Sinopsis:
Fenimore Fillmore trata de evitar que un viejo vendedor sea atacado por unos ladrones, quien a su vez esta llevando accidentalmente a un anciano a su muerte pasandole loción capilar. A sólo unos minutos antes de su muerte, el vendedor ambulante revela que era propietario de uno de los tres cráneos que desbloquean el tesoro de los toltecas. Fenimore se apodera del cráneo, pero es disparado luego por + los ladrones y se desmaya, con el cráneo siendole robado por los ladrones. Cuando vuelve en sí, se dispone a recuperar los tres y descubrir el propio tesoro. Y, por supuesto, al lado de Fenimore, algunas otras personas también están buscando estos cráneos...
"Las 3 Calaveras de los Toltecas" es una aventura gráfica en tercera persona de dibujos animados en la misma línea que "The Secret of Monkey Island". La interfaz se basa en apuntar y hacer clic con el ratón, y al jugador se le da una lista de verbos para seleccionar para realizar acciones: abrir, cerrar, recoger / dar, usar, mirar, moverse, hablar, similar a los juegos de LucasArts a los que emula. Una vez que una determinada parte del territorio ha sido cubierto, el mapa estará disponible para el viaje, o el jugador puede viajar en las vías del tren con una carretilla de bombeo de mano o viajando en un burro. Los rompecabezas son basados en inventario, y el jugador debe hablar con otros personajes en el juego y recoger los artículos con el fin de resolverlos. En muchas conversaciones, a los jugadores se les da múltiples opciones de lo que responderá Fenimore. La elección del jugador afecta en gran medida su proceso en el juego.
Jack el Destripador
¨Las 3 Calaveras de los Toltecas¨ se trata de una esas joyitas del software español, y primer juego protagonizado por el cowboy Fenimore Fillmore, una especie de Guybrush, pero sin la gracia y carisma de este.
Con joyita me refiero más que nada a que muy pocos conocen este juego, el cual tiene una enorme calidad artística y un par de escenas y situaciones memorables que nos harán reír y que hacen que el juego valga la pena ser jugado. Ahora,... (seguir leyendo)