Otro krimi alemán curioso, porque toma a un tipejo que pretende ser el segundo Mabuse y lo pone en una de las entretenidas novelitas pulp de Edgar Wallace.
El veterano Walter Rilla es el Dr. Pohland, al que ya vimos en la película anterior, “El testamento del Dr. Mabuse”, que, supuestamente guiado por el espectro del mítico villano (Wolfgang Preiss, interpretando por quinta y última vez al personaje), se prepara para llevar a buen término las fechorías que el mal doctor dejó en su testamento de Alemania al Reino Unido y hacerse allí con una fantafabulosa máquina de control mental. Dos eternos malotes del cine como Peter Van Eyk (el mayor Tern, que tiene una madre, Gwendoline - Agnes Windeck, reclamo cómico de la peli - que casi se cree Miss Marple) y Klaus Kinski interpretan respectivamente a los agentes de Scotland Yard y del MI5 que se enfrentan a él con la ayuda del alemán inspector Vulpius (Werner Peters, habitual de la saga pero siempre con un papel distinto).
Al no haber leído el material original de Wallace, solo puedo decir que el guion es absurdo (en un krimi esto es natural) y en todo momento divertido. Como muchos krimis, se basa en la acción y el humor y un poco del viejo deus ex machina y de romance forzado.
Como todo krimi que se precie, la estética es exquisitamente pop, con una banda sonora swing agradable al oído, y está rodado en blanco y negro.
Un entretenimiento a ratos tontuno, pero fácil de digerir y de muy fácil visionado como todo krimi.
bigladiesman
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Otro krimi alemán curioso, porque toma a un tipejo que pretende ser el segundo Mabuse y lo pone en una de las entretenidas novelitas pulp de Edgar Wallace.
El veterano Walter Rilla es el Dr. Pohland, al que ya vimos en la película anterior, “El testamento del Dr. Mabuse”, que, supuestamente guiado por el espectro del mítico villano (Wolfgang Preiss, interpretando por quinta y última vez al personaje), se prepara para llevar a buen término las fechorías que el mal doctor dejó en su testamento de Alemania al Reino Unido y hacerse allí con una fantafabulosa máquina de control mental. Dos eternos malotes del cine como Peter Van Eyk (el mayor Tern, que tiene una madre, Gwendoline - Agnes Windeck, reclamo cómico de la peli - que casi se cree Miss Marple) y Klaus Kinski interpretan respectivamente a los agentes de Scotland Yard y del MI5 que se enfrentan a él con la ayuda del alemán inspector Vulpius (Werner Peters, habitual de la saga pero siempre con un papel distinto).
Al no haber leído el material original de Wallace, solo puedo decir que el guion es absurdo (en un krimi esto es natural) y en todo momento divertido. Como muchos krimis, se basa en la acción y el humor y un poco del viejo deus ex machina y de romance forzado.
Como todo krimi que se precie, la estética es exquisitamente pop, con una banda sonora swing agradable al oído, y está rodado en blanco y negro.
Un entretenimiento a ratos tontuno, pero fácil de digerir y de muy fácil visionado como todo krimi.
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