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Pues casualmente, el director de esta cinta murió hace siete días y yo la vi hace tres... Dicha cinta fue premiada en Cannes por la ¨Quinzaine des Realizateurs¨ y pertenece al fondo permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Merece este reconocimiento, película desconocida y en consecuencia olvidada por el público posee una aura opresora y enfermiza que roza el terror.

El argumento, surgió de uno de Bigas Luna solo que el niño era un muñeco sin importancia. Pero aquí Salgot introduce una relación de una madre soltera en los 80 que ha de hacerse cargo de su hijo autista, ella se entrega al máximo, tanto que logra mimetizarse con la enfermedad de su hijo, es ahí cuando la atmósfera oprimente se presenta más clara y angustia al espectador, gran trabajo sin duda. Después hay una escena en la que el niño narra todas sus sensaciones, describiendo qué es lo que le altera o relaja y como van entrando en su cerebro tales o cuales ruidos, ese soliloquio me pareció inquietante.

Película interesante injustamente olvidada.

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