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Para quienes la vimos siendo niños, nos deja una gran enseñanza en cuanto a no confiar en extraños y hacer caso de lo que te dicen tus padres. Magistralmente enfocada desde el punto de vista del niño que cree ser culpable y con una fotografía, que si bien es en blanco y negro, logra dar el suspenso necesario. Una historia que podría ocurrir en cualquier epoca, todos hemos sentido el miedo de contar algo, y aqui se refleja a cabalidad.

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