sufrimiento de los Judíos de esa época hacia los Alemanes, consigue emocionar, y horrorizar por las acciones de los Alemanes hacía estos, recomendable.



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Martincho

  • 21 Sep 2012

9


Cuando se habla de Roman Polanski, ademas de ¨controversia¨, el término ¨calidad¨ tambien va asociado a ese nombre, porque aunque no haya visto toda su filmografia, estoy más que seguro de eso. ¨The Pianist¨ es sin dudas una nueva muestra de ese talento.

Adaptación del libro del pianista Wladyslaw Szpilman, a quien en ésta pelicula interpretó magistralmente Adrien Brody, en (sin ninguna duda) su mejor papel, centrandose en el iniferno en el que se ve metido cuando los nazis invaden Polonia, apartandolo de su familia y de su musica. Buscara, a travez de un contacto conocido, una pequeña esperanza de poder salvarse, siendo testigo oculto de las atrocidades del ejercito aleman. El flaco es capaz de transmitir la angustia en ésta pelicula como pocos.

No se si conciderarla una ¨obra maestra moderna¨ como muchos lo hacen... pero si un peliculón, de esos que no se olvidan y que te ¨obligan¨ a muchos visionados más, que te atrapan desde el comienzo y que son capaces de dejarte boquiabierto con muchas de sus escenas, donde la crudeza no se hace desear y no acepta espectadores sensibles. Ademas cuenta con una duración bastante extensa que no se siente en ningún momento, gracias a su ritmo y las caracteristicas ya antes mencionadas.

Muchas se han hecho sobre el holocausto y su imperio de genocidio, y estoy seguro de que ésta ocupa un buen lugar entre las mejores.



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andresvillal

  • 10 Aug 2012

10


Excelente guion adaptado a un hecho real.
pelicula que tiene todo lo necesario para ser una de las mejores en el gènero dramàtico.
actuacion perfecta, fotografia y banda sonora, por supuesto que magnificas.

esta es una de esas pocas peliculas que podemos decir, ¨Inolvidable¨ y 10 pts



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Mad Warrior

  • 9 Jun 2012

10


Una obra de arte moderna. Un peliculon de principio a fin,narrado con mucha crudeza y melancolia y con la mejor interpretacion de Brody en el cine.
Polanski consigue retratar el horror de la dictadura nazi de forma espectacular.

Lo mejor y mas impactante:cuando tiran al paraplejico por el balcon,el ataque final a la ciudad y cuando el hambriento pianista ofrece esa pequeña interpretacion en la ruinosa casa al oficial aleman.



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Plussier

  • 10 May 2012

8


Una magnifica película de Polanski que conseguirá ponernos los pelos de punta.

Y es que el horror no reside en las películas de terror, bien lo sabe el guión de esta historia. Una nueva visión del holocausto nazi, narrada con templanza y con una trama desgarradora. Una de las mejores interpretaciones de Brody, protagonista de la cinta, y conductor esencial de lo que veremos durante el rodaje. Repleta de secuencias escalofriantes, el guión nos vuelve a sobrecoger en demasiadas ocasiones. Una factura técnica y fotográfica ejemplar y una buena banda sonora, nos abren las puertas a la historia del mundo.

La esperanza es lo ultimo que se pierde. Muy recomendable.



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franjadimo

  • 19 Apr 2011

8


una historia conmovedora y desgarradora mostrandonos los bajamenes de los nazis contra los judios tiene escenas pesadas q dan mucha tristeza y rabia al ver los crimenes q se cometia con esta gente, una fotografia estupenda al igual q las actuaciones perfectas destacando a adrian pues la historia recae sobre su personaje con razon gano el oscar, el final me gusto algo de paz despues de ver tanta tristeza.



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cinemanía

  • 20 Dec 2010

9


Que película profunda y excelente! Polanski continúa demostrando su target de talento en la dirección. Pero a Adrien Brody el papel le sienta de maravillas y llegaría a decir que el filme es mayoritariamente recomendable por la genial interpretación de Brody sin dejar de mencionar la ovacionante fotografía y los escenarios magníficos. .



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Críticas: 14


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