Estados Unidos,
15 de Septiembre de 1946 78 años
Un poco de su vida:
William Oliver Stone nació en Nueva York. Su padre era un agente de bolsa judío y su madre, francesa, y católica; él más adelante se convertiría al budismo. Estudió en las universidades de Yale y Nueva York. Participó como soldado en la Guerra de Vietnam, en la que fue herido dos veces. Este hecho marcará su vida y es protagonista de algunos de sus mejores trabajos.
Sus trabajos...
+ cinematográficos se inspiran en hechos reales. Sus primeros contactos con la industria del cine (sin contar los trabajos de guión y/o dirección en películas menos conocidas) fueron como guionista de gran éxito. Suyos son los guiones de El expreso de medianoche de Alan Parker (1978), Conan el Bárbaro de John Milius (1982), y Scarface de Brian De Palma (1983.El paso al primer plano de la actualidad cinematográfica se produce con la dirección de Platoon en 1986, con la que obtendrá el Óscar a la mejor dirección. En 1987 realizó Wall Street, una de sus mejores películas, y en la que narraba las peripecias de un tiburón de las finanzas, bien interpretado por Michael Douglas, que ganó un Óscar por este rol.
Tras una breve pausa con la menos ambiciosa Talk Radio, Stone regresó con su segunda película sobre el Vietnam, que sería muy diferente en enfoque y objetivos respecto a Platoon. Born in the fourth of July (Nacido el 4 de julio), protagonizada por el ascendente Tom Cruise, quien sería nominado al Óscar, es el relato de un veterano del conflicto, discapacitado por sus heridas de guerra, quien pasará de ser un fervoroso soldado a un activista en contra de la guerra. Sería el segundo y último Óscar como director para Oliver Stone.Imparable, y muy trabajador, al año siguiente (1990) realizaría The Doors, una poco valorada recreación de la vida del famoso grupo, y fundamentalmente de su líder, Jim Morrison, encarnado por Val Kilmer, y un año después realizaría la que para muchos es su película más importante como cineasta: JFK: caso abierto.
Su relato sobre la investigación que el fiscal Jim Garrison desarrolló en los años 60 sobre el asesinato de John F. Kennedy, causó un enorme revuelo debido al planteamiento de una conspiración y contribuyó a hacer crecer su imagen (muy autofomentada) de provocador.
Dos años después estrenó su tercera película sobre el Vietnam, Heaven & Earth, protagonizada por Tommy Lee Jones, que pese a no tener el impacto de las dos anteriores, certificó su versatilidad y las pocas facilidades que se dio narrando una historia de amor entre un veterano y una vietnamita, y siendo capaz al mismo tiempo de regresar al conflicto con una tercera óptica.
Al año siguiente, 1994, adapta y cambia libremente un libreto de Quentin Tarantino, para afrontar una de sus películas más provocadoras y atacadas por la crítica, Natural born killers (Asesinos natos), que narra las peripecias de dos asesinos sociópatas que dejan un inefable rastro de sangre a su paso. Combinando todo tipo de objetivos de cámara, negativos en color y B/N, incluso animación, con un montaje alocado y demencial, Stone intentó llamar la atención por todos los medios posibles, logrando un notable éxito de taquilla.
En 1995 regresa al melodrama con el retrato de uno de los líderes más controvertidos de la historia de EE. UU., Richard Nixon, con su biopic Nixon. Interpretado con gran solidez por Anthony Hopkins, la película obtuvo una respuesta fría de público y crítica.
Sin película en 1996, el año 1997 verá su regreso con el thriller U-Turn, que cuenta con Sean Penn como protagonista, y con Jennifer Lopez, Nick Nolte y Billy Bob Thornton. Hermana de Natural Born Killers, aquí el director relajó un poco el ritmo del montaje para ofrecer un relato de turbia atmósfera de un tono casi humorístico.
En 1999 daría una sorpresa a sus seguidores con Any given sunday, sobre el mundo del fútbol americano
En la presente década su ritmo de estrenos ha decrecido. Desde su consagración había mantenido una media de un film por año o cada dos años. Sin embargo, después de Any given sunday, el director intentaría reorientar su carrera hacia objetivos más trascendentes.
Una trilogía de polémicos, combativos y sólidos documentales, volvería a situarle en el candelero de los realizadores más comprometidos y más atacados al mismo tiempo. En 2003 estrena Comandante, en torno a la figura del presidente cubano Fidel Castro, en la que se asiste a una extensa entrevista-río que no fue del agrado de los anticastristas, por considerar que Stone, quien se encargaba no sólo de labores de dirección sino también de aparecer en pantalla formulando las preguntas (a la sazón es buen amigo y en cierta forma admirador de algunas ideas políticas de Fidel Castro), era demasiado blando e incluso aquiescente con las respuestas de Castro.
Ese mismo año, 2003, estrenaría un importante documental sobre el conflicto palestino-israelí, Persona non grata, que no sólo daba cuenta de ese gran problema, con declaraciones de numerosos responsables políticos , sino que intenta comprender qué ocurre en esa parte del mundo.
En 2004 regresaría a Cuba, para montar una segunda parte de Comandante, titulada Looking for Fidel, con motivo de la ejecución, por parte del gobierno cubano, de tres supuestos disidentes o terroristas. En esta ocasión Stone sí se mostró más agresivo y crítico con las soluciones de Castro, por lo que se apaciguaron un poco las voces que atacaban a Stone de instrumento castrista, pero a muchos aún les pareció excesivamente blando.
Ya entonces estaba preparando uno de sus filmes más personales, ambiciosos y soñados, la narración de la vida del ínclito Alejandro Magno, que él titularía Alexander. Con Colin Farrell como protagonista, elección que a muchos no terminó de convencer, Stone relata en clave historicista, épica y lírica el viaje emocional de Alejandro a lo largo de sus años de conquista. Aunque con distribuidora norteamericana, el filme contó con financiación mayoritariamente europea, con lo que Stone se aseguró poder hablar de forma explícita de la bisexualidad del conquistador y de su relación con Hefestión. Principalmente por esta razón y por su mayor rigor histórico, la película no respondía a los cánones habituales al cine de aventuras de Hollywood, y resultó un fracaso en EE. UU. mientras alcanzaba un grandioso éxito en Europa.
En 2006 se enfrentaría por primera vez al evento de la destrucción de las Torres Gemelas de N.Y., en la película World Trade Center, que narra la historia verídica de dos agentes de la policía portuaria, uno de ellos interpretado por Nicolas Cage, que sobrevivieron milagrosamente al derrumbe de la estructura que mató a centenares de bomberos y policías. Los que esperaban un análisis político y de denunca de Stone sobre el tema político más importante de EEUU en los últimos cuarenta años quedaron por tanto decepcionados.
También en 2006, hizo un pequeño cameo en la película de Santiago Segura Torrente 3: El Protector. Aparece en una escena de un bar de copas, donde Torrente busca pelea con Iker Casillas y Guti, y afirma que «un maricón inglés» y él van a darles una paliza. Este personaje es Oliver Stone.
En 2008 dirigió un biopic sobre George W. Bush, llamado W., narrando la controvertida infancia del Presidente, su relación con su padre, su lucha contra el alcoholismo, el redescubrimiento de su fé Cristiana, su carrera política y su mandato presidencial durante la invasión de Iraq de 2003. La película está basada en un guión de Stone y Stanley Weiser, con quien co-escribiera así mismo Wall Street.
Actualmente prepara una nueva incursión en el viejo tema del Vietnam con Pinkville, protagonizada por Bruce Willis, y que se acerca a la masacre de My Lai, donde cientos de vietnamitas fueron asesinados por los soldados americanos. A la vez está preparando el documental llamado "Al Sur de la Frontera", ésta vez sobre el resurgir de la izquierda en América Latina, en especial en Venezuela con su presidente Hugo Chávez.
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