“La caída de la Casa Usher“ es una experiencia gótica de terror que sencillamente no se puede pasar por alto. Basada en el cuento del mismo nombre y en otras obras clásicas de Edgar Allan Poe, esta miniserie original de Netflix, posiblemente la última de Mike Flanagan para la plataforma antes de su acuerdo con Amazon, es un oscuro y cautivador estallido de horror gótico con un toque de humor negro. La historia se desarrolla en torno a Roderick Usher, interpretado por Bruce Greenwood, un CEO corrupto de Fortunato Pharmaceuticals, quien, sentado en una casa en ruinas, está listo para confesar todos sus pecados tras perder a sus seis hijos. Este oscuro cuento se teje de manera magistral y es una obra maestra de Flanagan.

La actuación de Bruce Greenwood como Roderick Usher es sólida y ancla la historia que abarca décadas. Su personaje irradia una frialdad calculada, pero tras sus ojos se esconde el remordimiento y, más allá de eso, el terror por los secretos que pronto serán revelados. La interacción entre Greenwood y Carl Lumbly, quien interpreta al investigador de la policía C. Auguste Dupin, es decadente y llena de tensión no resuelta por un incidente del pasado que aún no se ha desvelado. La serie presenta una amplia gama de personajes principales, los hijos de los Usher, tanto legítimos como ilegítimos, cada uno caracterizado de manera vívida y distintiva.

Henry Thomas, T’Nia Miller, Rahul Kohli, Kate Siegel y Samantha Sloyan, quienes han aparecido en otras obras de Flanagan, como “The Haunting of Hill House“ y “The Haunting of Bly Manor“, regresan para enriquecer aún más el elenco. Los personajes que interpretan aportan una riqueza a la narrativa, lo que es imprescindible en una serie con un tono tan oscuro. Además, la incorporación de Sauriyan Sapkota como el hijo más joven y salvaje de los Usher es destacable y promete un futuro brillante en las obras de Flanagan.

La serie se adentra en una atmósfera gótica que nunca desaparece, desde la mansión decrépita de Roderick hasta las salas de juntas estériles, los sórdidos clubes nocturnos y los austeros apartamentos que logran transmitir una sensación de claustrofobia. La oscuridad impregna cada rincón del espectáculo, y la música de los Newton Brothers profundiza la experiencia del espectador. A pesar de su tono oscuro y la cantidad de personajes que sabemos que morirán al final de la serie, Flanagan y su equipo de guionistas equilibran magistralmente el horror y la comedia negra. Esta serie no solo es excelente en el género de terror, sino que también es una de las mejores series originales de Netflix. La pérdida de Mike Flanagan y su equipo será un golpe para la plataforma de streaming.

Reportar