Ficha Charisma


  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Charisma (3)




Mad Warrior

  • 2 Jan 2021

6



Un hombre abandona la ciudad y marcha hacia lo desconocido.
hará un viaje de descubrimiento sobre el significado de ser uno mismo en un entorno de dualidades donde, sin embargo, no hay rastro de ellas...

Figura extraña y fascinante del cine japonés contemporáneo, Kiyoshi Kurosawa ha seguido un camino propio sin acogerse (pese a escasas ocasiones) a las directrices de un género en su término más estricto; como otros coetáneos, pero él mantuvo los itinerarios de su prolija trayectoria con mayor ahínco. De ahí que muchos sólo conozcan al Kurosawa director de títulos de terror y suspense o profundos dramas, pero incluso en ellos se atisban los instransferibles coordenadas de alguien que nunca se adscribió a leyes convencionales.
Y éste es uno de sus mejores ejemplos. A finales de los 90 ya había alcanzado el reconocimiento internacional gracias a su pieza maestra, ¨Cure¨, descarnada poética de lo monstruoso en un entorno social cínico disfrazada de ¨thriller¨ de suspense. Poco después, gracias a una oferta de Nikkatsu le llega la oportunidad de rodar ¨Charisma¨, cuyo borrador se remonta a casi una década antes, el que le hizo ganar su beca para estudiar en el Sundance Institute (siendo ya director profesional); con ella vuelve, como ya hiciera y haría en el futuro, a plantearnos una situación corriente en un entorno conocido y a un personaje desligado de dicho entorno.

Goro es un policía sin una mecánica existencial comprensible, lejos de un hogar que no existe para él, lejos de un exterior que quizás odia, siempre le veremos despertándose en una de las salas de la comisaría donde trabaja; Kurosawa nos regala unos instantes de suspense y violencia a través de un rescate fallido donde rehén y secuestrador mueren. Todo esto no es tan relevante como podríamos pensar, pero sí un pedazo de papel que el segundo entrega a Goro donde le pide restaurar ¨las leyes del Mundo¨, y tras las forzosas vacaciones que sus jefes le dan, la historia procederá a iniciarse realmente.
Con este detective tan dado a la desafección y la soledad, el director recupera al Takabe de ¨Cure¨, prosiguiendo su deambular tras asesinar a su esposa y a Mamiya, pero mientras aquél se quedaba en la ciudad, Goro planea una improvisada fuga, sin rumbo fijo. Somos arrastrados a un entorno natural perdido, en los recovecos de un bosque marchito a través del cual se proponen no pocas similitudes con la sociedad; y aquí este policía, tras serle ¨arrancada el alma¨ (poderosa secuencia que eriza el vello), adopta el papel de un asceta devoto del llamado budismo de la Tierra Pura o quizás de una encarnación del propio buda Amithaba.

Esto es: el antiguo rey que renunció a sus posesiones y se convirtió en buda para acoger en su universo alejado de las normas del espacio-tiempo a los creyentes de la liberación individual que aspirasen a la salvación universal. Pero el nipón es menos luminoso y practica esa búsqueda metafísica entre los viscosos pliegues que perfilan esos mundos de espectros y misterios tan propios de su cine. En él, Goro vaga por varios escenarios naturales que son la proyección de la angustia de los personajes que los habitan: un grupo de cínicos y violentos guardabosques, una fría e hipócrita botánica (Mistuko) y un introvertido joven (Naoto) que vive en un antiguo manicomio cuidando de la esposa del fallecido director.
Sus acciones, venenosas y conflictivas, se ejecutan alrededor de un extraño árbol que crece fuera del bosque y que produce en ellos sentimientos encontrados, llamado ¨Charisma¨ por Naoto. Esto hace aflorar la comprensión, el interés de Goro por el espacio natural, así como su obsesión por el árbol, del cual se dice que sus raíces contaminan y matan al resto del bosque; su lucha no es tanto la de posicionarse a favor de nadie como la de creer en una solución favorable que produzca un beneficio de forma colectiva (trasunto de su incidente con el rehén que no pudo salvar).

Kurosawa enfrenta estos ideales. ¿Ha de sacrificarse la vida del individuo, en este caso el árbol, por el bien de la masa, en este caso el bosque? Una fiel situación-espejo de la sociedad: por la supervivencia de uno el otro debe morir, más aún cuando se trata de algo/alguien que contamina a su alrededor, casi como sucede con Goro, poco a poco transmutado en etérea silueta, desposeída y despersonalizada, contra las leyes caóticas que rigen el Mundo. En este potaje de mezquindades, odios y comportamientos radicales (no es fácil ponerse del lado de ningún personaje secundario) la postura de la neutralidad parece condenarse con violencia.
Goro, silente en su viaje de descubrimiento, actúa conforme a una solución universal, si bien ha de perjudicar a los demás para llevarla a cabo (el cenit de este acto se produce al sustituir a ¨Charisma¨ por otro viejo y ajado árbol que vuelve a despertar las iras de todos, y que no es sino su reflejo). Kurosawa perfila las atrapantes y enigmáticas atmósferas con su habitual destreza y Koji Yakusho, en su tercera colaboración conjunta, vuelve a brindar una interpretación soberbia basada en capturar la mayor de las emociones con la mayor de las economías; Ren Osugi, el aún joven Hiroyuki Ikeuchi y Yoriko Doguchi lo secundan correctamente en sus extravagantes roles.

No es de esperar que esta epopeya íntima, súmamente críptica, desasosegante, dirigida a perturbar el inconsciente y remover la conciencia (y de paso las entrañas) y con una conclusión apocalíptica en respuesta a la pérdida de fe en aquello que representa la sociedad (preámbulo indiscutible de ¨Kairo¨), sólo capte la atención de unos pocos dispuestos a adentrarse en el ininteligible universo del director.
Su obra, magnificada por la fotografía de Junichiro Hayashi, recibió los elogios del público en Cannes, pero en Japón fue tachada de pretenciosa, autocomplaciente y misantrópica; eso mismo sucederá a los que se acerquen a ella sin conocer el inclasificable cine de este sorprendente alienígena.



Me gusta (0) Reportar

EvilRaider

  • 4 Mar 2017

8


CARISMA: Cualidad o don natural que tiene una persona para atraer a los demás por su presencia, su palabra o su personalidad.

-Yabuike, Yabuike
-Ehm…sí
-El hospital acaba de llamar, ambos han muerto
-Ya veo…
-¿Por qué no lo mataste?
-Pensé que podría salvar a los dos
-¿Por qué?
-No sabría explicarlo

Tras su intragable Barren Illusions, me dispuse a seguir mi ciclo Kurosawa con la siguiente obra del director, Karisuma. Será con este film donde se inicie una trilogía de películas que le irán engrandeciendo su reputación a nivel internacional, además de la conseguida con Cure, no la olvidemos. Entre tintas el director se pasó esos “años de transición” realizando obras que pocos conocen y que bajo mi gusto son de más surrealistas o poco sustanciosos. “Serpent’s Path” o “License To Live” pueden considerarse unas joyas del séptimo arte si las deleitan un público harto exquisito y/o con una gran capacidad de compresión sobre el guión. En mi caso, como mortal de a pie bastante humilde, poco les pude sacar más de lo contemplado en mis críticas pero al fin y al cabo, si Kiyoshi Kurosawa es mi artista favorito es por algo que amo del cine, ponerme a pensar.

En esta cinta se nos presenta de nuevo a Kôji Yakusho en el que, con los años, se convertirá en su papel principal de las películas de Kurosawa, el detective con problemas personales. Ya lo vimos en acción por primera vez en Cure y aquí repite, no llegando a profundizar tanto en su persona esta vez, pero sí lo suficiente para dejarnos claro que de entrada, el personaje no está muy bien de la cabeza. Tras fallar como mediador entre un asesino con un mensaje no muy claro y un parlamentario japonés, su jefe le obliga a darse unas vacaciones. Sin un rumbo muy claro (y aquí es donde se empieza a notar la poca coherencia del asunto) termina en una carretera maltrecha a puertas de un bosque. Dentro se topará con personajes de lo más curiosos que le servirán de reflexión personal y redención con su problema, intentar salvar a todo el mundo.

PARTE CON SPOILER:

Me he visto obligado a colocar una sección con spoiler porque hablar de esta película sin haberla visto es como intentar discutir un tema del que no sabes más que habladurías, haces el ridículo.
El prota se topa con tres personajes esenciales: El grupo ecologista, la profesora bióloga y el joven del hotel. Dentro de cada uno podemos ver otros personajes que, siendo secundarios, también tienen su pequeña aportación pero bueno, tampoco al nivel de los principales. Al comienzo se plantea el “problema” que sucede en el bosque y cómo cada grupo quiere llevarse al inspector para su bando. El joven quiere cuidar y mantener el árbol, el grupo quiere llevárselo para fines comerciales y la joven doctora quiere destruirlo.

Ante este galimatías se le presenta uno de varios diálogos explicativos que tiene con la botánica, en dónde le explicará su motivo para erradicar a Carisma. Tras contarle la historia del bosque y lo perjudicial que resulta el árbol, resulta más que evidente la comparativa con el mismo problema que abordaba El Club del Suicidio. Tanto esa como ésta película no son metrajes de terror, si acaso thrillers, pero sobretodo son una llamada de atención a la población, para que empiecen a pensar cómo un conjunto y no de forma individual. Esto se lo explica la doctora con el símil de su investigación con los árboles que ha ido estudiando a lo largo de su vida y cómo en su conjunto se descubre más que yendo uno por uno. A la pregunta clave que le realiza el policía, la mujer parece no entenderlo, respondiéndole un “no puede ser eso, sólo uno de los dos”.

Teniendo en cuenta su estado mental, que su jefe lo haya despedido del trabajo y que, entre tantos, la hermana de la doctora le confunda aún más sus pensamientos, Yabuike opta por seguir a quién en un primer momento le atendió, el joven del hotel. Como tener el arma le otorga cierto estatus dentro del ecosistema (el bosque) hace lo que quiere, sin tener nunca claro cómo hacer las cosas. Por ello al principio protege y cuida a Carisma, pero tras su erradicación destruye al otro. No se da cuenta que aunque intente destrozar a Carisma, siempre nacerá otro, porque el problema persiste, pero hay saber sobreponerse. Lo mismo llevado al plano humano. Si hubiera apretado el gatillo y matado al asesino, el parlamentario seguiría vivo; pero como siguió con su mentalidad, en vez de ayudar, empeoró las cosas con los dos muertos y su progresivo despido.

En el escenario donde se mueve toda la película perjudica todo (lo que le comenta la hermana de la profesora en una ocasión). La vieja muere, Carisma es destruido, El joven del hotel sin encontrarle sentido a su vida mata a quién tacha de culpable, el grupo ahora paramilitar asesina a sus jefes… Al final una profesora consternada se queda sin saber qué hacer, en un hábitat más nocivo que antes mientras que el Nuevo Carisma vislumbra a lo lejos un reflejo a escala más realista de lo que provocó en el bosque. Lo que puede llegar a hacer uno si se salta las normas, ir en contra de las Reglas Del Mundo.

FIN DEL SPOILER

Considerando la densa trama que necesita ser estudiada escena por escena, no será de agrado para todos. Es típico cine experimental del director, o te encanta y te gusta, o no lo entiendes y lo aborreces. Así de simple. También hay que tener la mente descansada y reposada, con los sentidos puestos en la peli, si no, al poco vas a terminar por quitarla.

Como también es típico del cineasta, no puede faltar ese surrealismo que empaña ciertos actos o comportamientos de varios personajes, sus toques de humor o los efectos audiovisuales. De entre todos ellos el más especial es quizás, los audiovisuales. Nos deleita con unos magistrales juegos de luz/contraste abrumadores, recargados para escenas importantes y con toques de terror. Además que lo aprovecha con los escenarios en los que se mueve, dando una sensación de grandeza al bosque donde nos movemos y otorgándole cierta oscuridad. Una cámara personal, enfoca desde la lejanía, como temerosa en ocasiones, las acciones de los personajes, o desde esquinas, mostrando tomas en instancia, sin sentido.

Dentro del cast tenemos los actores fetiche del director (Ren Osugi, Kôji Yakusho, Yoriko Dôguchi, Hiroyuki Ikeuchi o Jun Fukubi entre otros). Advierto de entrada no dejarse guiar al principio porque la muestren como una película de terror, porque no lo es. Más que eso se trata de una metáfora para explicar un problema social, el individualismo humano (sobre todo en Japón).

En general nos queda un producto con una historia original y fuerte de base cuya ramificación a campos técnicos y actuaciones están al mismo nivel de calidad. Sin lugar a dudas una obra maestra que da para pensar pero que no todos comprenderán (de ahí la exclusividad del director). Para mí, una joyita de las que hacía tiempo no encontraba.

Gracias otra vez, Kurosawa.

8/10



Me gusta (0) Reportar

ozzygimenez

  • 12 Apr 2010

4


Un curioso thriller policiaco con transfondo sobrenatural de esos de policias de ciudad que deciden investigar un pueblo de... paletos Japoneses?. La verdad es que parece una especie de producto mezcla de Night M. Shyamalan con Takeshi Kitano. La historia es de lo mas interesante. Muy siniestra con un planteamiento original pero a la practica muy aburrido. Los dialogos son bastante vacios, con personajes deambulando de aqui para alla donde parece que no se lo toman en serio. Accion nula, el ritmo es lento, demasiado lento y la historia avanza a trompicones con lo que uno solo espera que o salga algo interesante de una vez o acabe en cuanto antes. Al menos no es la tipica Japonesa de niñas con los pelos por la cara. Lo que mas llama la atencion es ese tono de cine de autor con planos extraños muchas veces y muy pero que muy pausados, como demostrando la fotografia que tiene donde de hecho eso es lo mejor que tiene porque por lo demas, muy aburrido aunque no por ello interesante.



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 3


Escribir crítica