Un drama existencialista acerca de un escritor de guías de viaje para hombres de negocios (Hurt), que tras la pérdida de su hijo entra en una depresión y apatía preocupantes.
Una película muy arriesgada a la hora de conectar de forma directa con todo tipo de público, pues adopta un tono lento, casi también depresivo, pero muy atractivo, además de ser un intento de profundización en los recovecos de la (falta de) personalidad del ser humano. La clave de toda la película gravita sobre el sobriamente interpretado personaje de Hurt: un misántropo solitario, hierático y ensimismado, de extrañamente conservadoras costumbres familiares. Kasdan nos ofrece un itinerario irresoluble (continuas idas y vueltas, giros y demás que impiden extraer conclusión absoluta alguna) de un asentimental por el mundo de los sentimientos, además de ser una demostración de que por muy apartado y apático que uno quiera estar, siempre, todo día, nos rodea algo, alguien, que nos obliga a una constante toma de decisiones.
La película tiene un título perfecto: Hurt es una especie de ser de otro mundo, un turista accidental en la vida, embrollado en sí mismo.
Hay una frase para discutir muy mucho en la película, cuando Hurt le dice a Geena Davis: ¨No me gustan las películas. En el cine todo se ve demasiado cerca¨.
A destacar una especie de continuidad de Kasdan con su cine anterior, sabiendo ser un autor a la vez coherente y evolutivo en sus reflexiones: la relación entre Hurt y Kathleen Turner parece una continuación de ¨Fuego en el cuerpo¨. Aquí hay un matrimonio desapasionado, aburrido, pese a quererse. En ¨Fuego en el cuerpo¨ solo había pasión desaforada, sexo, vida. La pasión es absolutamente pasajera aquí.
No es del todo mala esta película, y se nota que el director es quien es. Pero la película se sostiene, más que nada, por las interpretaciones de los actores principales. Podría haber dado para algo más.
billy_lum
7
Un drama existencialista acerca de un escritor de guías de viaje para hombres de negocios (Hurt), que tras la pérdida de su hijo entra en una depresión y apatía preocupantes.
Una película muy arriesgada a la hora de conectar de forma directa con todo tipo de público, pues adopta un tono lento, casi también depresivo, pero muy atractivo, además de ser un intento de profundización en los recovecos de la (falta de) personalidad del ser humano. La clave de toda la película gravita sobre el sobriamente interpretado personaje de Hurt: un misántropo solitario, hierático y ensimismado, de extrañamente conservadoras costumbres familiares. Kasdan nos ofrece un itinerario irresoluble (continuas idas y vueltas, giros y demás que impiden extraer conclusión absoluta alguna) de un asentimental por el mundo de los sentimientos, además de ser una demostración de que por muy apartado y apático que uno quiera estar, siempre, todo día, nos rodea algo, alguien, que nos obliga a una constante toma de decisiones.
La película tiene un título perfecto: Hurt es una especie de ser de otro mundo, un turista accidental en la vida, embrollado en sí mismo.
Hay una frase para discutir muy mucho en la película, cuando Hurt le dice a Geena Davis: ¨No me gustan las películas. En el cine todo se ve demasiado cerca¨.
A destacar una especie de continuidad de Kasdan con su cine anterior, sabiendo ser un autor a la vez coherente y evolutivo en sus reflexiones: la relación entre Hurt y Kathleen Turner parece una continuación de ¨Fuego en el cuerpo¨. Aquí hay un matrimonio desapasionado, aburrido, pese a quererse. En ¨Fuego en el cuerpo¨ solo había pasión desaforada, sexo, vida. La pasión es absolutamente pasajera aquí.
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