Ficha ¡Que Vienen los Socialistas!

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Críticas de ¡Que Vienen los Socialistas! (1)




Mad Warrior

  • 4 Jan 2022

7



¨Aquí unos se creen que la llegada del socialismo va a ser algo así como la ruina, y otros el cuerno de la abundancia¨. Y la sentencia queda rematada con ¨¡Qué país!¨.
No hace falta decir más. En efecto, en esta tierra de valores y libertades que es España el oportunismo, la corrupción y la ambición van a la cabeza, y sujetos por un par de cuernos.

Aparte de los buenos y malos recuerdos que dejó el colosal Mundial de 1.982, otros sucesos mucho más importantes estaban vapuleando a nuestro país, que pronto iba a entrar en una nueva era. Sucesos que no hacían sino agravar la crisis y el clima de hostilidad e incertidumbre que se respiraba; el caos del terrorismo siguió a la decisión de Adolfo Suárez de dimitir, eligiéndose a Calvo Sotelo para sucederle, lo que provocó el golpe de Estado por el coronel Antonio Tejero. El Gobierno se derrumbaba y de la confianza del pueblo en UCD no quedaban más que las cenizas, por no hablar de sus luchas internas.
Este desprestigio no tuvo más que una salida para Sotelo: echar a suertes la jefatura del próximo gobierno convocando elecciones anticipadas para el 28 de Octubre. Las alarmas saltaron en todos los partidos mientras los españoles, tras sufrir tantas penalidades por culpa de la Derecha, tuvieron muy claro a quien votar incluso antes de que se barajaran nombres; el partido socialista de Felipe González aplastaría a UCD y lograría el apoyo masivo (aunque la gente no tardó en arrepentirse...), y este nuevo ambiente, dominado con el lema ¨Por el cambio¨, se reflejaría en el cine, siendo ¨El Gran Mogollón¨, ¨Los Autonómicos¨ o la fantástica ¨Nacional III¨ del maestro Berlanga buenos ejemplos de ello.

Pero antes de llegar este acontecimiento el director Mariano Ozores, que vive del éxito gracias a sus trabajos con Andrés Pajares y Fernando Esteso, se separa por un momento de éstos para crear una fábula centrada en esas cercanas elecciones donde ya se había decidido el destino del país, comenzando con la producción para poder estrenar la película el mismo 28 de Octubre (de hecho lo haría 27 días antes). Si bien el sr. Ozores se ha distinguido por sus comedias costumbristas desenfadadas y alocadas, la situación de su país y los cambios en éste siempre han estado muy presentes para él.
Y si en ¨Los Chulos¨ lanzaba una mirada mordaz sobre la corrupción del sistema en líneas generales, ahora arremete sin frenos contra los sucios movimientos y estratagias de los dirigentes por medio del clima de incertidumbre que se vive en un pequeño pueblo donde la noticia del cambio de gobierno ha despertado el temor de muchos y la alegría de otros. En este pueblo tradicional de tendencias derechistas donde todos se conocen y apoyan la ignorancia en secreto, la decencia y la codicia campan a sus anchas y bien se demuestra cuando los distintos líderes deciden avasallar a Nicolás, un humilde representante del PSOE que lleva una autoescuela.

¨El Apolítico¨ halla su más directo negativo (el Enrique de aquélla se lanza a conocer a los presidentes, al revés de como sucede aquí) y Ozores sirve el disparate ridiculizando en extremo las acciones de los políticos y burlándose de cada uno de ellos, porque como veremos el cineasta no concede licencias ni perdón: todos demuestran ser un atajo de cobardes y sinvergüenzas que se juran amistad en la mesa para más tarde promocionar sus beneficios al inocente de Nicolás con la sana intención de que su partido, cuya victoria ya se huele, forme coalición o cualquier tipo de ¨pacto confidencial¨ con los suyos, y así no perder privilegios ni poderes.
Los socialdemócratas, los independentistas, los conservadores, los liberales...todos quieren su trozo del pastel actuando a espaldas de los demás, y de esta soberana patada que se le da a la sana competencia y al apoyo mutuo derivan frases inolvidables como ¨Unas veces mandamos nosotros y otras obedecen ellos¨. La sátira de Ozores es ácida, brutal y negra hasta la médula como en las obras de Berlanga, Bardem, Camus o Wilder, y desvela con una concesión directa a la parodia, su seña de identidad, la descarada manipulación que los poderosos ejercen sobre el hombre medio y trabajador, encarnado en Nicolás.

De hecho él, el único miembro del PSOE, partido al que todos temen, aparecerá representado (dato importante para comprender los ideales de Mariano, quien siempre se ha declarado apolítico) como el único honesto e inteligente, pero subyugado a la codicia tras comprobar las rastreras artimañas de los líderes políticos, que tan pronto son sus amigos como sus enemigos, enfrentándose así dos puntos vista: el de aquél que prefiere rendirse al privilegio prostituyendo sus ideales (Valentina) y el del que prefiere conservar la dignidad por encima de todo (Andrea, la madre de Nicolás).
El absurdo quedará elevado al paroxismo en ese tramo final heredado directamente del cine de Berlanga donde Ozores, en un nada velado homenaje, recuerda su inmortal ¨¡Bienvenido, mr. Marshall!¨ (es decir, que si los americanos nunca se detuvieron en Villar del Río lo mismo pasará con la comitiva de González). José Sacristán, simpatizante del PSOE en la vida real, encarna con veracidad y gracia innata a su ingenuo y algo caradura personaje, acompañándole los típicos secundarios del director (Rafael Hernández, Alfonso del Real, Adrián Ortega, Emilio Fornet, Mari Carmen Prendes...), encabezados por esos geniales Antonio Ozores y Luis Escobar, quien repite a su sinvergüenza marqués de Leguineche, y las preciosas reinas del ¨destape¨ Azucena Hernández y Jenny Llada.

Entre tanta comedia de enredo sobrecargada de chistes chabacanos y desnudos propios del cine de la época, Ozores factura una ingeniosa y demoledora sátira política, no exenta de alocado humor, con discurso final contundente y a todas luces imposible de estrenar hoy día (antes decapitan y entierran al director...), que quedó entre sus mejores obras realizadas en la década de los 80.
Memorable es, por cierto, el gracioso tema principal.



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