Muy buen thriller psicológico de Polanski llena de tensión donde se concentra un enfrentamiento mental aplastante entre los tres personajes que se encuentran en la misma casa donde una esplendida Sigourney Weaver secuestra a Ben Kingsley pensando que es quien le torturó en la dictadura.Comienza y termina con la misma tensión y el enfrentamiento moral está perfectamente construido a base de un excelente guión que no da respiro,cabe destacar que el matrimonio recuerda el hecho ya que comienza y termina en el mismo escenario,en un teatro escuchando la ópera.
El retrato de la venganza más irracional pocas veces ha sido planteada con tanta sensatez como hizo Polanski a mediados de los 90`s, con el resultado de rodar la que es posiblemente su mejor película, y estamos hablando de Roman Polanski, que son palabras mayores.
El polaco siempre ha tenido esta especie de don de la naturaleza para conseguir plasmar en pantalla en locura en el más sentido estricto de la palabra en lugar de ser simplemente un tipo perturbado detrás de las cámaras dotando a sus películas un aire característico de genio y loco.
Pero ¨La muerte y la doncella¨ no tiene los complejos recursos de Repulsión o El quimérico inquilino, sino que limita el escenario donde se desarrolla la locura a las cuatro paredes y a la interpretación de los 3 únicos personajes que salen en pantalla. Y no solo consigue perturbar sino que además consigue un resultado muy asfixiante.
Pero de nuevo vuelvo a pararme en las locuras de la cabeza de Polanski. Porque en esta ocasión es más que sabido que esta película guarda paralelismo con la vida real de su creador.
Podrás dejar atrás el pasado, pero no se puede borrar, y algún día puede volver a ti y aplastarte como un mosquito. No es la primera historia que retrata este esquema, pero pocas lo hacen como esta, no solo por su dureza sino por su ejecución. Y vuelvo a repetir, una vez más, el film es una combinación de la irracionalidad más perversa, macabra e incluso injusta con una narración sensata, tanto en el ritmo como en la evolución de los detalles y en cómo afectan a la caracterización de los personajes.
Un crudo thriller monumental que no deja un instante de respiro y que mueve todas sus piezas al milímetro.
Pero lo mejor es que las respuestas que se le deben dar al espectador siguen el patrón de la película. No solo evita ser explícito sino que se da al espectador las piezas que faltan para que todo esto termine no solo para el espectador, sino para los personajes dentro de la historia pues el misterio para el espectador y los tres personajes es el mismo.
El resumen de todo es la escena final. representando el poder de lo básico, unas simples miradas ponen los pelos de punta y expresan todo sobre los personajes.
Todo lo que sea hablar de la muerte y la doncella es hablar de palabras mayores. Obra maestra.
Inspirada veladamente en la transición posterior a la dictadura chilena (de hecho, el guión está basado en la obra homónima del dramaturgo chileno Ariel Dorfman), se trata de una notable película de Roman Polanski, aunque probablemente no se encuentre entre las mejores de este director, si bien cuenta con la brillante actuación de Sigourney Weaver y con el Cuarteto de cuerda n.º 14 de Franz Schubert (que da nombre a la película) como excepcional banda sonora.
Tres personajes perfectamente delineados, una sola locación y todo el talento detrás de cámara para sumergirnos en una atmósfera claustrofóbica como solo Roman Polanski sabe hacerlo. Excelentes actuaciones, un guión impecable y un clima de tensión que nunca afloja y aumenta con el correr de los minutos.
Estamos ante una de las mejores películas de Roman Polanski si no la mejor, un thriller de 10 estrellas, sin más, un escenario, tres interpretaciones descomunales (especialmente Sigourney Weaver en uno de sus mejores papeles), una fotografía y banda sonora para envidiar, una idea simple llevada a la perfección, asi es como se hacen las obras maestras coño, sin subtramas idiotas que entorpezcan la historia.
La fuerza del texto original y el talento del director hacen el resto. Tensión, drama, diálogos brillantes, un ritmo frenético que no da respiro al espectador, una intriga perfectamente elaborada desde la primera escena hasta la última. Tanto la presentación de los personajes como el desarrollo de la historia resulta inmejorable, por lo que mi único temor era que el desenlace no estuviera a la altura de las circunstancias, los thrillers de estas temáticas conllevan siempre dilemas éticos que pueden resultar ridículos si no se llevan con profesionalidad, pero finalmente el resultado es colosal, escalofriante a la vez que realista. Polanski puso todo su talento y dirigió esto con pulso firme para exortizar sus propios demonios, y eso se nota. Apasionante obra maestra.
Roman Polanski, vuelve a acertar con esta intriga, que transcurre en solo una noche y en un paraje totalmente aislado, mientras se desata una tormenta (por lo que el contexto, no puede ser más oportuno). Además, las interpretaciones, rayan a un nivel notable, haciendo partícipe al espectador, de un triángulo, de culpables, inocentes y escépticos. Bastante recomendable.
Pieza magistral rodada por Polanski. Adaptación de una obra teatral, no obstante toda la película huele a bambalinas. Mantiene la tensión y la espectación hasta el final, por ver como va a acabar el verdugo, por ver si se va a llevar a cabo la venganza y se va a hacer justicia. Grandes interpretaciones del trio protagonista, en especial de una Sigourney Weaver clavando la actuación. Muy interesante, complicado y espinoso el tema que se toca, dando lugar a muchas lecturas y donde se podría debatir y charlar largo y tendido. La película está llena de odio, venganza, remordimientos, ira, pero también de compasión y perdón. Un final que descoloca, porque es evidente que se espera todo lo contrario, separando claramente la gente que es incapaz de hacer el mal de los monstruos, y esa última escena en el concierto cruzando las miradas la víctima y el torturador que pone la piel de gallina y te hiela la sangre, y te preguntas como es posible que eso pase en esta vida maravillosa pero llena de mierda. Una de las mejores películas dentro de la filmografía del pequeño pero enorme en talento Roman Polanski.
La ví hace tiempo y, desde luego, es una buena película. Los diálogos de ambos personajes son casi perfectos, así como las actuaciones. Por cierto, en ningún momento llega a decaer o a resultar cansina ya que la tensión que imprimen la Weawer y el Kinsgley es tremenda. En definitiva, muy recomendable.
Floja película de Polanski. Aunque los actores están correctos a ratos es bastante aburrida. La película parece una obra de teatro porque de hecho está basada en una.
Críticas: 10
fabio2000
8
Teatro, cine y tensión.
En 1973 y 1976 se dieron las dos dictaduras más feroces de latinoamérica, una en Chile (Pinochet) y la otra en Argentina (Videla), que no solo trajo violencia, muertes y represión, si no también una multitud de exiliados, entre ellos muchos artistas y dramaturgos.
Ariel Dorfman, novelista argentino-chileno, huyó a Francia durante la dictadura militar de Pinochet, y escribió en 1990 una obra teatral titulada ¨La muerte y la doncella¨, que tenía como tema central la dictadura desde otro ángulo.
El trabajo en cuestión fue llevado al teatro en muchas oportunidades y en diferentes países del mundo. Rápidamente Roman Polanski lo convirtió en película en 1994 con guion del propio Ariel Dorfman y Rafael Yglesias (¨Desde el infierno¨), un guionista que le aporta algo de experiencia al libreto.
¨La muerte y la doncella¨ tiene un pequeño reparto principal compuesto por Sigourney Weaver, Ben Kingsley y Stuart Wilson, ese trío que llevará adelante la estructura del film.
-En un país imaginario que acaba de sufrir una terrible dictadura, viven Paulina Escobar y su marido Gerardo, un prestigioso abogado. Una noche, Gerardo se presenta en casa con un hombre cuyo coche ha sufrido un desperfecto...
Estos son los desafíos que a Polanski le encanta combatir, trabajar con tres personajes encerrados en una cabaña, en medio de la nada, bordear los límites del teatro pero ser meramente cinematográfico, y construir una tensión que se torne insostenible.
Roman Polanski venía de filmar dos años antes la maravillosa ¨Lunas de hiel¨, y con ¨La muerte y la doncella¨ vuelve a estar a la altura de las circunstancias con un film angustioso y asfixiante.
En ¨La piel de Venus¨ y ¨Un Dios salvaje¨, Polanski no lograba salirse del formato teatro filmado, y eso es un enorme problema para una película, por eso siempre la adaptación de una obra teatral significa un escollo. Afortunadamente este film es puro cine. Hay pequeños desplazamientos hacia el exterior que son sustanciales para la trama, y un constante uso de recursos cinematográficos para crear la tensión, como por ejemplo el dejar en fuera de campo algún hecho importante que necesita ser repuesto para completar el misterio o la trama.
Este tipo de películas son especiales para el lucimiento de los actores, pero en ¨La muerte y la doncella¨ hay un equilibrio que se da con la dirección y con el guion.
Curiosamente, Polanski hace poco uso de la música, y prefiere fortalecer los silencios o aprovechar los diálogos limpios que son maravillosos y realmente visuales. Cuando se cuenta un acontecimiento hay tanta descripción, tan buena narración, que automáticamente las palabras se transforman en imágenes mentales.
La tensión y esa guerra psicológica entre unos y otros es colosalmente fantástica, y ahí entra en juego el trabajo del director, que trenza la batalla con gestos, con el movimiento de los personajes en el espacio, con los encuadres y con el propio cambio de iluminación. Maravilloso.
Sigourney Weaver y Ben Kingsley bordean sus papeles. Dicen los diálogos con una fuerza física y mental impresionante. La batalla también pasa por el lado actoral.
¨La muerte y la doncella¨ es un brillante ejercicio de thriller combinado con drama. Roman Polanski aprovecha muy bien un elemento histórico como el de la dictadura, para construir a su alrededor una historia atravesada por lo ficcional pero relacionada con lo real.
Actuaciones:8.0
Música:7.0
Historia:8.0
Final:8.0
Calificación: Muy buena (8/10).
Lo mejor: No se necesita de grandes herramientas para hacer un buen film, y Polanski lo tiene claro.
Lo peor: Nada.
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