El Ultimo Patriota es una pelicula de accion y drama que fue estrenada en el año 1998. Esta dirigida por Dean Semler y esta protagonizada por Steven Seagal.
El doctor Wesley McClare se traslada a vivir a Montana con su hija huyendo del estrés de la gran ciudad. Pero su plácida vida se convertirá en un infierno cuando el 80% de la población son víctimas mortales de un virus desconocido. Solo con su pequeña, el doctor McClare está seguro de que el origen de esta enfermedad no esta en la naturaleza, sino en las manos del ser humano.
Yo no me considero un fiel admirador de Steven Seagal, es un tipo que gozo de la fama por allá a finales de los ochenta y a principios de los Noventa con cuatro super bombazos como lo son Nico, Difícil De Matar, Señalado Por La Muerte y Furia Salvaje. En el año 1992, estrenaría su mayor éxito y su obra maestra, Alerta Máxima, pero en lo personal no me parece la mejor peli del señor Seagal.
Pues bueno, a finales de los años noventa empezó su declive gracias a esta pelicula, El Ultimo Patriota, que según dicen por ahi fue la primera cinta que estreno directamente a vídeo, aunque fue estrenada en las salas de cine de casi todo el mundo, fue uno de los productores y se filmo cerca de su granja en Montana. Y bien, pues para mi, esta es una de las películas mas flojas de Steven Seagal, no es de las mas malas y ojo, porque lo dice alguien que se ha tragado todos esos bodrios en los que se ha metido desde hace ya varios años.
Esta pelicula no llega a enganchar en ningún momento, cuenta con un guion algo interesante pero el problema esta en que Steven Seagal, en la época de los noventa, ya era un icono del cine de accion e involucrarse en este tipo de filmes no se le ve muy bien, ya que en todo momento estamos esperando el momento de verle en accion con sus puños y patadas, claro que se pueden ver al final pero ya es demasiado tarde.
Las actuaciones estan flojas, donde todas las de perder las lleva Steven Seagal, quien hace un personaje pobre y sin gracia, lo que comprueba que solo sirve para participar en películas de accion. Del resto de reparto no hay mucho que decir, estan iguales o peores que Steven Seagal.
Que decir de las secuencias de accion, hay pocas, pero estan bien hechas, lo cual es un alivio para los fans de Seagal. Claro que lo que mas sobresale en la pelicula son los paisajes, ya que estan muy bellos y tambien el mensaje ecologista que guarda, y que son lo unico bueno de este pésimo producto protagonizado por Steven Seagal y que viene siendo la primera de muchas peliculas malas de toda su carrera.
En definitiva El Ultimo Patriota me ha parecido una pelicula floja que carece de ritmo ya que entretiene a ratos y aburre mucho. Para nada recomendable ya que no es la gran cosa y es fácil de olvidar.
Se agradece lo del mensaje ecológico pero al mezclarlo con el estilo de Segal se vuelve un film lento con poca acción que deja lejos a las primeras películas las cuales eras muy buenas, se destacan las pocas peleas las cuales son pocas pero bien coreografiadas el final muy rebuscado como que todo se resolvió tan fácil que no convence mucho.
Decision critica al margen, esta es la primera gran decepcion en la carrera de Steven Seagal, pues se trata de un batiburrirro ecologico-espiritual en donde incluso aparece con un ¨look¨ algo distinto: con su melena al aire y unas gafas tipo ¨John Lennon¨ que no le hacen ningun bien...
Visto el rumbo que estaba tomando su carrera, Seagal decidio contratar a un realizador de prestigio y trabajar en un guion mas comprometido con la naturaleza con el fin de relanzar su carrera, pero lejos de conseguirlo la critica volvio a ningunearle y el tortazo que se dio en la taquilla fue total.
Pero esta vez podemos decir que fué justamente, pues El ultimo patriota es una version anodina de En tierra peligrosa, sin apenas accion mas alla de 2 o 3 escenas puntuales.
El director Dean Semler hace lo que puede y demuestra que es un buen director de fotografia mostrandonos bellos paisajes montañosos y hermosos prados, pero como director deja muchas dudas, de hecho su anterior pelicula ¨Tormenta de fuego¨ tampoco era gran cosa, y es que no es lo mismo colaborar con ¨Monstruos¨ como Mel gibson o John Mctiernan que dirigir el cotarro desde lo mas alto.
En resumidas cuentas un aburrido thriller ecologista absolutamente prescindible.
La primera decepción de una larga lista que estaba por venir.
Un film sin prácticamente acción alguna en el que Seagal hace de... ¡¡médico!!.
Aunque en alguna escena da algún guantazo, el resto del film es un verdadero aburrimiento en el que te lo pasas viendo como la gente infectada por el virus fallece y Seagal se pega media película en un laboratorio buscando la cura.
Y que decir del final, con florecitas cayendo del cielo... en fin, una lástima y desde luego prescindible.
Thriller ecológista de Seagal, donde el pobre Dean Semler confió en el éxito de este señor a inicios de los noventa y acabó siendo un fracaso.
La película es una versión suave de la ídea inicial de ¨En Tierra Peligrosa¨, salvo que aquí ni hay calidad, ni hay nada.
Film que quedó como telefilm en canales de España, y que realmente, es aborrecible verlo, porque la acción brilla por su ausencia y la que hay es realmente penosa.
Parece una película de Seagal rodada para todos los públicos y que así aprendan a apreciar la naturaleza (¿a base de hostias?).
En fin... Seagal no sé en que pensó en ese momento y su director visto el percal en el que se había métido anteriormente, le echó valor a quedar realmente penoso como director de cine.
De lo peor de Steven, sin duda.
Críticas: 6
Mad Warrior
5
Por tercera, y gracias a Dios, última vez, Steven Seagal decide acudir en nuestra ayuda, en ayuda de toda la Humanidad, porque de verdad le necesitamos.
Ya luchó contra los despiadados amos de las compañías de petróleo, contra los vertidos tóxicos, ahora una amenaza vírica va a asolar el Mundo...
Aunque dentro de su cabeza aún creyera ser más grande que el Universo (cosa que estaba empezando a lograr físicamente), con “El Último Patriota“ asistimos al entierro prematuro del actor, y eso cuando sólo llevaba una década en el negocio. Pero así fue: en Warner Bros. estaban hartos de su megalomanía y sus fracasos, y el productor Julius Nasso le soportaba porque todavía tenía cierto tirón comercial para los fans, pero desde que le dio por protagonizar aparatosas aventuras llenas de sus manías místico-ecológicas pocos fieles quedaron.
Esta es la primera de muchas producciones que se destinó al mercado “straight-to-video“, encargada al legendario director de fotografía Dean Semler (quien poco antes debutó en la realización con el disparatado entretenimiento “Tormenta de Fuego“) cuando ya casi todo estaba en su sitio, desde el reparto a las localizaciones, y el director anterior había sido despedido. Podemos afirmar que quien está tras la cámara sabe lo que hace en cuanto a puesta en escena, composición de montaje e impronta visual, capturando la belleza de los prados de Montana así como la de la cabellera de Seagal ondeando mientras cabalga cual cowboy experimentado.
Aunque para cowboy L.Q. Jones, que encarna a ese obligatorio personaje afable siempre al lado del héroe por una razón que no llegamos a entender bien. El film seguirá acumulando así algunos de los clichés más reconocibles del cine del actor de los últimos años, por ejemplo volveremos a verle en comunión con la naturaleza (a pesar de que, en la vida real, la salud de los animales le interesaba poco), muy apegado a la tradición de la tierra y a la defensa del prójimo (a pesar de que, en la vida real, la salud del prójimo le interesaba poco). Pero también conocemos a ese Seagal que quiere probarse como actor más allá de la acción violenta.
Aquí es McClaren, un retirado experto en agentes bioquímicos (y, qué sorpresa, de nuevo para la C.I.A., como si diciendo eso en sus películas le fuesen a reclutar realmente) que ejerce de doctor en uno de esos pueblos que no figuran en el mapa. Pero él, y sin que sirva de precedente, parece más creíble que en otras ocasiones (aunque los diálogos con su hija Holly (la entonces pequeña pero ya guapísima Camilla Belle) son la prueba de que los guionistas merecen más de una revisión psiquiátrica)...guión que por cierto da crédito a la novela “The Last Canadian“, ópera prima del prestigioso reportero y periodista William Heine, publicada en 1.974.
Pues eso tuvo que ser al principio, en el primer borrador, porque nada escrito en el texto, salvo una pandemia desatada, se relaciona con “El Último Patriota“ (¿qué tendrá esto que ver con la rocambolesca y muy delirante aventura del ingeniero Arnprior, que escapa cual James Bond a través de países y de conspiraciones américo-ruso-británicas, incluso de varios ataques nucleares dirigidos a él, mientras piensa en vengarse de los responsables de la muerte de su familia?). Seagal llega y el guión, estuviese como estuviese escrito, se adapta a sus necesidades mesiánicas.
El resultado final es más deudor de “Estallido“, unos años antes estrenada, solo que cambiando al simpático chimpancé por un gorila (Chisolm) que lidera una milicia extremista de paletos a los que les encanta recitar frases históricas sin entender su significado. Sabemos que este villano inútil y el héroe se cruzarán, si bien Seagal, siguiendo su línea dramática y atípica, no hará tanta exhibición de las técnicas de lucha que todos conocemos; a lo que se dedica el guión es a desarrollar el carácter de su personaje y la relación con su hija y su entorno mientras Semler se vuelca en el entretenimiento y el espectáculo.
Porque esto es espectáculo, por muchos mensajes obvios que haya distribuidos en la película. Y el más obvio es que el Gobierno de los EE.UU., siempre tan alerta de las amenazas exteriores que asolan su país, nunca es capaz de defenderse contra las interiores, además de proponer una posible milagrosa cura a la epidemia (ojalá se extendiera a nivel nacional, como en el libro de Heine...) basándose en los remedios naturales que da la tierra, algo que se intuye desde que conocemos las raíces indias de la familia McClaren.
Vale la pena contemplar ese precioso y psicodélico momento en que un helicóptero militar esparce por el pueblo (¿de verdad pasa esto?...) los pétalos de las flores que desde siglos llevan cultivando esos pobres nativos, desplazados por el progreso, los verdaderos americanos, y no esos borregos de Chisolm. Semler hizo lo que pudo con este material y con las tonterías de Seagal, que ya es suficiente; su esfuerzo es pequeño y previsible, sin la envergadura del film de Petersen, pero muy entretenido de todos modos y que nos permite ver un intento de este último por probarse en registros más serios.
Concluye así la “seagaliana“ Trilogía Mesiánica, aunque nunca pudiendo superar “En Tierra Peligrosa“.
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