La cuarta y última temporada es lo que podríamos denominar como la Temporada de la Discordia. Unos la odian, otros la aman y en mi opinión es sin duda es la mejor junto a la tercera. En ella nos dejamos de subtramas sexuales o situaciones ridículas como Gwen y Rhys comiendo patatas en un camión. En vez de ello, tenemos una trama continuada en formato de miniserie, un único caso que nuestros amigos de Torchwood tendrán que resolver a lo largo de diez capítulos.
La trama parte de una premisa muy simple y la vez interesante: un día cualquiera, nadie puede morir, ni al día siguiente, ni al siguiente. Nadie puede morir y al no existir la muerte, la vida en el planeta Tierra cambia por completo. Los hospitales se encuentran abarrotados de enfermos y gente a las puertas de la muerte que tienen que consumir medicamentos día a día. Debido a esto, los gobiernos adoptarán serias medidas, clasificiando a los humanos en tres categorías: los vivos, los enfermos que pueden sobrevivir y los que deberían haber muerto. Por supuesto, al no haber muerte, los gobiernos acabarán por adoptar medidas críticas para acabar con la sobrepoblación, pero no revelaré más acerca de ello, ya que es algo que es mejor verlo.
¿Y qué pinta Torchwood en todo esto os preguntaréis? Pues que un par de agentes renegados de la CIA se alían con los supervivientes Torchwood para intentar descubrir cuál es la causa de este misterioso Milagro, lo que les meterá de lleno en una gran conspiración. Como podéis ver, en esta temporada no hay extraterrestres, al menos de entrada, sino que los enemigos son una misteriosa organización al estilo los Iluminatti, llamados Las Tres Familias, que dominan las esferas políticas, la bolsa y la prensa. Y qué queréis que os diga, a mí me acojona más un gobierno en la sombra que un alienígena que parezca un salero.
Otro punto fuerte de la temporada son los personajes. Jack sigue siendo el puto amo como en las tres primeras temporadas, pero aquí el personaje se siente mucho más humano y vulnerable primero por la pérdida de Ianto y luego porque durante el Milagro él se convierte en el único mortal sobre la faz de la Tierra. Gwen, que llegó a resultarme un tanto odiosa, aquí está genial, sobretodo por la dramática y emotiva subtrama en la que tiene que poner a salvo a su moribundo padre.
En cuanto a los nuevos personajes, lo cierto es que en esta temporada tenemos a bastantes de ellos. Los dos agentes de la CIA, Rex Matheson y Esther Drummond, me parecieron todo un acierto, y muy complementarios, ya que mientras que el primero era un cínico que podía llegar a resultar odioso, la segunda era una chica dulce y sencilla. Hubo momentos en los que incluso llegué a ver en ellos destellos de Owen y Toshi, ya que tienen algunas cosas en común. Los destinos que sufren Rex y Esther al final de la temporada me parecen más que acertados.
Quizá uno de los puntos que más le molesta a la gente, en su mayoría fanáticos de Doctor Who, es que al final de la temporada Rex adquiera la inmortalidad, igual que Jack, porque se había metido por vena la sangre de este para poder detener entre los dos el Milagro. La gente no concibe que haya dos inmortales por todo ese rollo que el Doctor le dijo a Jack sobre que ¨era un punto fijo en el tiempo¨. Perdonad, ¿pero no puede haber dos puntos fijos en el tiempo? ¿No os cabe eso en la cabeza? Rex es inmortal simplemente porque tenía la sangre de Jack dentro de su cuerpo cuando se revirtió el Milagro y, dado que Jack era mortal en ese momento, la Bendición revirtió el milagro, convirtiendo en mortales a los inmortales (toda la población) e inmortales a los mortales (Jack y Rex). Rex no se convierte en inmortal por llevar la sangre de Jack, sino porque al derramarla sobre la Bendición, esta lo considera otro inmortal como Jack.
Volviendo al tema de los nuevos personajes, cabe mencionar también a Bill Pullman, que interpreta a un pedófilo llamado Oswald Danes, que tuvo la suerte de sobrevivir a su ejecución el día que comenzó el Milagro. Todo el arco argumental de Oswald me parece soberbio, el problema es que al final no logran darle un papel relevante en la trama del Milagro, más allá de lo que hace en el clímax final.
En general, una buena temporada que merece mucho la pena. Y lo mejor de todo es que no es necesario ver las otras tres temporadas para entenderla. Recomendable.
La tercera temporada de Torchwood es una miniserie denominada Los Niños de la Tierra y lo cierto es que para mí es lo mejorcito de Torchwood, la crem de la crem, el punto álgido de la serie. Vale, ya no tenemos a Owen Harper ni a Toshiko, pero la miniserie merece mucho la pena.
En esta tercera temporada, descubrimos que unos extraterrestres llamados los 456 llegan a la Tierra reclamando la décima parte de los niños de la población mundial. No es la primera vez que vienen a nuestro planeta, la primera vez fue en 1965, año en el que el gobierno de Reino Unido se vio obligado a entregarle doce niños, los cuales al ser huérfanos nadie echó en falta. Cuarenta y cinco años después la cuestión es distinta, y el gobierno sabe que no podrá ocultar la desaparición de semejante cantidad de niños.
Y como siempre, por supuesto, Torchwood está de por medio, ya que fue Jack Harkness el hombre que tuvo que entregarle los niños a los extraterrestres. Ahora, cuarenta y cinco años después, el primer ministro de Reino Unido ordena asesinar a Jack Harkness y a su equipo de Torchwood, para que de esa forma nadie pueda saber que el gobierno ya había mantenido contacto con los 456. Pero los agentes de Torchwood sobreviven al intento de asesinato y comienzan a tirar del hilo, descubriendo la verdad sobre el asunto.
Para mi gusto, la miniserie comienza muy flojita, ya que Gwen Cooper tiene un exceso de protagonismo en los dos primeros capítulos y lo cierto es que aquí Gwen ya es una Mary Sue por completo, un personaje plano de tomo y lomo, basta con verla disparando a la vez con dos pistolas o esas escenas en las que pone cara de intensa como si se creyera guapa, cosa que no recuerdo que hiciera en las primeras temporadas. Si a eso le añadimos ridículas escenas como ver a Gwen y a Rhys pelando patatas en un camión, pues la miniserie no empieza demasiado bien. Además, toda la trama burocrática, aunque interesante, se hace algo lenta hasta la llegada de los 456, la cual se produce en el ecuador de la serie, en el tercer capítulo. A partir de ahí, la calidad sube más y más.
No obstante, esta temporada tiene muchísimas cosas buenas. Para empezar, nos presentan al entorno familiar de Ianto Jones, y además Ianto es un personaje que ha tenido una gran evolución a lo largo de la serie. Ya no es el chico que pone cafés o encarga pizzas, ni va llorando por las esquinas por tener una novia androide, sino que ahora es un agente de Torchwood que arriesga su vida tanto o más que Jack y Gwen. La muerte de Ianto, a manos de los 456, es posiblemente uno de los momentos más tristes y dolorosos de toda la serie, y las palabras que le dice a Jack antes de morir son tan tristes como ciertas. Para Jack, que llegará a vivir toda la eternidad, Ianto solo será uno más y solo es cuestión de tiempo que acabe por olvidarlo. Puede que Jack le diga que no de corazón porque de verdad lo amaba, ¿pero cuánto tiempo tendrá que pasar hasta que Jack conozca a mucha más gente y Ianto se convierta en un recuerdo cada vez más remoto?
Por otra parte, otra subtrama atractiva en la miniserie es la de Jack. Aquí se nos muestra más sobre la inmortalidad de Jack y cómo él tiene una hija que parece de su misma edad o incluso más vieja y tiene un niño pequeño. Una idea que muy similar a la que tenían pensada incluir en la película Los Inmortales y aquí funciona de maravilla. Además, a lo largo de la miniserie Jack se nos muestra más humano de lo que nunca lo habíamos visto.
Otro punto destacable es la apariencia de los 456, que resultan aterradores, primero porque no se pueden ver, segundo porque no se pueden matar así como así, y tercero utilizan a los niños como una forma de supervivencia, como una droga de la que se alimentan, manteniendo al niño vivo durante cientos de años, pero conectado a ellos. La idea de convertir a un niño en esa clase de criatura es horrible, y por ello me resulta incluso piadoso lo que el personaje de Peter Capaldi llega a hacer con sus dos hijas cuando se entera de que ellas serán entregadas a los 456. Desde luego, yo también preferiría la muerte para mis hijos que condenarlos a esa eterna tortura.
Hablando de Peter Capaldi (el actual Doctor Who), creo que interpreta a un gran personaje, un político de poca monta, con muchos matices y que actúa como negociador con los 456. Pienso que Capaldi estuvo sublime en su papel y ya tengo ganas de verlo en Doctor Who. Por otra parte, esta miniserie cuenta con unos secundarios bastante buenos, desde la anciana secretaria de Capaldi (la aya de Sansa en Juego de Tronos), el científico que sabía de las transmisiones de los 456 (Kevan Lannister, otro de Juego de Tronos), la pistolera del gobierno (increíble la evolución de esta mujer en tan pocos capítulos) y sobre todo Lois Habiba, un personajazo que para mi gusto es mucho mejor que la sosa de Martha Jones. Además, de los viejos personajes también siguen adquiriendo protagonismo Rhys y el agente Davidson, el compañero poli de Gwen.
El problema que le veo es que, tras esta miniserie, dan a entender que Torchwood muere, que ya no va a continuar y los únicos que siguen en activo, pero huyendo del gobierno, son Gwen y Rhys. Creo que deberían haber dejado la puerta abierta a que Torchwood siguiera funcionando al margen de todo con Davidson, Lois Habiba o incluso la pistolera. Creo que eso nos hubiera ofrecido una cuarta temporada mucho mejor.
A lo largo de la serie, hay determinados momentos que creo que merecen la pena ser mencionados. El primero por supuesto es la muerte de Ianto, absolutamente desgarradora, pero hay más. Por ejemplo, la escena en la que los políticos se reúnen para saber qué hacer contra los 456 y cuando ven que no pueden luchar contra ellos, proponen entregarle a los niños. ¿Pero qué niños? Algunos empiezan diciendo que se debería hacer de forma aleatoria, pero otros afirman que no sacrificarán a ningún hijo de político ni a ningún niño que vaya a escuelas privadas y que se centrarán en entregar solo a los niños de escuelas públicas porque ellos ¨son sacrificables¨. ¿Os suena de algo? Sí, a mí también, actualidad política pura y dura.
El otro momentazo es cuando Gwen, ese personaje tan hostiable, parece redimirse un poco de su subnormalidad y habla sobre el Doctor, y lo que dice es precioso. Básicamente que probablemente el Doctor, quien tantas veces ha salvado la Tierra, a veces mira a los humanos y cuando ve las atrocidades que cometen (como sacrificar niños, en este caso), decide mirar a otro lado porque no merecemos ser ayudados. Pero sin duda, el momentazo por excelencia de la serie es cuando Jack necesita sacrificar a un niño para derrotar a los 456, pero el único niño que tiene a mano es su propio nieto, por lo que se ve obligado a tomar una dura decisión que destrozará su vida y la de su hija para siempre. Un niño por la vida de toda la humanidad, para mí es un precio aceptable para salvar a los niños de todo el mundo, ¿y si hubiera sido el 10%? ¿Hasta qué punto algo es aceptable o no?
En definitiva, una gran temporada que no dejo de recomendar, tanto como si te gustaron las dos primeras temporadas como si no. Merece muchísimo la pena.
La segunda temporada es muchísimo mejor que la primera. En ella, los casos que se nos plantean son mucho más interesantes que en la primera temporada y más o menos todos los personajes tienen una evolución bastante aceptable.
Quizá el único defecto que le veo es que en la primera temporada, había episodios centrados en la vida sexual de los protagonistas, lo que le daba un punto adulto a la serie, y en cambio en esta segunda temporada los temas a tratar son más para todos los públicos. Otro defecto que le veo a esta segunda temporada es que Torchwood siguen siendo los cinco personajes que conocíamos en la primera temporada, pero ninguno más. De vez en cuando son ayudados por personajes como Rhys, John Hart o Martha Jones, pero poco más. Me hubiera gustado ver a un nuevo integrante fijo en Torchwood.
Jack Harkness continúa siendo el puto amo y John Barrowman lo interpreta de una forma genial, en esta temporada además se ahonda en su pasado y descubrimos que cuando era niño tenía un hermano llamado Gray, que supuestamente murió por su culpa. Owen también está inmenso en esta temporada y es que más o menos hacia la mitad de temporada, es asesinado y Jack lo resucita, convirtiéndolo en algo parecido a un zombi, que es incapaz de comer o beber. Toshi también está bastante bien, y aunque su personaje no era uno de mis favoritos, creo que aquí le cogí mucho cariño, ya que es un personaje que ha sufrido mucho. Ianto, por otra parte, se vuelve un personaje bastante plano, pero sigue resultando muy simpático y adquiere mayor protagonismo en la primera temporada, ya que ahora interviene más en la misiones. Quizá el peor personaje de la serie sea Gwen Cooper, que en esta segunda temporada es poco menos que una Mary Sue en potencia. Por otra parte, Rhys, el novio y luego esposo de Gwen, empieza a crecer como personaje en esta temporada, en especial en el capítulo Carne.
Respecto a los nuevos personajes, creo que John Hart, interpretado por el siempre genial James Masters, es uno de los mejores aportes de la nueva temporada, ya que es algo así como la antítesis de Jack Harkness y es un personaje ambiguo, que hasta el último momento no sabes si resultará bueno o malo. El segundo personaje, Martha Jones, es un personaje traído de la serie Doctor Who y que aparece solo en tres capítulo; extrañamente, en Doctor Who resulta hostiable pero aquí incluso pude tolerarla, cosa muy rara, y creo que el cambio de actriz de doblaje pudo tener que ver. Respecto al villano de temporada, que no diré quien es, resulta bastante acertado, si bien yo le hubiera dado muchos más minutos en pantalla.
Para mí, personalmente esta es la mejor temporada, y en el último capítulo estuve a punto de soltar auténticos lagrimones por las muertes de Owen y Toshi. En mi caso sufrí sobre todo por la de Owen, que era mi personaje favorito, e igual que ocurrió en Doctor Who con la muerte del Décimo Doctor (en cierto modo, los dos mueren de forma similar), ambos merecían haber sobrevivido a los acontecimientos, pero así es la vida y así de cruel es Torchwood.
Una gran temporada, muy recomendable. A ver cómo están las siguientes.
Entrañable y entretenida serie de un grupo de personas, lideradas por el inmortal capitán Jack Harkness, que se dedican a enfrentarse contra aliens y todo tipo de seres extraños, de espaldas al gobierno y la sociedad, al más puro estilo Men in Black.
La primera temporada, si bien no es mala, resulta bastante irregular. Comienza bastante bien, aunque algunos episodios que flojean bastante. La serie está planteada de un modo muy inteligente, ya que pone al espectador en la piel de Gwen (Eve Myles), una policía que se cruza en el camino de Torchwood y comienza a trabajar para ellos casi por casualidad, como le ocurría a Will Smith en Men in Black. Por tanto, durante parte de la temporada, Gwen es la herramienta que nos permite a nosotros como espectadores adentrarnos en el mundo de Torchwood.
Sin duda, uno de los grandes méritos de Torchwood es su tono adulto, que le permite explorar de forma explícita temas como la sexualidad, la homosexualidad, y en ocasiones muestra incluso un poco de gore, cosa extraña en una serie británica.
Por otra parte, lo realmente meritorio de Torchwood son sus personajes, ya que esto no deja de ser eso, una serie de personajes y no de tramas. En primer lugar tenemos a Jack Harkness (John Barrowman), el líder de Torchwood, un hombre inmortal al que no hay que sea capaz de matarlo, ni siquiera la vejez, cosa que le tortura psicológicamente, ya que tiene varios cientos de años y ha visto demasiado; por otra parte, es un personaje muy carismático, gracioso, pansexual (le van los tíos, las tías y los extraterrestres), y en ocasiones incluso amoral.
El segundo personaje importante es Gwen, la policía que acaba convertida en la mano derecha de Jack Harkness, una chica sencilla que vive con su novio Rhys y a la que la aparición de Torchwood supondrá un completo cambio en su vida. Es la típica protagónica valiente, a veces demasiado confiada, y que se acuesta de vez en cuando con Owen, otro de sus compañeros, aunque por supuesto Rhys no sabe nada de la existencia de Torchwood.
Owen Harper (Burn Gorman) es el personaje más desagradable de la serie, cínico y mujeriego pero con su parte sentimental, es incluso más amoral que Jack Harkness, pero al mismo tiempo tiene un fuerte sentido de la justicia o de tomársela él mismo con sus propias manos. Ni que decir tiene que es mi personaje favorito, además de ser el único machote que ha acabado acostándose con Gwen.
También está Toshiko, la informática y doctora del grupo, una persona bastante más formal que todos sus compañeros, y con un bajo concepto de sí misma, lo que hace en un determinado capítulo acabe dando de lado a sus compañeros porque le hace más caso una despampanante chica rubia que acaba resultando un peligroso alienígena.
El quinto en discordia aquí es Ianto, un tipo que es clavadito a Quentin Tarantino y que funciona como una especie de chico de los recados y secretario, el personaje que siempre permanece en la instalación de Torchwood y casi nunca participa en la acción. Ianto ofrece uno de los mejores capítulos de la primera temporada, en el que se descubre que tiene una novia cyborg encerrada en Torchwood, lo que causa grandes estragos.
Otro punto positivo para Torchwood, aparte de los ya citados, es que funciona como procedimental, con capítulos independientes entre sí, y con tramas de lo más locas que hacen que cada uno sea distinto del anterior. En un capítulo, Torchwood acaba enfentándose a un grupo de paletos caníbales, en otro tienen que hacer frente a hadas del bosque, y en otro tienen que descubrir quién es la criatura que está convirtiendo en polvo a algunos hombres jóvenes. No obstante, esto es un arma de doble filo, ya que aunque más episodios muy buenos, como de los paletos, la alienígena que se alimenta de chicos o los ya citados de Toshiko y Ianto, hay también otros menos buenos, como por ejemplo uno en el que Jack y Toshiko acaban viajando en el tiempo a 1940.
Otro defecto que adolece la primera temporada de Torchwood es que el antagonista de la temporada, una especie de Antonio Gala que quiere traer a la Tierra a Abaddón el Exterminador, resulta un tanto flojo comparado con los protagonistas, ya que no es mucho mejor que cualquier otro malo episódico. En la serie Doctor Who, hermana de esta, son mucho más creativos a la hora de crear villanos de temporada.
Pero en general, una buena serie, que no dudo que tendrá una segunda temporada mucho mejor que la primera.
a mi la serie tb me encanto pero la 4ta temporada no me gusto para nada no se le falto algo y es q era la misma persecucion igual q en la 3 parte solo q en esta parte hasta el capitulo 9 no ensenaron ningun estraterrestre ni nigun peligro verdadero solo estaban investigando cosas y creo q la hicieron de maciada larga me gustaba mas cuando hacian capitulos indibiduales en los q ellos resolvian los casos se terminaba el capitulo y el nuevo capitulo era un caso nuevo pero bueno aveces eso pasa esperemos q para la 6 temporada la serie se ponga mejor
La verdad que esta serie me encanta. Me enganchó desde el principio, buena temática, buenos personajes, buena música... Lo que mas me ha gustado es esa atípica tercera temporada de tan solo 5 episodios, pero sinceramente...los mejores 5 episodios que he podido ver. A ver como se desarrolla la 4ª temporada
La serie se acaba de emitir en España a traves de NITRO y CUATRO. Como es habitual, con un doblaje digno pero con escenas recortadas. Se ha emitido en Cuatro, con una audiencia decente, pero sin que se le haya dado la repercusión que merece. A mi, al contrario que el comentario anterior, si me parecio interesante la primera temporada, con un toque oscuro y con un aire de los 70, aunque reconozco que la segunda mejora sobre todo a mitad de temporada notablemente. La tercera, una minitemporada, es de nota. MUY RECOMENDADA.
Serie británica producida por la prestigiosa BBC y derivada de la longeva ¨Doctor Who¨, con la acción situada en Cardiff, Gales, donde funciona un equipo especial encargado por el Gobierno para casos relacionados con lo extraño, sobrenatural y el control de las posibles actividades extraterrestres, al mando del ambiguo Capitán Jack Harkness (John Barrowman), personaje que además tiene la ¨peculiaridad¨ de ser inmortal. Como buena serie inglesa tiene sobriedad, notables interpretaciones y efectos especiales resultones valorando que su presupuesto es mas limitado que el de producciones americanas de estas características; destacando ese aire un tanto oscuro que recuerda a otras series de este género realizadas en este país en los 70 y 80.
En mi opinión, y al contrario que ocurre a veces, la segunda temporada mejora claramente a la primera, que empieza bien pero acaba perdiéndose un tanto en las relaciones personales de los protagonistas (la temática LGTB está muy presente en toda la serie). Hay una mini-tercera temporada (habida cuenta que (SPOILER) al final de la segunda murieron dos de los personajes protagonistas) que no se ha visto en España, y que supuestamente iba a ser la final; pero parece ser que habrá continuación en una cuarta.
Una vez más, una serie que vi por casualidad y que me agradó más de lo que pensaba.
La historia no es original, pero no cabe duda de que entretiene un rato. Los bichejos esos son bastante variados, y las historias intrigan e ingluso hacen gracia. Los efectos son bastante buenos y las actuaciones no están mal.
En conclusión, buenísima y muy entretenida, una vez más sus responsables en España no la saben aprovechar!
La verdad es que para ser británica, la serie está muy bien, tiene buenos efectos especiales y un gran maquillaje pues por ejemplo los sapos por están muy logrados. Por cierto, es una serie que mantiene la acción capítulo a capítulo, y no pierde el rumbo, la segunda temporada está siendo fiel a lo que fue su primera edición, incluso diría que es más entretenida la segunda.
Una serie bastante interesante, con un maquillaje bastante bueno y buenos episodios. Una buena serie!
Críticas: 12
lkennedy31
8
Me gustó mucho esta serie, spin-ff de Doctor Who. Los episodios y sus tramas son entretenidas, los personajes carismáticos y empatizas fácilmente con ellos y además, es novedosa, ya que no hay muchas series que tengan un protagonista gay. Muy recomendable.
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