Fenomenal continuación exclusiva de la Megadrive que respetaba (todavía) el desrraollo del original, añadiendo más monstruos, niveles y armas, además de nuevas situaciones. Con un gran apartado técnico y un gran sonido. Lástima que la dificultad también fuera superior a la primera parte (que ya era altita), si no, hubiera sido sobresaliente.
Juegazo, clasicazo, indispensable.
Recuerdo que cuando era un crío imberbe ví un par de fotos en la típica revista de videojuegos, y me enamoré de él.
Gráficos muiy guapos para áquel entonces (sprites grandes y logrados).
Una banda sonora acorde con la genial ambientación de la que gozaba.
Sangriento a dolor.
Dificultad muy ajustada.
En fin. Ahora es el momento da jugarlo, vía emuladores o descarga de juegos virtuales.
Ponerse la máscara del terror nunca fue tan divertido.
Recuerdo que cuando apareció era de lo mejorcito, tenía unos sprites grandes y unos gráficos muy coloridos. Su estética parece calcada a la de Jason de Viernes 13, razón por la cual en la primera entrega de Turbografx el protagonista llevaba una máscara de color Rojo.
Para esta segunda entrega, la cual jugué bajo el formato de Sega Megadrive, el prota vuelve con la máscara blanca, como dios manda.
Es un juego arcade de avance slide horizontal y prima la violencia de las muertes de nuestros enemigos, entre visceras y cantidades inmensas de sangre o fluidos.
En general esta bien y entretiene aunque en cuanto a jugabilidad quizás flojea un poco. Aún así no deja de ser un clásico y digo de jugar, sobretodo para los amantes Splatter (gore).
Críticas: 5
ADC
6
Buena continuación del primer ¨Splatterhouse¨, con nuevos enemigos, escenarios, armas, etc.
Aunque haya dado un ligero cambio de imagen al personaje de Rick (igual que en ¨Splatterhouse 3¨), sigue con los mismos movimientos que en el primer juego.
Con un final muchísimo mejor que en la primera parte, ¨Splatterhouse 2¨ no debe faltar en la lista de juegos jugados de personas aficionadas a los arcades. Un 7.
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