Segundo visionado.
Película del género de espada y brujería que ambientada en el medievo está. El protagonista de tal aventura es Tarón, un porquerizo que ganas de ser guerrero tiene, su maestro, poseedor de una puerca de antropónimo Jergüin, augur que ve el futuro a través del vertido en calderas, es consciente del contenido y poder malicioso del caldero mágico al cual puja El rey del mal, quien quiere despertar al ejército mortal/inmortal para así conquistar el mundo. En la aventura de interceptar el caldero, Taron encuéntrase con la sirvienta Elena, el tocador de lira Fausto, su mascota Gorgui que al final decide prestarse para perpetrar final feliz, y a trasgos y brujas que ayúdanle a llegar al destino fijado. La película más oscura por excelencia de Disney, es entretenida, divertida, y los puntos álgidos son encontrados cuando aparece el sombrío El rey del mal y el ejército de los muertos inmortales.
La leyenda cuéntase en el prólogo, que dice que un rey cruel que hasta los Dioses le temían que ni una prisión podía retenerle, fue arrojado a un crisol que contenía hierro fundido que lo hizo desaparecer, menos su alma que convirtiose en caldero negro. Durante siglos viles hombres lo buscaban para dominar el mundo.
Bajó la magia de la primera impresión mas sigue siendo entretenida y destacable.
Clásico de Disney que, si ví de pequeño, no lo recuerdo, y ya tocaba.
Es una película de fantasía épica inesperadamente oscura, claramente influenciada por ¨El Señor de los Anillos¨, con una historia bastante guay. No tiene el nivel de ¨enganche¨ de otras producciones de la compañía, pero se hace muy entretenida y la verdad es que se disfrutan mucho esos dibujos tan tétricos. Una lástima que sea la ¨oveja negra¨ de Disney, bastante olvidada y poco tenida en cuenta, considero que de esta peli sí que molaría hacer un remake live-action bien hecho.
Clásico oscuro atípico de la factoría Disney, que en su momento le significó un sonado fracaso comercial, pero que responde a un intento, por lo demás muy válido, de ofrecer un film de temática más oscura y para un público más bien adolescente.
En la mítica tierra de Prydian, Taron, un aprendiz de porquero que sueña con ser algún día un famoso caballero, tiene la misión de proteger a una pequeña cerdita, que tiene el don de la clarividencia y que es buscada afanosamente por el siniestro Rey del Mal. Éste quiere utilizar al animal para encontrar el legendario Caldero Mágico, cuyos poderes le permitirán crear un espantoso ejército de muertos vivientes y así tomar la tierra de Prydian. En compañía de la princesa Elena, el juglar Fausto Flama y la extraña criatura Gurgi, Taron deberá evitarlo a toda costa.
Dirigida por el dúo conformado por Ted Berman-Richard Rich (“101 Dalmatas”, 1961; “La princesa cisne”, 1994), estamos ante una película que a pesar de haber significado una debacle económica, tiene muy alta estima entre los fanáticos del cine de terror y fantasía, especialmente en aquellos que tuvimos la oportunidad de verla en nuestra niñez. Basada en “Las Crónicas de Prydian” (1964-1968) de Lloyd Alexander, si bien cuneta con varias licencias, la película respeta la naturaleza de novela de aprendizaje (del alemán “bildungsroman”, que significa “novela de formación o de educación”), en la que destaca la transición de un personaje infantil a la madurez, generalmente, por medio de situaciones complejas que le permiten aprender, hacerse responsable y salir adelante.
La película tiene el mérito y valentía de ir contracorriente con lo que Disney siempre había pregonado y se aleja del estereotipo de ñoños, criaturas adorables y princesas chillonas y aproblemadas, además de ese irritante carácter de musical infantil, para presentar una historia atemporal, fantasiosa y oscura. Y lo hace principalmente a través de su protagonista y su antagonista.
Así, el film tiene en Taron un protagonista que debe dejar de ser niño a la fuerza, ya sea porque es un aprendiz de porquero, porque quiere dejar de serlo aunque el futuro no se vea muy prometedor, y más cuando después de que su amo, el anciano Dallben, le encarga esconder a la cerdita Hen Wen porque el Rey del Mal la busca, ve en peligro su propia existencia. Aunque Taron es torpe, soñador, despreocupado, dubitativo, es valiente, pero se enfrenta solo a su destino cuando pierde a la cerdita.
En ese momento, con la tétrica partitura de Elmer Bernstein (“Heavy Metal”, 1981; “Un hombre lobo americano en Londres”, 1981; “Cazafantasmas”, 1984), nos presentan al Rey del Mal, un personaje espeluznante para cualquier niño, con la apariencia de un cadáver en descomposición, cubierto con una capucha de color rojo sangre. Si bien es cierto no se profundiza mucho en el personaje ni en sus orígenes ni tampoco se le da un nombre siquiera decidor (ni en inglés, en donde se le llama “The Horned King”, algo así como “El Rey Cornudo”), el Rey de Mal tiene la gracia de ser un villano poco habitual para una película Disney y en el papel bastante difícil de vencer, simplemente porque está atrapado en el umbral de la vida y de la muerte, teniendo planeado resucitar los cadáveres de antiguos guerreros para apoderarse de Prydian. Entonces, el Rey del Mal tiene una esencia prácticamente inmortal y su presencia sugiere muerte.
Respecto a los otros personajes, como toda historia de fantasia que se jacte de tal, tenemos una princesa, pero no una que se queda ahí esperando a que la vengan a rescatar. Elena es una princesa con un rol secundario, claro está, pero tiene mucha personalidad y con el valor de liderar el escape del Castillo del Rey del Mal, ganando puntos también por el hecho que el romance con Taron siempre se sugiere y no es la bandera de lucha del film, como prácticamente todas las cintas de Disney. Por eso, Elena no es princesa recordada por las niñas, porque aparte de no ser ésta una película para niñas, lo que ella busca, junto a sus compañeros, es salvar su país. Fausto Flama es el personaje chistoso, aventurero pero torpe, que hay que rescatar pero que también pone de su parte. Gurgi, una suerte de perro parlanchín, es uno de los personajes que nos recuerdan que a pesar de todo sigue siendo una película Disney, pero su presencia no es del todo molesta, salvo algunas escenas.
Hay otros personajes como Creeper, el principal acólito del Rey del Mal, temeroso y lamebotas del villano, que en el fondo quiere que éste desaparezca para ser libre; los Gwythaints, una suerte de dragones que sirven de mensajeros y cazadores del Rey del Mal; y las brujas de Morva, que intervienen de forma decisiva (aunque no gustosa) de la locación del Caldero Negro y juegan principalmente a decidir el destino de Taron y sus amigos.
Las mejores escenas de la película, sin duda, se dan en el Castillo del Rey del Mal, en donde ya mencioné está la presentación con esos cadáveres regados por todas partes de las entrañas del castillo, cubiertas con harapos y trozos de piel y aquella en la que el villano logra resucitar a los cadáveres para conformar su ejército, levantándose éstos de entre los escombros y telas de arañas, avivados por ese tétrica niebla verde sobrenatural que anuncia que los muertos ya no están tan muertos. Una escena que puede traumar a cualquier niño y que incluso hoy sorprende por su oscuridad narrativa y visual. De acuerdo a varios, la película tiene escenas que fueron recortadas en donde Taron y sus amigos tienen contacto con unos gnomos, incluso alguna en que uno de los cadáveres resucitados cortaba el cuello de uno de los guardias del Rey del Mal, y otras en las que se veía como el efecto de la neblina que salía del Caldero Negro carcomía la piel para dejar sólo el esqueleto. En fin, la censura y la autocensura de Disney eliminaron estas escenas que a todas luces no reflejan una película dirigida en realidad para los niños.
Hay que reconocer que el final del Rey del Mal le resta algo de mérito a su aura maligna, siendo un poco facilista y casi anecdótico. Un villano más cerca del mundo de los muertos que de los vivos y capaz de revivir cadáveres para formar un ejército (Sam Raimi, ¿viste esta película cuando planeabas rodar “Army of Darkness”, 1992?) merecía más pelea o quizás sobrevivir a la historia. De cualquier forma, la escena final no deja de ser brutal.
La animación es de calidad y no decepciona en lo absoluto, siendo uno de los primeros ejemplos del método conocido como Proceso APT, un sistema de transferencia fotográfica de líneas o bloques sólidos a colores en hojas de acetato. Hay que señalar que de cualquier forma, la película tuvo que ser reforzada con el método xerigráfico de siempre de Disney, puesto que el paso del tiempo hizo mella en el método original. Comentar, además, que un joven Tim Burton estuvo involucrado en el diseño gráfico del film.
En definitiva, una película que particularmente me parece muy interesante, más allá de que carezca de personajes profundamente abordados y tener un final algo simplón, pero que tiene el mérito y la valentía de romper con el esquema clásico de lo que es el cine de Disney de criaturas adorables y princesas en apuros y de contar con una atmósfera tenebrosa y oscurantista. Por ello y la inquietud y el temor que me provocó de niño, la evalúo con un 8.5.
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He visto hace poco esta película, la verdad es una joya, tiene todas las cualidades para considerarse un FILM DE CULTO a mi parecer y tiene muy bien merecido su título de OVEJA NEGRA de Disney, ya que más parece un oscuro Film de Ralph Bakshi y no lo digo sólo lo digo por la ambientación, también cuenta con un trasfondo más adulto en su trama y concepción.
Taron y el Caldero Mágico, a demás de contar con una excelente animación e impresionante detalle en los fondos, tiene magia negra, fantasía, aventura y una ambientación lúgubre,tenebrosa e inquietante y otro punto a su favor es que no tiene ninguno de esos ¨alegres y empalagosos¨ musicales infantiles.
Es una lástima que no haya podido verla cuando era niño, ya que le tendría aún más cariño.
¡Totamente recomendable!
La polémica película de Disney y la que mayor fracaso supuso a la compañía y con razón, a pesar de que a mí me gusta no se puede negar el la existencia en una peli de niños cosas que quizá no deberían ver niños.Fuera de eso tampoco es que sea una maravilla a las que nos tiene acostumbrado Disney ya que es corta y todo es rápido y directo, como consecuencia en un periquete se acaba.
Eso sí tiene la calidad de animación y el humor marca Walt Disney.
Para mí es un clásico que he visto muchas veces de niño y al cual le guardo cariño.
Lo mejor:
-Animación.
-Humor.
-Trama oscura, quizá no para niños, pero que le da otro aire.
Lo peor:
-Trama oscura (es un arma de doble filo).
-No tiene canciones (raro en Disney).
-No es tan mágica como otras de la compañía.
Un cuento de Disney que no es para niños ya que tiene un fondo muy oscuro, con reyes demoníacos, monstruos, sangre (sí, Taron sangra y se ve sangre en la película), pactos, esqueletos, etc... me sorprendió, y yo no dejaría ver esta película a niños pequeños, pero sí a mayores jajaj como yo, claro. Me ha resultado entretenida pero el momento del change con las brujas y tal, me aburrió un poco. Quitando que también la cerda pasa a segundo plano y que no te explican dónde anda la bola de luz en toda la película, el resto es bonito. Le doy un 5 porque tampoco es una maravilla... pero bueno...
nos encontramos ante un filme de disney completamente diferente a los demas.
aki hay eskeletos, brujas y monstruos horribles. hay alguna muerte cruel como la del villano. aki se pasan de la raya. incluso hay sangre.
eso si, cumple con su cometido, ke es entrtener a los niños. estan los personajes graciosillos, el protagonista valiente y demas. algo infantil y ñoña a ratos pero esta bien.
no hay ni una sola cancion durante el filme cosa ke me extrañó. un 7.
Viendo ahora esta película, me trae un montón de recuerdos, quizás una de las más oscuras de Disney, con esto me refiero, a que viéndola a simple vista, parecería una más del montón para los niños, pero si la observamos bien, tiene un trasfondo bastante adulto, junto con las imágenes que nos ofrece, de esqueletos, brujas y fantasmas.
Esta entra para mi colección de Disney.
Conservo un grato recuerdo de esta pelicula de la Disney por el hecho de que la ví en aquellas sesiones dobles de cine que existieron hasta mediados de los ochenta.Eso eran buenos tiempos,ésta y los goonies fueron las elegidas en aquella sesion que pude dislumbrar.
No es de las mejores de Disney,con los años te das cuenta que la calidad no prevalece como hiciera en el año 85,pero bueno,sus aventurilla suplen esa carencia,entretenida e infantil a la vez.
Críticas: 10
daninudo
7
TEniendo en cuenta es que un film que no tiene nada musical y donde es un film bastante aterrador
No tiene canciones comparado con otros films de Disney.
Los personajes tiene momentos comicos como el trovador, la cerda, y esa criatura
LA relación entre el protagonista y la princesa la veo algo forzada pero es interesante
Y el villano principal da mucho miedo
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