Pura ciencia ficción de los 50, con una primera y muy larga parte de la película dedicada totalmente a los experimentos, y en donde después vemos a lo que dan lugar los resultados junto con elementos ajenos...
Me ha llamado la atención que, a diferencia de la mayoría de películas de índole científica de esta época, en donde se inventaban todo de manera exagerada y muchas veces sin sentido mirándolo desde el punto de vista moderno, en esta película hay bastante ¨lógica¨, el poder que consigue el científico, y lo que hace a los humanos que toca, queda bastante bien explicado en la película de manera bastante acertada.
Me ha parecido aceptable y muy curiosa, tanto que me resulta raro que no se hiciera una secuela, la historia daba para más.
Película caótica, cuyos elementos (banda sonora, actuaciones, géneros, estilo, diálogos...) van cada uno por su lado. La primera parte de la peli es infumable, el tiempo le ha sentado fatal y sin embargo me ha resultado divertida.
Y es que realmente es divertida cuando la cosa arranca, presentando una alocada historia de ciencia ficción de serie b, con un protagonista que me hace gracia con su aspecto de eterno perdedor. Tiene un gran poder que lo hace único, pero se le va la cabeza en desamores y se pasa el tiempo matando gente. Su novia se larga con su hermano, que es el que lo ha metido en todo ese lío de la cuarta dimensión, y que luego intenta matarlo. Vaya show.
La banda sonora no pega en nada con la historia, pero está bastante bien. Las actuaciones son muy malas, pero la de Robert Lansing tiene su punto de gracia (totalmente sobreactuado). La primera parte de la película es un despropósito, parece una especie de comedia romántica y no se sabe muy bien a que viene. Los efectos especiales son lo mejor sin discusión. Y el final es demasiado abrupto y de una ambigüedad innecesaria.
La verdad, con la idea y el material del que se disponía esta película debería haber sido mucho mejor, y puede resultar entretenida, pero solo de lo mala que es. El aprobado no se lo gana.
Luego de rodar esa joyita clásica que es “The Blob”, una de mis películas preferidas de la ciencia ficción de los 50s, el director Irvin S. Yeaworth y el productor Jack H. Harris volvieron a unir fuerzas en 1959 para filmar “El Hombre de la Cuarta Dimensión”, que tiene un guión más maduro y unos Fxs más impresionantes.
Rápidamente destacaría de este film, su reparto femenino que incluye a la sexy y futura Gatubela, Lee Meriwether y el debut de la famosa Paty Duke; su pegadiza banda sonora compuesta por estrambóticas piezas de jazz; su colorida fotografía, un adelanto de la estética pop sesentera; y, los impresionantes, para la época, efectos especiales, una gozada completa.
Un punto y aparte es para el personaje que interpreta Robert Lansing, un científico que al ser víctima de los efectos de un experimento que buscaba transformar la materia, se convertirá en “el hombre de la cuarta dimensión”. Lansing es un loser completo, el lado perdedor en un triangulo amoroso donde el objeto en disputa es la bella Meriwether, “una cualquiera” en palabras del buen Robert. Pero el traicionado tomará venganza, despechado, enloquecido y transformado en el “4D Man”, se dedicará a asesinar cruelmente a todo el que se cruce en su camino.
El argumento es imaginativo y por momentos bastante bizarro, insisto ese triangulo amoroso entre hermanos es bastante singular por decir lo menos; a lo que se suma la amoralidad de casi todos personajes: la novia infiel, el hermano traidor, el Decano que roba los méritos de otros, el compañero de trabajo que conspira, el Doctor que se dedica a matar por placer, en fin, una galería bastante simpática.
Un film con una historia bastante interesante, muy buenos efectos especiales, con un final abierto y que es una inolvidable pieza clásica de la sci-fi cincuentera absolutamente recomendable.
Producción de la Universal filmada en un vibrante colorido, con una estética cercana al cómic y unos FX de bandera para su tiempo (y logrados con relativamente poco presupuesto).
En el reparto destaca especialmente la protagonista femenina, Lee Meriwether, una de las muchas Catwomen con las que contó el Batman de Adam West, concretamente fue la de la versión cinematográfica de 1966. Del resto del reparto, salvo el secundario Richard Wagner, que tuvo bastantes papeles destacados en su carrera, y el debut de la gran Patty Duke en un pequeño papel, poco hay que contar. El aspecto artístico es por desgracia el talón de Aquiles de este producto. Es mediocre a más no poder (no hay ninguna actuación reseñable, ni positiva ni negativamente) Los personajes tienen más bien poco carisma, además de que como era típico en la época se sigue el modelo de hacer media peli como introducción - en este caso concreto no es que sea muy interesante hasta que llegamos a la media hora de peli. Hasta entonces vemos un tópico triángulo amoroso y alguna escena de experimentos. A mí esta parte me ha parecido un tanto farragosa - y otra media de acción pura y dura. Así y todo, no podemos culpar a nadie por ello, ya que este modelo fue bastante común en el cine fantástico desde los años 30 hasta bien entrados los años 60.
La banda sonora, a ritmo de swing, resulta tan chillona como el colorido en algunas escenas, sonando excesiva. Sin embargo es muy agradable de escuchar y bastante acorde a la estética del film.
Con su estética colorista y comiquera, su buen montaje, su curiosa escena de créditos, sus buenos FX (tanto ópticos como de maquillaje y caracterización) y su marchosa banda sonora en clave de jazz, es una de esas pelis (al igual que ¨Los 5.000 dedos del Dr.T¨ y las pelis de la Hammer de esa época) que adelantaron la estética y el estilo de lo que vendría en los 60.
Por desgracia, no es gran cosa a nivel interpretativo y desde el punto de vista actual hay que tener un poco de paciencia con el desarrollo argumental. Pero juro que vale bastante la pena esperar.
Película de ciencia ficción que nos recuerda a títulos como ¨la masa devoradora¨ o ¨la reina del espacio exterior¨.
La película es correcta en todos los sentidos,tiene una trama bastante curiosa donde un hombre de la noche a la mañana se convierte en un ser que tiene el don de poder transpasar la materia y ahí es donde tenemos un guión de lo más interesante.
Hay una historia de amor-celos que hace que el film entretenga.El ritmo nunca decae y el final idéntico por cierto al de ¨la masa devoradora¨ nos deja abierta la posibilidad de una continuación que hasta la fecha no se ha dado.
Deberían rescatarla del olvido y hacer un buena revisión de la misma.
No puedo ni imaginar el show de efectos especiales que debió haber sido este filme en 1959.
Tiempo de psicodelia, reflejado a plenitud en la musicalización, completamente a Go-Go.
La historia es muy típica de la época, dialogos interminales, un triángulo amoroso, un científico que pierde la cordura al verse con el poder para atravesar cualquier material, y una doctora de bastante buen ver.
Todo una mezcla que hace este filme nostálgico una buena entretencion de época.
Un juego de efectos especiales llevan esta peli por buen rumbo, cuidando de no dejar las tomas al asar y logrando ambientes bien creados, la hacen amena y hasta grasiosa, digna representante de la epoca atomica y es a color
Críticas: 8
ragman
5
un mad doctor enfrascado en la ciencia ficcion, con un ¨ poder ¨ peculiar, pues mas alla de traspasar muros, tiene que cargarse de energia,envejeciendo y matando a la gente, algo bastante innovador para esa epoca.
el filme tarda un poco en arrancar pero cuando comienzan a sucederse los acontecimienntos se vuelve bastante fluido, aceptable y recomendable para quienes gusten de los filmes de experimentos que pueden salir mal.
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