La historia de Shane (Alan Ladd), un hastiado pistolero que llega a una granja en el Estado de Wyoming, dónde todos los campesinos atraviesan por dificultades debido a la presión del cacique local... Considerada por muchos una obra maestra del western, ¨Raíces profundas¨ es simplemente una correcta e interesante película, dónde hay un par de defectos de base importantes: Alan Ladd no acaba de convencer como héroe melancólico y casi proletario, una especie de Robin Hood de los campesinos ; el otro, que la guapa Jean Arthur no me parece una actriz con el carisma suficiente para hacer vibrar una película y más con el pánfilo de Ladd enfrente. Los secundarios son los auténticos artífices de que al artesano Stevens no se pierda en la mediocridad absoluta. El niño también me resulta empalagoso. Es una obra bastante previsible y la forma de ensalzar a los débiles frente a los poderosos tiene más trampa que consistencia. No me emociona ni me lo creo en ningún momento. Un clásico, tal vez, pero menor.
Un gran clásico que contó con todas las particularidades del género del western, como el pistolero defensor de la ley, la familia que se siente acosada y los delincuentes de turno que quieren sacar a todos los habitantes de la zona de sus tierras.
Escenas de pistoleros, persecuciones en carros o caballos, enfrentamientos entre personajes muy profundos, todo ello conjuntado con una fenomenal fotografía que destaca por encima del resto de efectos empleados.
Los actores estuvieron a un gran nivel aunque es cierto que el personaje de Shane es cansino por momentos y cansa al espectador, tiene demasiado protagonismo.
En todo caso George Stevens filmó una obra para recordar por la fisonomía de todos los personajes, muy metidos en sus papeles y sabiéndose parte de un género muy seguido por los espectadores.
Críticas: 3
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8
Realmente excelente!!! Uno de los mejores westerns que vi últimamente.
Una de las cosas que más me sorprendieron y llamaron la atención fue lo violentas y bien hechas que están las peleas para la época. La violencia, por momentos, es excesiva.
Todos los actores actúan correctamente, pero Alan Ladd como Shane está mal elegido. No tiene cara de malo y físicamente no intimida en lo absoluto. Parece un oficinista más que un cowboy. Pero al actuar bien le creemos el personaje.
La música, la cual acompaña casi todo el tiempo todas las escenas, está elegida correctamente.
Entretiene desde que empieza hasta que termina.
La fotografía dentro de todo es buena. En ésta época las películas en color solían tener una fotografía bastante más plana (sobre todo los westerns).
El final llega a conmover y emocionar un poquito.
Sinceramente excelente!!! Muy recomendable!!!
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