Distopia mexicana de la cual pensé que vería otra cosa osea un drama con crítica social hacia la sociedad mexicana y esos pueblos que son tierra de nadie comandados por altos rangos de narcotraficantes y me encuentro con una película Distopica que en sí no esta muy alejado de la realidad allá seguramente una niña que vive con su padre en una tierra donde un grupo de narcos mandan y está niña trata de ocultar su género si bien es algo lenta se consigue buenas escenas de suspenso por ejemplo el padre defendiendo a la hija o cuando son obligados a ir a cantar a esa fiesta también la ambientación ayuda mucho en esos pueblos desolados lleno de pobreza y mala vida
Las actuaciones están pasable yo al menos no conozco a los actores se salva algo el padre y la niña hace lo que puede en cuanto la parte final se concentra la acción y algo de muertes y si bien no está mal ese final lo veo un poco exagerado aunque hubiesen cerrado la historia aquí queda abierto a una posible secuela que no se si se hará dentro de todo no está mal tiene algunos fallos pero se puede ver al menos una vez
Críticas: 2
Miguel Arkangel
6
México, ¿en un futuro distópico? ¿en la actualidad? No me queda claro. Un campo de béisbol es utilizado por matones de los carteles de la droga, que es cuidado por Rogelio junto a su pequeña hija Huck. Rogelio recibe droga para su consumo por sus servicios, y oculta el sexo de su hija (con una careta y simulando que es un niño) porque algo terrible, que no se explica, le pasa a las mujeres. Mientras su hija pasa el tiempo con otros niños abandonados que intentan sobrevivir en medio de la nada. Los matones de los cárteles abusan de esos niños, los encierran en jaulas, los mutilan o los asesinan sin piedad. Es una trama desoladora sobre la violencia y la desesperanza, influida por el cine indie norteamericano y el cine realista latinoamericano. Y para los latinoamericanos esto no es ficción distópica, es nuestra realidad cotidiana actual.
Dirige Julio Hernández Cordón, que hace un tipo de cine muy personal, utilizando habitualmente actores no profesionales, y mostrando un realismo descarnado. “Cómprame un revólver” presenta una interesante premisa narrativa y algunos momentos de tensión bien construidos, pero no desarrolla suficientemente los personajes, aunque usa muy bien ese entorno hostil, en esta especie de fábula de terror a medio camino entre la ingenuidad infantil y la crueldad del mundo del narcotráfico.
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