Ficha Queremos un Hijo tuyo

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Críticas de Queremos un Hijo tuyo (2)




Mad Warrior

  • 12 Jun 2020

5



Los vicios de unos y la codicia de otros dan lugar a situaciones tan disparatadas que cuesta creer a qué límites puede llegar la cordura de los seres humanos, y también de qué cosas serían capaces algunos por la fortuna.
¿Poner a tu mujer en bandeja para que un obseso sexual la preñe y así controlar la herencia familiar? ¡Pues sí, somos capaces de todo, señores!

Muy lucrativa se adivinaba la recién iniciada década de los 80 para Mariano Ozores debido al éxito que lograba con la pareja Andrés Pajares/Fernando Esteso, quienes ya iban por su tercera colaboración conjunta, y de lejos la mejor de todos los títulos que interpretaron: ¨Yo Hice a Roque III¨; el ¨destape¨ estaba en un punto álgido y había que aprovehar la fórmula para seguir rindiendo en taquilla, por eso el director no se despegó de los chicos en aquellos primeros años. También le daba por realizar una película con uno y con otro, aunque huelga decir que las más divertidas siempre eran las filmadas con el sr. Esteso.
Antes de que finalizara 1.980, y habiéndose puesto al frente de seis obras, nada menos (Ozores era un artesano incombustible de los que ya no hay), volvería a reunirse con el actor para contarnos otra alocada historia referente a las correrías subidas de tono que un sinvergüenza llamado Lorenzo lleva a cabo con las mozas de un pequeño pueblo madrileño, lo que tiene hartos a los varones del lugar (¿por qué las chicas jóvenes sólo tienen maridos maduros?...cosas incomprensibles de este tipo de cine que no merece la pena explicarse). Correrías con las que empieza la película, y de la forma más alocada, pues el conquistador en cuestión se disfraza de monje para sus menesteres carnales (¡!).

El tono se establece a no mucho tardar: humor zafio y grueso adornado con dosis bastantes altas de erotismo, propio de la época. ¨Queremos un Hijo Tuyo¨ arranca en realidad con el grave problema al que debe enfrentarse Amancio, presidente de una gran compañía, también casado con una mujer a la que dobla en edad (manía grande esta, ¿eh?), quien descubre que es incapaz de tener hijos y por tanto incapaz de hacerse con las acciones de la empresa según el testamento de su padre. Ozores lanzará entonces una mirada absolutamente demoledora sobre la ambición de los ejecutivos y empresarios al colocar en el disparadero una solución para este individuo.
Ya que los vecinos del lugar no dejan de quejársele por las acciones tan deplorables del monje misterioso, ¿por qué no aprovecharse de ello y hacer que su joven esposa Laura caiga en los brazos de ese donjuán sin dar explicaciones a nadie...y más aún recayendo las sospechas sobre el hijo de Segundina, la guardesa que cuida su casa de campo? Así se disponen las pérfidas maquinaciones del presidente, quien además se verá perseguido por Enrique y Carlos, dos compañeros de empresa también obsesionados por lograr el cargo.

Sin duda unas maniobras descacharrantes las de este guión con argumento similar al de ¨Es Peligroso Casarse a los 60¨ y ¨El Erótico Enmascarado¨ que se revolverá mediante divertidas situaciones provocadas por las intenciones de Amancio (siendo memorable la vivida dentro de esa tienda de campaña entre Lorenzo, Laura, dos jóvenes amantes del monje y...¡dos homosexuales que acampaban por allí!); maniobras imposibles de ver en el cine de hoy día, tan imposibles que sólo pensarlo ya es absurdo, y más viendo cómo los subordinados del presidente se deciden a poner fuera de juego al monje usando (por una confusión) a sus propias mujeres (¿?).
Mordaz visión la de Ozores sobre la terrible sumisión de la esposa en beneficio del éxito profesional del marido que llega a resultar incómoda y repulsiva, aunque todo esto hará por disfrazarlo el director añadiendo desnudos por aquí y por allá, chistes gruesos que aparecen cada dos líneas de diálogo y dotando a estos hechos tan escabrosos de un ambiente de comedia de enredo clásica propio de los vodeviles teatrales, con cada personaje saliendo y entrando de las distintas habitaciones sin cruzarse nunca, alcanzado su cenit en esa tórrrida noche que Lorenzo se ve forzado a pasar con las dos esposas.

Y como todo vodevil que se precie el enredo ha de terminar armándose un escándalo con los personajes en un escernario único y aguardando el momento oportuno para soltar la gran sorpresa, que en este caso será inesperada (recurso ya usado por el cineasta, como en ¨El Hijo del Cura¨ o ¨El Erótico Enmascarado¨). Fernando Esteso, aquí de vuelta de todo y ya acostumbrado a estos papeles, disfruta haciendo de caradura conquistador (aunque siempre nos quedará esa duda expresada en boca del propio Amancio: ¨¿cómo es posible que a esa croqueta se le den tan bien las gachís?¨).
Pero éste quedará relegado sin duda por un enorme y desquiciado Juanito Navarro al borde del ataque cardíaco, que logra robarle el protagonismo con mucha facilidad. Detrás, geniales secundarios habituales de Ozores como Paco Camoiras, impagable haciendo de tonto del pueblo (papel que le veríamos hacer en ¨Dormir y Ligar, todo es Empezar¨), Ricardo Merino, Florinda Chico, Rafael Hernández, Adrián Ortega, las guapísimas Isabel Luque y Loreta Tovar y la espectacular (y más guapa que éstas) Silvia Aguilar. Antonio Ozores, en esta ocasión, sólo contará con una breve aparición, pero aun así sigue siendo un placer verle en pantalla.

Su planteamiento es descabellado, su socarrón punto de vista es peliagudo y no está a gusto de todos, y nos queda claro que no estamos ante una obra maestra del humor, pero dentro de lo que es y lo que pretende, divierte, y divierte mucho.
Pero para eso uno tiene que olvidarse de la época en la que vive y mandar a paseo muy lejos todas esas tonterías sobre lo políticamente correcto con las que nos quieren manipular hoy día...



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Parnaso

  • 23 Aug 2019

5


Nuevamente Mariano Ozores con un enredo a cuestas. Esta vez sale, dentro de lo que cabe, airosa. Aquí la historia no se muestra tan ridícula y absurd como en otras ocasiones. Esteso personifica a un sátiro disfrazado de monje que tiene a todas las mujeres satisfechas, aquí se muestra más divertido de lo que nos tiene acostumbrados, Pepito Navarro que interpreta a un magnate que no puede tener descendencia del que ahí surge el enredo, no me gusta nada, parece que habla con la boca llena de babas, y el resto, pues todo mujeres que por aquella época eran simples floreros y sin excusas se desvestían para el deleite del público. Ah, también aparece la ex Un, Dos, Tres Silvia Aguilar, que me parece un bellezón y que junto a Esteso, nos deja una escena muy divertida dentro de una tienda de campaña.



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