Ficha Señora Doctor

6.21 - Total: 6

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Señora Doctor (1)




Mad Warrior

  • 17 Jun 2020

6



Una secuencia vale más que mil palabras y la correspondiente a la que vemos aquí no puede dejar más claras sus intenciones al llegar el autobús al rústico pueblo en el que todos los habitantes esperan con ansias al nuevo médico y no hacen sino recibirlo con tremenda repulsión, pues no es hombre, sino mujer. ¿Es necesario especificar contra qué se ataca?

En estos tiempos actuales, en los que en una película se exprese un ideal conservador o pronuncie una palabra sin mala intención pero que ofenda a un colectivo social puede levantar polvaredas de polémica y reproches por parte del sector más “progresista” y radical, un cine como el de Luis María Delgado, Pedro Lazaga, Ramón Fernández o el mismo Mariano Ozores está condenado al ostracismo o a críticas que rayan en lo cruel y despreciable por energúmenos disfrazados de intelectuales de tres al cuarto que ni siquiera han visto ni una de sus obras.
No así estos mismos elementos se deshacen con el último taquillazo norteamericano. Al cine realizado en época de Régimen o periodo “tardofranquista” el ignorante bulgo tiende a calificarlo de casposo o incluso fascista, y esto es un mal que persistirá, pues si se quitaran un poco las ataduras de los prejuicios y se atrevieran a echar un vistazo se darían cuenta de que este cine alberga mucho más, y expresado con mayor libertad que hoy; y es que cualquiera que desconozca el tema crucificaría con rapidez a un film como “Señora Doctor”, realizado en el lejano 1.974, y sin embargo tan fresco, tan moderno como pudiera serlo ahora.

Aquel es un año frenético para el sr. Ozores, que estrena hasta seis obras, todas grandes éxitos de público gracias a dos de los actores que más le hacen llenarse los bolsillos, Alfredo Landa y Lina Morgan; ésta última volverá a los brazos del cineasta para rodar una historia de alcance y actualidad cuya acción transcurre en un pequeño pueblo muy alejado del ajetreo de la gran ciudad y de sus cada vez más liberales costumbres y que Ozores vuelve a representar como ese reducto de morales desfasadas repleto de individuos producto de una larga dictadura a la cual ya le queda muy poco tiempo de vida.
Estereotipos de los que se hará mofa y burla encerrados en su perenne tradición y que no son más que el perfecto reflejo de ese español medio anclado en el modelo del Régimen que nunca participó en las migraciones interiores; a ello deberá enfrentarse la joven Elvira, licenciada en medicina que prefiere la comodidad rural sin saber que no la va a saborear al lugar al que se dirige, donde en ausencia de un médico se acude al veterinario (¡!). Han pasado 170 años desde que María Isidra de Guzmán se convirtiese en la primera mujer con el doctorado en España y 60 desde que Dolores Aleu ejerciera oficialmente la medicina en el país...pero nada importa eso a los habitantes de Pozales.

Nada más bajarse Elvira del autobús se produce el choque de culturas y puntos de vista, la tradicional y arisca y la liberal; la primera no sólo está presente en los hombres (todos, a excepción del alcalde), sino también en las mujeres (aunque no forme parte de la noticia general muchas pueden ser tan intolerantes y reaccionarias como el más fascista de los hombres), y la segunda, claro, en las chicas jóvenes, quienes hacen amistad con la nueva médico. Ese rechazo inicial y que proseguirá durante un buen trecho es el objeto de denuncia por parte de un Ozores dispuesto a criticar con dureza la exclusión laboral femenina y la mentalidad retrógrada.
Los hombres del pueblo responden con temor, con vergüenza e incluso con burla, pero el director sabe que está haciendo una comedia y decide ir disipando rápidamente este clima de hostilidad gracias a la amabilidad y abnegación de la protagonista y sirviéndose de un recurso tan fácil y previsible como el de crear un par de situaciones que impriman tonos melodramáticos a la historia y en los cuales se vea involucrada aquélla para ganarse la confianza de los aldeanos, que serán: un enredo amoroso entre adolescentes y un parto cuyos padres aguardan horrorizados tras haber perdido varios hijos.

Ozores se ha burlado de la sinvergonzonería y falta de tolerancia y respeto, pero como defensor de la buena moral y la conciencia colectiva que es no extiende más de la cuenta la atmósfera de pesimismo y cuanto antes se puede veremos a todos los habitantes destapando la bondad oculta bajo la tozudez y colaborando para ayudar (emotivo y no menos increíble cuando todos trasladan a Rosa en la cama por todas las calles del pueblo); así lo expresará el alcalde: “...Somos todos muy cabezotas, pero cuando hay que hacer algo por un vecino lo hacemos hasta el final”.
Como era de esperar habrá un desenlace agradable y todo se resolverá con rapidez, incluso ese romance cocinado a fuego rápido entre Ataúlfo y la protagonista, síntomas de una buena idea planteada pero en un guión poco elaborado que demandaba mucha más profundidad y menos concesión al optimismo. Dejando a un lado su colección de exagerados mohínes, Lina Morgan interpreta con su habitual carácter y desparpajo a esa médico cuyo objetivo no es más que el de ser reconocida y respetada; Mari Carmen Prendes, Gemma Cuervo, José Riesgo, Roswicha “Nadiuska” Honczar, un divertido José Sacristán y el siempre alocado Antonio Ozores son los grandes secundarios de la función.

Para muchos sería difícil creer que un director tan afiliado a las comedias gruesas llenas de desnudos fuese capaz de plantar un alegato con voz alta y clara no sobre el feminismo (término ya prostituido y al que todos dan un sentido erróneo al que en realidad tiene...), sino sobre la aceptación de la mujer, su capacidad para ejercer cualquier profesión al nivel del hombre y el destierro de las costumbres arcaicas.
Y todo esto en una peliculita de 1.974 que no pasa de ser una comedia costumbrista y previsible de toques ligeros de la cual ya casi nadie se acuerda, pero muy necesario es (sobre todo para esos ignorantes que critican sin conocimiento de causa, trasuntos de los catetos del pueblo) el desempolvarla y comprobar lo actual y audaz de su discurso. Para bien o para mal este Ozores no deja de sorprenderme.



Me gusta (1) Reportar

Críticas: 1


Escribir crítica