En cuanto a la trama no sorprende en lo más minimo ya que muestra a un tipo que ingresa a robar en un departamento de lujo y queda atrapado, lo que si está bueno es ver al genial Willem Dafoe en solitario tratando de huir de esa especie de prisión, es un departamento con toda la modernidad y tecnologia que se imaginen, una vez que ingresa queda absolutamente incomunicado, no logré captar cuantos dias queda encerrado, pero llega a mostrar la claustrofobia y la desesperación en su maxxima expresión, el final es previsible, se deja ver solo por la actuacion del protagonista principal.
Una película con un sólo personaje en pantalla por casi dos horas.
Willem Defoe encarna a un ladrón de arte que entra a un loft el cual que es una verdadera fortaleza ya que en el se guardan onde diferentes obras de arte de gran valor. Pero, la que él busca, no está donde debería estar. Así pasa el tiempo y la seguridad de la casa se activa. Así el ladrón quedará atrapado y hará todos los intentos por intentar salir de ahí con vida.
Es una película lenta, con una fotografía impecable, tiene un aire artístico en cada plano, su gusto estético es un placer.
Junto con el todos los planes que hace el protagonista por salir de ahí, también vemos qe él también dibujaba y su cuaderno de bocetos es su más valorada posesión.
Acompañaremos al ladrón en un viaje interno, en donde la desesperación y el dolor, la fantasía y el alejamiento de la realidad, van generando en él aquella inspiración que durante toda su vida no había encontrado.
Aunque larga, llega a un buen final que coronará lo visto.
Pd: Tan importante es el arte en este filme, que el nombre de los cuadros y obras que veremos acá aparecerá antes de los actores.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
6
“No hay creación sin destrucción”
Nemo, un ladrón de arte, queda atrapado en un lujoso ático de Manhattan, lo que sirve para que el director Vasilis Katsoupis divague sobre el significado del arte y su vínculo con la voluntad humana.
El talento de Willem Dafoe, con una estupenda versatilidad actoral, le da fuerza a este thriller de supervivencia y dota a su personaje de un retorcido ejercicio mental, explorando las consecuencias del aislamiento, la soledad, la ansiedad y la necesidad de comunicación y expresión humana.
Puede resultar pretensioso ( y carente de real tensión), pero es un ejercicio de suspenso psicológico interesante que se beneficia del carisma y talento de Dafoe. Hasta le perdono lo inverosímil que resulta que suenen las alarmas de robo y de incendio de un lujoso y moderno departamento, propiedad de un millonario, y nadie se acerque a investigar.
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