Ficha Solo ante el Peligro

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Críticas de Solo ante el Peligro (1)


bigladiesman

  • 12 Aug 2014

10


Una de las obras maestras más discutidas de la Historia del cine. ¿Alegoría y crítica izquierdista del McCarthysmo y del ¨pánico rojo¨? (Lectura izquierdista y de la extrema derecha, echándose las manos a la cabeza, así como de la mayoría de estudiosos de cine, como el crítico Leonard Maltin) ¿Crítica a EE.UU. por no intervenir más en asuntos internacionales? (Lectura de la derecha ¨light¨, con el intervencionista Ronald Reagan como voz cantante)¿Crítica a las Potencias Occidentales por haber tolerado el avance de fascismo con las consabidas consecuencias? (Lectura de Fred Zinnemann, que tuvo que ver desde fuera como su Austria natal caía en manos nazis) ¿Crítica a lo blandengues que suelen ser todas las autoridades contra la delincuencia? ¿Un simple western como cualquier otro? (Stanley Kramer, el gran Roger Ebert, que sorprendetemente odiaba esta peli), etc.etc, etc. Sea como sea, esta peli es un tributo al coraje del director Fred Zinnemann y del protagonista, un Gary Cooper dispuesto a exorcizar sus fantasmas personales (aunque no dio nombres en su testificación ante la HUAC y jamás se arrepintió de haber testificado, sí que consideraba que se pasó algo de la raya), que dieron cobijo a varias víctimas de McCarthy en su película.

El excelso reparto da para un libro de texto: Gary Cooper y Grace Kelly son una improbable parejita de recién casados, él tan mayorcete y ella tan joven (fue la peli que la lanzó al estrellato). Gary Cooper ganó un Oscar por su interpretación del marshall Will Kane: es un hombre honesto y valiente, pero muy alejado de la honestidad y la valentía del típico western. El día en que se jubila y se casa con esa tía de bandera, resulta que sus antiguos enemigos van a por él. Y quiere luchar, pero tiene miedo. Sí: miedo. Eso tan humano. Y se encuentra con que a pesar de su decidida cruzada (honor antes que raciocinio, que le llaman) nadie quiere ayudarle, porque los que considera su gente tienen más miedo que él y solo le recomiendan que huya, se esconden o se burlan de él (entra de lleno en el sub-subgénero ¨Villorrio asqueroso¨. Hadleyville es un nombre a recordar) . Los pocos que lo apoyan no pueden ayudarlo: uno es un tuerto alcohólico, otro es un crío... Otros muestran una actitud ambígua (el barman, amigo de los bandidos pero admirador de Kane). Gary Cooper hizo un pedazo de actuación: es un hombre acorralado, abandonado por sus seres queridos, que debe sacar lo mejor de si mismo para salvar el pellejo. Una joven Grace Kelly es su hermosa esposa Amy. Sin los vestidos que le hacía Edith Head parece distinta, más próxima, no una futura monarca. Es cuáquera, y al estar en contra de toda violencia se debate entre dos condiciones: cuáquera o esposa.
Lloyd Bridges, uno de los rojazos del reparto (siempre militó en el Partido Socialista de EE.UU., hasta su muerte en los 90) es el Ayudante Harvey Pell, que eligió un buen día para dejar la chapa: es un joven ambicoso y egocéntrico. Su amante es la bella Katy Jurado, la superestrella mexicana (que en los 70-80 se convirtió en una abanderada del cine de crítica social en México. Otra contestataria) anterior amante de Kane antes de hallar a Amy, y probablemente la prostituta del pueblo, Helen Ramírez. Es una de las pocas personas que apoya a Kane de principio a fin.
El gran secundario Thomas Mitchell es el Alcalde, amigo de Kane desde la infancia, que ahora lo deja a su aire, como lo hacen sus otros dos amigos, Mart Howe (nuestro amado Lon Chaney Jr., que se hartó de dar recitales cuando participaba en grandes productos. Esta no es una excepción) y Sam Fuller (otro contestario en las listas negras: Harry Morgan, al que ya vimos en otro western peculiar como ¨Incidente en Ox-Bow¨ o en la crítica serie MASH). Otto Kruger es el juez del pueblo, que vivió una situación parecida en otro pueblo y quiere largarse: la escena en quita bandera y balanza de su sala para huir debió cabrear mucho a la derechona yanqui.
Y no olvidemos que esta fue la película que puso en el mapa a Lee Van Cleef, que se convertiría en un solicitado secundario antes de lograr el estrellato en Europa (los fans del kaiju eiga queremos reivindicar al héroe que se cargaría al condenao del Monstruo de tiempos remotos el año siguiente de su memorable aparición aquí como uno de los villanos), y también tenemos fugazmente a Jack Elam, que algunos recordamos con cariño.


Nadie ha podido interpretar a ciencia cierta qué quiso decir el ex-comunista Carl Foreman con esta historia tan alejada de los cánones del western, pero su manera de plantar cara al Comité cuando estaba acabando el guion, su enfrentamiento con el generalmente moderado políticamente productor Stanley Kramer por ello - lo que no quita que Kramer mantuviera que era una gran peli, solo que sin lecturas políticas - y que Foreman acabara en Inglaterra y convertido en súbdito británico sugieren que la lectura ¨de siempre¨ es la más plausible (al menos eso opinamos la mayoría: esta y ¨La ley del silencio¨ son la misma historia desde perspectivas opuestas). Lo que es cierto es que es un guion que subvierte todo el género western: aquí cada uno mira por sus intereses antes de por el bien del prójimo. Y tiene otra cosa innovadora: la historia es contada en tiempo real a partir del momento en que Kane se casa con Amy. En pantalla, los relojes cuentan cada segundo de la acción para darle empaque a la idea. Eso multiplica la idea de desesperación progresiva del pobre Kane, abandondado simbólicamente incluso por Dios.

Técnicamente la peli es deliberadamente parca: un pueblo del Oeste típico de cualquier peli, un a fotografía competente (que incluye el mítico plano con la cámamra alejándose de Cooper, mostrando su absoluta soledad, a cargo de Floyd Crosby)... Y un excelente montaje que divide la acción en pequeñas viñetas de ¨slice of life¨ en ese maldito pueblo polvoriento, de cara a mantener la idea de tiempo real de Carl Foreman. Sin grandes escenas de acción y sí mucho diálogo, la película se mueve a velocidad endiablada: no tendrá tiroteos, pero es entretenida a su manera, mantieniendo el interés del espectador de principio a fin. La banda sonora y la canción que Dimitri Tiomkin hizo para la peli son inolvidables. La mitad de los Oscars que se llevo la peli fueron para él: mejor banda sonora y mejor canción.

Una obra maestra del celuloide y una interesante reflexión sobre la naturaleza humana, es imprescindible verla.



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