cuando la tecnologia se pone en contra del hombre, hoy por hoy esta idea la vimos en infinidad de peliculas de ciencia ficcion, terminator, matrix, etc,,, pero en estos tiempos ya veian a la tecnologia como un posible enemigo de la humanidad, en esta oportunidad tenemos a un robots de cinco brazos enloquecido.
como filme de ciencia ficcion esta acorde a su epoca, pero el tiempo hizo estragos con esta pelicula, envejecio mucho, recomendada a completistas de la ciencia ficcion cincuentera.
Y aquí tenemos de nuevo a los incombustibles Ivan Tors y Herbert L. Strock con un nuevo proyecto espacial con ciertos visos realistas, aunque esta vez se fliparon bastante: es una película de intriga con sabotajes, estaciones especiales y robots de por medio… Para definirla de alguna manera, una especie de Diez Negritos en la era espacial y sin “nursery rhymes” de por medio.
Se nota que había más dinero ahí, porque esta vez es en Eastmancolor. Con Richard Egan, un prometedor actor que quedó en promesa, Herbert Marshall, que realiza un papel parecido al de “Raiders to the Stars”, y la veterana chica Goldwyn Constance Dowling. Como en casi todas las pelis de Ivan Tors, de muy bajo presupuesto, uno se da con un canto en los dientes si no hacen el ridículo. Y como suele pasar con Tors y su equipo, no lo hacen… Excepto por una tía patética a la que se le nota que se le escapa la risa mientras tiene un ataque de llorera histérica (muy hilarante).
Pero, como, de nuevo suele pasar con Tors, los FX son malos, malos. Parece mentira que un hombre que dignificaba la serie B, casi Z, como él nunca contó con un equipo de FX competente: los robots son, como dice el autor de la ficha, simplemente ridículos. Mueven los brazos como dibujos animados de Hanna-Barbera en su época más barata pidiendo auxilio, y sus pinzas no tocan los objetos (me pregunto cómo demonios los moverán: magnetismo? Telequinesis?). Sin embargo, como contrapunto, algunos interiores están bastante logrados
Tors no hubiera sido quien fue, un dignísimo productor, todo un precursor de Roger Corman, de no ser por la habilidad de Herbert L. Strock a la hora de mezclar imágenes de archivo con material original en la mesa de montaje. Esta vez sí, Strock es el único director de la peli y hace en líneas generales un trabajo normalito dadas las limitaciones presupuestarias. Y, por supesto, de nuevo logra integrar muy bien las imágenes de archivo en la acción.
No es tan entretenida ni plausible como Riders To The Stars pero no está mal. Ivan Tors no volvería a la ci-fi hasta 1966.
Críticas: 3
ALEX9030
5
Pues una película de scifi de los 50, con FX malos y un guion no tanto, la película resulta no tan mala debido a que muestra avances que en muchos casos ya son realidad; robots usando rayos infrarrojos y controlando reactores nucleares, estaciones espaciales permanentes utilizando energía solar, entre otras cosas, también la trama incluye una intriga con asesinatos, si, es cierto que no se mostro dicha estación espacial pero todos los ingredientes están ahí, lo curioso es ver como utilizan escenas de aviones de todo tipo; cuando detectan al avión enemigo despegan unos Sabre y después se muestran unos P80, también resulta cómico como muestran imágenes de un V2, los robots aun para esa época resultan no muy creíbles; pues tienen varios brazos los cuales solo mueven sin control.
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