Sin duda estamos ante uno de los telefilms más emblemáticos de la historia de las tv movies de género fantástico. Con Dan Curtis en la producción y Richard Matheson en el guión, (dos monstruos que tanto han aportado en cuanto a historias, series de televisión y películas de género) se sacan de la manga un estupendo telefilm de suspense y terror, a la vez que crean un personaje (el protagonista del film interpretado por Darren McGavin) absolutamente fabuloso, del que el buen hacer de John Llewellyn Moxey en la dirección le da la guinda perfecta al producto.
Carl Kolchak es un periodista que trabaja para un periódico de Las Vegas... es un hábil reportero que sabe moverse como pez en el agua para estar al pie del cañón, de los que aparece en el lugar de los hechos incluso antes de que estos ocurran. Kolchak es un tipo listo, sarcástico, simpático y además viste de forma muy peculiar. Resulta que empiezan a aparecer una serie de mujeres que han sido asesinadas y que además, todas ellas tienen algo en común: han sido parcialmente desangradas.
La historia ocurre en la ciudad de Las Vegas de 1972, con todo lo que ello conlleva...es decir, procedimientos y métodos mucho más rudimentarios de los de ahora para poder atrapar al asesino, que por otra parte, da la sensación de ser alguien de aspecto sobrenatural.
El telefilm se divide principalmente en dos vías paralelas:
Por un lado la relación de Kolchak con todos los que le rodean...una relación de auténtico despropósito. Todo el mundo parece estar en su contra...y hasta molesta su presencia y su aparente actitud de sabelotodo. El director de su periódico, los jefes de la policía, el fiscal, y en general todos los tipos que manejan este tipo de asuntos. Tan solo su amigo Bernie y la chica con la que convive, Gail, deciden apoyarlo. Todo el departamento policial se niega una y otra vez a hacer caso a Kolchak y empeñados en emplear los métodos rutinarios, dejan escapar al asesino... en una actitud desesperante cuando se visualiza la historia.
Por otro lado tenemos la investigación de Kolchak siguiendo las pistas del asesino...pistas que indican que no estamos ante un hombre, sino ante un vampiro... Es muy curiosa la secuencia en la que el vampiro entra al hospital a robar botes de sangre y de como con una fuerza descomunal, consigue deshacerse de varios policías.
La película se desarrolla de forma más o menos correcta en cuanto a niveles de terror...estamos ante un telefilm de 1972 y las secuencias de sangre y violencia son bastante moderadas para lo que se puede ver en años posteriores...además, estamos ante un film para televisión.
Los 75 minutos dan para una película muy entretenida con una parte final que se ve venir, es normal, en la que Kolchak se enfrenta cara a cara con el vampiro en su propia guarida.
Comentar el agridulce sabor que se te queda cuando ya está todo resuelto y como la burocracia se encarga de tergiversar la verdad para hacer que todo parezca ante el público como conviene que parezca...y como Kolchak es maltratado y humillado por toda la tropa de ¨mandamases¨ que en realidad, le deben a él haber librado a la ciudad de un asesino que jamás hubieran podido detener por los medios reglamentarios.
Con un aire a episodio piloto (aunque en realidad no lo fue exactamente), acaba con la voz de Kolchak tal como al principio, narrando en su grabadora los acontecimientos de esta historia.
Un telefilm pionero cuyo concepto principal (periodistas y/o investigadores de casos sobrenaturales) fue años después copiado hasta la saciedad.
Una historia sobre vampiros bastante original e interesante, mostrándolo de una manera realista, en un mundo realista en el que la gente no cree ni viendo con sus propios ojos, y con la desinformación por medio.
Críticas: 3
Krivo
9
Vi las dos primeras películas de Kolchak, siendo un adolescente. The Night Stalker y The Night Strangler. Y me causaron impacto, especialmente, la terrorífica figura del vampiro de la primera. Volví a ver ambos telefilmes décadas después, ahora con mis hijos en edad escolar. Y ellos sintieron la atmósfera de suspenso y temor que crean las películas, particularmente el imponente vampiro. La conclusión es que un producto televisivo con un muy buen guión, adecuado manejo de la cámara y excelentes actuaciones (Darren Mc Gavin hace una creación y los demás están muy bien), trasciende en el tiempo y será apreciado también por las nuevas generaciones.
Mi puntuación va para el primer telefilme: The Night Stalker y aparte de las razones ya señaladas, también se justifica por ser un aporte al tema vampírico, ya que lo moderniza y no es el sempiterno Drácula, sino que lo ubica en la sociedad urbana, (Las Vegas en este caso), rompiendo el molde gótico, algo que ha sido siempre difícil de modificar en el cine, tratándose de estos temas.
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