Disfruté en el Festival de Sitges del “El Vengador Tóxico“, una reinvención desenfrenada y escandalosa de una película de culto que se ha ganado un lugar especial en la historia del cine. La cinta original, producida por Troma Entertainment en 1984, se destacó por su mezcla única de elementos de superhéroes, comedia, terror, violencia exagerada y un toque de erotismo suave. Traer de vuelta una película tan icónica es un desafío, y el director y guionista Macon Blair, conocido por su trabajo en películas como “Ya no me siento a gusto en este mundo“ y “Green Room,“ se enfrenta a esta tarea con un enfoque audaz y descarado.
La historia sigue a Winston Gooze, interpretado por Peter Dinklage, un padre viudo que trabaja como conserje en una peligrosa fábrica química propiedad de Bob Garbinger, encarnado por Kevin Bacon. El guion de Blair establece un mundo al borde del caos, donde los productos de Garbinger causan estragos en la población y la ciudad se ve inundada por bandas de rap-rock como mercenarios. Esta peli, desde los primeros minutos, deja claro que no es apta para todos los gustos, pero su compromiso con la irreverencia y la locura la hace destacar.
Una vez que la trama se desarrolla y Winston Gooze se convierte en The Toxic Avenger, o “Toxie“, la película entra en una espiral de violencia extrema y gore exagerado. A pesar de algunas secuencias de violencia que recurren a efectos especiales de CGI, las escenas de asesinatos son impactantes y a menudo hilarantes. El filme se distancia de la realidad y se sumerge en un mundo de caos y humor negro que puede no ser del agrado de todos, pero que seguramente complacerá a los fanáticos del género.
El elenco, encabezado por Peter Dinklage, abraza la naturaleza irreverente de la película y agrega un toque de comedia y humanidad a pesar del maquillaje grotesco y las situaciones extremas. Elijah Wood, en particular, destaca en su papel como Fritz Garbinger, el hermano de Kevin Bacon. Su actuación agrega profundidad a un personaje visualmente repulsivo. Aunque la película puede ser divisiva y no apta para todos, su enfoque sin restricciones la convierte en una experiencia única que, sin duda, desatará debates apasionados entre los amantes del cine de género. “El Vengador Tóxico“ es una película que no teme ser lo que es, y eso es precisamente lo que la hace memorable en su propia irreverencia.
Emiri
6
Disfruté en el Festival de Sitges del “El Vengador Tóxico“, una reinvención desenfrenada y escandalosa de una película de culto que se ha ganado un lugar especial en la historia del cine. La cinta original, producida por Troma Entertainment en 1984, se destacó por su mezcla única de elementos de superhéroes, comedia, terror, violencia exagerada y un toque de erotismo suave. Traer de vuelta una película tan icónica es un desafío, y el director y guionista Macon Blair, conocido por su trabajo en películas como “Ya no me siento a gusto en este mundo“ y “Green Room,“ se enfrenta a esta tarea con un enfoque audaz y descarado.
La historia sigue a Winston Gooze, interpretado por Peter Dinklage, un padre viudo que trabaja como conserje en una peligrosa fábrica química propiedad de Bob Garbinger, encarnado por Kevin Bacon. El guion de Blair establece un mundo al borde del caos, donde los productos de Garbinger causan estragos en la población y la ciudad se ve inundada por bandas de rap-rock como mercenarios. Esta peli, desde los primeros minutos, deja claro que no es apta para todos los gustos, pero su compromiso con la irreverencia y la locura la hace destacar.
Una vez que la trama se desarrolla y Winston Gooze se convierte en The Toxic Avenger, o “Toxie“, la película entra en una espiral de violencia extrema y gore exagerado. A pesar de algunas secuencias de violencia que recurren a efectos especiales de CGI, las escenas de asesinatos son impactantes y a menudo hilarantes. El filme se distancia de la realidad y se sumerge en un mundo de caos y humor negro que puede no ser del agrado de todos, pero que seguramente complacerá a los fanáticos del género.
El elenco, encabezado por Peter Dinklage, abraza la naturaleza irreverente de la película y agrega un toque de comedia y humanidad a pesar del maquillaje grotesco y las situaciones extremas. Elijah Wood, en particular, destaca en su papel como Fritz Garbinger, el hermano de Kevin Bacon. Su actuación agrega profundidad a un personaje visualmente repulsivo. Aunque la película puede ser divisiva y no apta para todos, su enfoque sin restricciones la convierte en una experiencia única que, sin duda, desatará debates apasionados entre los amantes del cine de género. “El Vengador Tóxico“ es una película que no teme ser lo que es, y eso es precisamente lo que la hace memorable en su propia irreverencia.
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