Y dale que te pego...Takashi Miike se ha vuelto a liar la manta a la cabeza y ha hecho lo que le ha salido de los mismísimos coj**es. Pero él es así: este cineasta disfruta haciendo el cine que quiere, y, encima, tiene público...¡quien fuera él!
Esta vez vuelve a su añorado género de yakuzas con el que tantos títulos facturó en la década de los 90, algunos de ellos siendo los mejores de su filmografía, pero dándole una vez más la vuelta y ahora introduciendo un elemento muy importante: la fantasía y la ciencia-ficción.
¡Y vaya revoltijo el que se arma! Tenemos, efectivamente, yakuzas, vampiros, asesinos a sueldo, seres de otro mundo, cazavampiros a lo Van Helsing...Miike se pone de lo más irreverente queriendo regresar, quizás, a su cine más disparatado, incoherente y donde lo más importante es pasar un buen rato.
Lo malo es esa irregularidad que impregna los films de este hombre, ya que, en este caso, tras una decente y tramposa presentación de los personajes (tramposa porque parece todo MUY normal hasta que a Miike se le va la olla), en los primeros 20 minutos, el ritmo de algún modo decae entre diálogos insustanciales, algo confusos, algo infantiles y actuaciones bastante exageradas (...buf...no soporto a Hayato Ichihara, de verdad), aunque la historia es tan libre, tan experimental y autoparódica que te atrapa de un modo extraño...es como si te hiciera tener el sentimiento de querer verla hasta el final pero, al mismo tiempo, deseando que se acabe.
Y sobre todo gana enteros por eso, porque NINGÚN otro director habría tenido lo que hay que tener para llevar tal despropósito a la gran pantalla (¿quizás Robert Rodríguez?), mezclando tanta violencia, artes marciales, una acción de lo más bulliciosa, un extraño “spaguetti western”, una aventura y fantasía muy a lo anime de Gainax, un humor muy tonto y bizarro (¡ay, lo de la rana, por el amor de Dios!, me mató) y un puñado bien grande de invención e impacto visual.
¿La mejor de Miike de esta última década? Ni pensarlo.
¿La mejor de Miike del año 2.015? Para nada.
¿Quizás una de las más entretenidas de su carrera? Las hay mejores.
...pero su apuesta tan arriesgada e imaginativa hace que el mérito sea mucho mayor.
Con esto uno puede fácilmente llegar a la conclusión de que Miike hace películas para él y para sus fans, y cuando le da la real gana; ésta, sin duda, para conectar con su lado más infantil y despreocupado.
Una cosa está clara: se lo tuvo que pasar pipa rodándola.
Una auténtica bazofia nipona que jamás debería haber existido. Una auténtica bazofia de película lenta, aburrida y ridícula que, por desgracia, dura cerca de dos horas.
Yakuza Apocalypse nos cuenta la historia de un integrante de la Yakuza cuyo jefe es emboscado y asesinado por varios de sus enemigos, pero antes de morir le muerde, transmitiéndole una maldición vampírica. El protagonista se convierte entonces en un vampiro, el cual va extendiendo la maldición a medida que se alimenta, y de paso irá a vengar la muerte de su jefe. A priori, la película parece ser la típica de vampirismo, mafia y venganza, pero nada más lejos de la realidad, aunque eso lo comentaré luego.
La película ya empieza fallando, mostrándonos un contexto que al espectador no le interesa lo más mínimo y que se podría haber hecho mucho más corto o menos aburrido. Hay subtramas, como la de la chica del hospital, que directamente sobran por completo. Pasados unos veinte o veinticinco minutos es cuando se nos presenta a los villanos del film y es cuando se produce la vampirización del protagonista. Da la sensación de que a partir de ahí la película se pondrá interesante, pero no es el caso.
A estas alturas de la crítica, cabe mencionar que la mayoría de los personajes no son personajes ¨realistas¨, sino que parecen más bien caricaturas sacadas del anime, como por ejemplo el tipo alto con sombrero negro que parece un inquisidor, el asesino bajito (el actor Yayan Ruhian de The Raid, quizá el único que hace una buena interpretación) o el matón teñido que siempre usa granadas de mano.
Sin embargo, esto va a peor conforme avanza la película, con personajes tan lamentablemente representados como ese Kappa, que directamente es un hombre con una prótesis que hace de pico de ave. Y ya ni hablemos del hombre-rana, pero eso lo dejo para el final. Lo cierto es que la película divaga y divaga, sin saber hacia qué rumbo tirar. Y lo peor de todo es que su actor protagonista es lamentable y no transmite lo más mínimo. Para que luego hablen de intensidad japonesa...
En la segunda mitad de la película, el director directamente comienza a reírse en la cara del espectador. El protagonista pierde su revelancia casi por completo, y ahora el protagonismo pasa a un hombre metido dentro de un peluche de una rana gigante, que interpreta a algún tipo de entidad japonesa. Esta rana cobra una tremenda relevancia durante gran parte de la película y tiene un par de escenas lamentables.
Lo que no entiendo es como puede haber gente que consuma este tipo de películas y que encima le den notas altas. Y lo peor es que luego ven blockbusters palomiteros mucho más sinceros y les endiñan un 1 o un 2. ¿Alguien se imagina que en una de Transformers de Michael Bay de pronto apareciera un peluche gigante y comenzara a pelear contra los Autobots y Decepticons? No quiero imaginarme lo que dirían las críticas. Pues eso es lo que sucede en esta película
Yakuza Apocalypse es un film que parte de una buena idea original, parece tratarse de una película seria, pero termina siendo un experimento psicodélico en el que el director prácticamente está riéndose del espectador y de cuánto aguanta viendo su ¨producto¨.
Lamentable.
“Cuando el absurdo es la estrella”
Takashi Miike es sinónimo de cine, uno de los directores de culto del cine nipón cuya sicodelia, locura y genialidad se plasma en menor o mayor medida en cada uno de sus proyectos logrando darle una impronta y sello personal que hace que el espectador sienta que el film que está disfrutando es “una Miike”.
La sombra del realizador es larga y las libertadas absolutas que tiene a la hora de filmar suelen engendrar películas como la presente, si del guión hablamos solo decirles que es una deliciosa tomadura de pelo y solo plasmable en el cine japonés con una historia que arranca bien (amén de la premisa del yakuza vampiro) pero sobre mitad del metraje comienza el peregrinar de personajes propios del animé o manga y todo se desmadra.
Las actuaciones son mediocres, Hayato Ichihara se camufla unos momentos como protagonista para luego dar paso al absurdo la verdadera estrella de la cinta que a fuerza de forzadas situaciones cómicas y gags que no funcionan termina por ensuciar la trama la cual cae –a mi entender- en el ridículo. Destacar solamente la inclusión de Yayan Ruhian el “perro loco” del film “The Raid” en un pequeño papel.
En términos generales el apartado técnico de la cinta es cumplidor destacando a la contundente y efectiva banda sonora.
En cuanto a la dirección no me siento muy capacitado para criticar objetivamente al gran Miike quien destila calidad en cada uno de sus planos con la cámara siempre bien ubicada y movimientos frenéticos que colocan al espectador en el ojo de la tormenta con un ritmo trepidante; sin embargo debo decir que Miike es Miike y al menos en su país natal filma LO QUE QUIERE haciendo uso y abuso de portación de apellido.
Mi puntuación: 4 MUY REGULAR en lo personal no me gustó, un proyecto muy particular y una locura típica de Miike con un guión totalmente friki. Solo recomendable para fans del realizador.
Saludos y un abrazo desde Argentina.
PELICULON de bajo presupuesto y de lo peor que he visto de Takashi Miike. Repito: Es una película de bajo presupuesto, y mientras avanza (da la impresión de que se van quedando sin dinero) se ve más ¨chafa¨ y raya en lo mediocre. Con un final ridículo, pero que más da; el guion tiene buenos momentos y reflexiones. Además, me quedo muy claro el concepto de Yakuza. Ya la considero (la segunda) mejor película de vampiros que he visto.
Mi momento favorito: La aparición de la botarga de rana.
Lo malo: Escenas entrecortadas, personajes desaprovechados, mala edición.
Cuesta seguirle la pista a los personajes y situaciones, más si se desconoce el folklore de Japón.
No se ¨vayan con la finta¨ de que es una película de terror.
Apta sólo para los fan del DIRECTOR DE CULTO. Claro, eso no garantiza que les va a gustar.
Punto y aparte: Me gusta la ventana para insertar la crítica. ;D
Críticas: 5
TANO
6
Otra más del bueno de Takashi Miike, y como de costumbre, haciendo lo que le da la real gana, en esta ocasión mezclando yakuzas con vampiros... y mucho más.
Una película llena de acción desde el primer momento y hasta al final, mostrándonos una historia de lo más friki, y es que no os podéis hacer una idea de cuanto, sin haberla visto.
Tenemos un jefe yakuza que resulta ser un vampiro yakuza, sí, no solo un vampiro, sino un vampiro yakuza, ya que en esta película, si te muerden, aparte de vampiro, te ¨transformas¨ en yakuza, te vuelves un vacilón peleón peligroso. Así de absurdo. O de genial. Yo que se.
Tiros, ostias como panes, más tiros, más tortas, personajes rarísimos y escenas que uno no se esperaría en la vida, pero ahí están. Miike echó toda la carne en el asador para hacer esto, y el problema es que podría haber salido algo muy bueno... pero no, la peli no tiene ni pies ni cabeza, y ese es su principal problema. Uno se queda con las ganas de que la historia estuviera más centrada, pero nada, no hay manera con este director.
El fin, entretenida es, eso es indudable.
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