Ficha El Último Pistolero

7.16 - Total: 10

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de El Último Pistolero (2)




Mad Warrior

  • 16 Dec 2018

6



No soporta las injusticias, los insultos ni a aquellos que abusan del poder, y si alguien le ofende o le traiciona que antes o después espere su venganza; tampoco ha matado a quien no se lo mereciera y sus iglesias han sido las montañas y las praderas.
Fue defensor de la ley, ahora un legendario pistolero...y esta será la última vez que dispare sus balas.

Su nombre es John Bernard Books, y, sí, se convirtió por méritos propios en el más famoso pistolero del salvaje Oeste, aunque su reputación de asesino despiadado también prevaleció. Él es un hombre de los que ya no quedan, fuerte, valiente, justo y muy tozudo, sin embargo los años no pasan en balde y la senectud le ha alcanzado dejándole sólo el recuerdo de lo que una vez fue, pero todavía ha de cumplir una última misión, vengarse de tres tiparracos que le hicieron buenas faenas en el pasado.
Uno mató a su hermano, otro le entregó a los indios apaches, y el último le disparó por la espalda. Tres hombres que según Books tienen los días contados, aunque todos crean que es un carcamal, aunque no tenga las mismas fuerzas que antaño y aunque esté atacado por un cáncer terminal que le han diagnosticado. Por su orgullo y por su nombre él está dispuesto a liquidar unas cuentas pendientes, y vaya si lo hará.

A mitad de los 70 pocos se atrevían a confiar en un género tan moribundo como el ¨western¨, el cual ya había alcanzado su fase crepuscular, pero hubo quienes que le dedicaron muestras de afecto, aparte de los italianos y sus más mediterráneas y desmitificadoras versiones. Siguiendo una corriente donde se daba la completa separación con los códigos más clásicos teníamos a Eastwood, quien brindó grandes trabajos como ¨Infierno de Cobardes¨ o ¨El Fuera de la Ley¨, Peckinpah, convertido en apóstol del Oeste crepuscular gracias a ¨La Balada de Cable Hogue¨ o ¨Pat Garrett y Billy, ¨el Niño¨ ¨, y otros como Monte Hellman o John Huston.
Sí, el Oeste ya no era lo que fue, sin embargo alguien estaría dispuesto a recordárnoslo, y ese iba a ser John Wayne. Porque, ¿acaso había alguien más grande que Wayne dentro del ¨western¨?...la respuesta, por si había alguno dudando, es que no. Y el hombre iba a volver, casualmente, cuando al productor M.J. Frankovich se le ocurrió adquirir los derechos de la novela de Glendon Swarthout, ¨The Shootist¨; Wayne, que por aquel entonces tenía 69 años, se empeñó en hacer ese papel a pesar de sus evidentes problemas de salud, sobre todo porque el argumento era semejante al del film ¨El Pistolero¨, de Henry King, cuyo papel, que fue a parar a manos de Gregory Peck, rechazó en su momento.

¨El Último Pistolero¨ se convertiría, así, en el film testamentario de ¨El Duque¨, y desde luego no podría revelarse más premonitorio, porque recordemos que a Books la muerte le amenaza en forma de cáncer, la misma enfermedad que acabaría tristemente con Wayne tres años después...pero ya podía estar muy anciano o en estado terminal, que su energía de toro bravo y su inteligencia de viejo zorro no se la quitaba nadie. Esa era la intención, más que otra cosa, de una película que no ofrecía nada nuevo y que se dedicaba a repetir añejos esquemas y valores del género: inmortalizar la excelsa figura del protagonista, de lo cual se encargan esas secuencias en blanco y negro que aparecen al principio, tomadas de anteriores películas donde podemos ver a un joven Wayne repartiendo justicia como mejor sabía, tirando de revólver y frases lapidarias.
Siegel, otro veterano consagrado del mundillo, nos presenta, con su particular, cínico y mordaz estilo, aunque rodando de un modo plano y clásico (salvo en un par de escenas que se notan que son suyas), un Oeste como el de ¨Duelo en la Alta Sierra¨, dominado por el progreso, con coches que atraviesan las calles mientras la gente no deja de hablar de adelantos y los jóvenes toman el relevo de las viejas generaciones. John Wayne y el ¨western¨ se encontraban así por aquel entonces, aunque con el personaje de Books tuvo la oportunidad de encarnar, por última vez, al estereotipo de hombre duro, noble y justo que tanta fama y gloria le dio en décadas pasadas, sin las ambigüedades y extrañezas de los personajes que hacía Eastwood.

Nuestro querido ¨Duque¨ sigue al pie del cañón pese a interpretar a un melancólico personaje abatido por el peso de los años, un personaje que le viene como anillo al dedo; además gozó del privilegio de cambiar la historia a su antojo (a ver quién se lo discutía), pues la novela toma derroteros diferentes. El caso más llamativo fue el cambio en el final (en el libro, Books disparaba a Pulford por la espalda, luego siendo abatido por Gillom, pero Wayne tenía muy claro que nunca había disparado a la espalda contra nadie, y no lo iba a hacer ahora, claro). Bien acompañado está el hombre de otras leyendas del cine como son Lauren Bacall y James Stewart, quien ya fue compañero de Wayne.
Otros grandes del negocio como John Carradine, Scatman Crothers, Bill McKinney o Richard Boone redondean el reparto, donde tenemos a un jovencillo Ron Howard antes de pasar a ser director, pero está claro que todos descansan a la sombra de Wayne.

Está claro que ¨El Último Pistolero¨, donde lo que más destaca es el duelo final en el bar, no es una joya del ¨western¨, aun estando realizada con el oficio de Siegel, es sobre todo una despedida, el adiós de ese centauro del desierto llamado Marion Robert Morrison que estuvo medio siglo dedicado al mundo del cine bajo el sobrenombre de John Wayne. El historiador Frank Thompson afirmaba que aquél había ejemplificado al héroe tradicional, siendo ¨el solitario que llega, cambia las cosas, corrige los errores, aprende cosas, enseña otras y se va¨.
Recordémosle, pues, no como el icónico astro del género abatido, privado de sus míticos abalorios y diluyéndose como el polvo al igual que el propio cine que le convirtió en estrella, sino como lo que fue: un héroe.



Me gusta (1) Reportar

Black Metal

  • 18 Jan 2012

8



Don Siegel, un director acostumbrado a un tipo de cine violento, variando en géneros de thriller, acción e incluso western. Nos trae aquí una película impresionante en todos los aspectos y bastante alejada de las explícitas escenas del cineasta.
Se trata de la última película del mítico John Wayne. Un film que data de 1976, 3 años antes de la muerte de la leyenda del western.
Reunido un elenco fabuloso aunque no tan impresionante como para quedar boquiabierto, vemos a otras leyendas cinematográficas acompañando en esta última aventura a Wayne, como James Stewart, Lauren Bacall, Harry Morgan, John Carradine o Richard Boone.
La película cuenta la historia de un sheriff que busca justicia por crímenes del pasado que afectaron a su vida personal y familiar.
Buscando venganza, llega a un pueblo donde los tres villanos se han hecho un hueco y tienen en parte, atemorizadas a algunas personas.
Pero este heroico personaje llamado Books, descubre que tiene cáncer y apenas unos días para realizar su cometido.
La historia se presenta de forma dramática, sin sobresaltos ni emocionantes duelos.
Casi la mayoría del metraje trata la perspectiva del sufridor personaje inicial, que por un lado desea vengarse y por otro teme morir solo.
En su última acción, conoce a una viuda que le hará ser feliz por unos momentos.
Eso sí, el duelo final, es épico. Bastante sangriento (marca de la casa, sin duda).



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 2


Escribir crítica