Curiosa y aceptable 11° entrega de la larga franquicia de Godzilla, dirigida por el debutante Yoshimitsu Banno.

Una extraña forma alienígena con forma de renacuajo y que se alimenta de la contaminación ambiental y marina se convierte en una gran amenaza para Japón.

A finales de los 60s, especialmente con las lamentables improntas infantiloides de Jun Fukuda en “ゴジラ・エビラ・モスラ　南海の大決闘” (“Los Monstruos del Mar”, 1966) y “怪獣島の決戦　ゴジラの息子” (“El Hijo de Godzilla”, 1967) y los irregulares resultados del propio Ishiro Honda en “怪獣総進撃” (“Invasión Extraterrestre”, 1968) y “ゴジラ・ミニラ・ガバラ　オール怪獣大進撃” (“La Isla de los Monstruos”, 1969), la franquicia del reptil radioactivo seguía hundiéndose irremediablemente entre la porfiada visión comercial infantilista de los productores de la saga, la progresiva pérdida de seriedad en el tono narrativo de los films, la evidente falta de ideas, y presupuestos cada vez más escuálidos que hacíab muy difícil que la franquicia repuntara o se replanteara con nuevos aires. Por si fuera poco, como hemos comentado en otras reseñas, la Toho seguía observando impotente cómo su competencia Daiei continuaba cosechando éxitos con el monstruo ガメラ o Gamera y su franquicia iniciada “大怪獣ガメラ” (“Gamera: El mundo bajo el terror”, 1965).

Ciertamente, el difícil momento que atravesaba la franquicia de Godzilla pareció recrudecerse cuando ni siquiera el retorno de Ishiro Honda había logrado enmendar o repuntar el camino. El rotundo fracaso de taquilla y crítica de “ゴジラ・ミニラ・ガバラ　オール怪獣大進撃” (“La Isla de los Monstruos”, 1969) no sólo echaría por tierra el respiro que significó la reivindicable “怪獣総進撃” (“Invasión Extraterrestre”, 1968), sino que dejaría en evidencia que el problema no pasaba sólo por recurrir a las viejas mentes creativas de la franquicia. El problema seguía siendo el equivocado cambio de tono y enfoque la franquicia había adoptado a mediados de los 60s, una cuestión que el productor Tomoyuki Tanaka al parecer empezaba a comprender cuando aceptaría la propuesta del joven director Yoshimitsu Banno sobre una nueva película de Godzilla que retomaba los principios narrativos ecológicos y antinucleares de la seminal “ゴジラ” (1954) de Ishiro Honda, reciclándolos.

El resultado sería la interesante y única, aunque bizarra y desbalanceada 11° entrega “ゴジラ対ヘドラ” (1971), que tendría reivindicables elementos narrativos a pesar de sus evidentes fallas y problemas. De partida, el film tiene el gran mérito de proponer sus propias ideas novedosas y recuperar el tono medianamente serio que había caracterizado a la franquicia en sus primeras películas. El leitmotiv había sido concebido inicialmente después de que el propio Banno visitara las costas de la ciudad de Yokkaichi y quedara sorprendido por cielos cubiertos de smog negro y un océano lleno de espuma de residuos químicos y basura en descomposición, un ambiente putrefacto ideal para el surgimiento de un renacuajo alienígena que se transforma en un monstruo ecológico como resultado de dicha contaminación. Por otra parte, si bien no prescindirá de algunos elementos familiares e infantiles, la cinta se las arreglará para mostrar contenido especialmente violento y amenazante que incluye heridas y quemaduras expuestas, ataques y muertes masivas en Japón y un enfrentamiento mortal entre los monstruos.

Por otra parte, el aspecto “documentalista científico” del film es bastante más digerible y factible que las últimas y rebuscadas investigaciones esencialmente alienígenas que sustentaban a los films de la saga. Aunque no por ello abandona totalmente su esencia de relato de ciencia ficción, es evidente su influencia de películas como “The Thing from Another World” (1951) de Christian Nyby y “The Blob” (1958) de Irvin Yeaworth, Russell S. Doughten en la estructuración del monstruo Hedorah, el cual tiene una ambigua naturaleza terrícola y alienígena, y en la importante colaboración de científicos y militares para acabar con la amenaza que representa la Burbuja Tóxica para Japón y el mundo. A diferencia de lo que sucede en los filmes estadounidenses de este estio, eso sí, en esta película la ciencia logra imponer sus términos y dejar al ejército sometido y reducido a un rol secundario y más bien ejecutante sin necesidad de entablar un relación áspera y antagónica por el protagonismo.

En contraposición, el guión firmado por el propio Banno y Takeshi Kimura (“怪獣総進撃” o “Invasión Extraterrestre”, 1968) no queda del todo libre de los vicios que había arrastrado la franquicia en los últimos años y otras improntas propias de su época. Mientras Fujuda había sucumbido a las influencias bondianas de los 60s en sus films “ゴジラ・エビラ・モスラ　南海の大決闘” (“Los Monstruos del Mar”, 1966) y “怪獣島の決戦　ゴジラの息子” (“El Hijo de Godzilla”, 1967), Banno lo haría insertando unas constantes, desconcertantes y desencajantes secuencias de bailes y música psicodélica que no tiene nada que ver con la trama, pero que entendemos las incluye como parte de un intento de contextualizar la trama. Un vicio muy común de la época, por cierto, y al que ni siquiera la productora británica Hammer, por poner un ejemplo, pudo resistirse en un título tan dispar a éste como “Dracula AD 72” (1972) de Alan Gibson. Para incrementar su espíritu psicodélico, Banno introdujo un par de secuencias de animación que supuestamente correspondían a los sueños e imaginación de Ken, el hijo del científico.

Otro acierto, con sus virtudes y defectos, es ヘドラ o Hedorah, el nuevo monstruo que amenaza a la Tierra y rivaliza con Godzilla. Se trata de un kaiju bastante particular y único, definido como un alienígena contaminante originario de la nebulosa de gas oscuro en la constelación de Orión, que cayó en la Tierra viajando en un cometa. Su nombre proviene de ヘドロ o hedoro que significa lodo y que remite a que en la mayoría de los ataques el monstruo libera ácidos ricos en lodo. A pesar de su diseño estéticamente espantoso, que recuerda a una enorme alfombra de estopa negra, Hedorah es uno de los monstruos más interesantes, versátiles y fuertes que se enfrentarían a Godzilla en mucho tiempo, después de los clásicos Mothra, King Ghidorah y Rodán. Con una estatura de 60 metros y 40 toneladas de peso en su forma más grande en este film, reaparecería en la serie de TV “ゴジラアイランド (“Godzilla Island”, 1997) y en el film “ゴジラ ファイナルウォーズ” (“Godzilla: Final Wars”, 2004) en donde alcanzaría una estatura de 120 metros y un peso de 70 toneladas.

En “ゴジラ対ヘドラ” (1971), Hedorah tiene el mérito de mostrarse tempranamente, aunque en una forma primitiva de renacuajo que paulatinamente va ganando en un aspecto amenazante con sus formas pisciforme, alada y bípeda que llega a superar en altura y envergadura a Godzilla. Banno regala varias secuencias para mostrar la letalidad de sus habilidades entre las que se encuentra lanzar chorros de ácido sulfúrico que queman la piel y pueden llevar a disolver a víctimas civiles hasta los huesos, como vemos en los ataques al Profesor Yano y la población. Otras capacidades que posee son lanzar rayos láser rojos por sus ojos, volar como una mantarraya, reproducirse asexualmente y combinarse con otras especies, además prescindir del oxígeno. También parece ser inmune al aliento radioactivo de Godzilla con el cual llega a tener hasta cinco enfrentamientos en los que el reptil necesitará la ayuda de un gigantesco panel de electrodos del ejército para imponerse, una variedad de secuencias que se agradece, sobre todo si tenemos secuencias originales e impagables como la de Godzilla utilizando su aliento como motor para volar y capturar a Hedorah.

Como era la tónica de las últimas películas de la franquicia, el film no tiene personajes humanos realmente interesantes, siendo la gran mayoría de ellos totalmente prescindibles y planos, a excepción del Profesor Yano. Interpretado por Akira Yamauchi (“Cerdos y Acorazados”, 1961), es el único personaje medianamente dibujado que tiene un claro rol patriótico y que expone su vida en un reparto totalmente prescindible que incluye a Hiroyuki Kawase (“La Batalla de Okinawa”; 1971) como Ken, Toshie Kimura (“3 Samuraís Fuera de la Ley”; 1964) como Toshie, Keiko Mari como Miki Fujinomiya y Toshio Shiba (Serie “Mirâman”, 1971-1972) como Yukio Keuchi. Kenpachiro Satsuma interpretó a Hedorah, quien debió ser operado de apendicectomía en pleno rodaje con el traje del monstruo puesto por los médicos tras sufrir una grave apendicitis.

Con un presupuesto incluso más bajo en relación a los que tuvieron que aceptar Fukuda y Honda en las últimas entregas, Banno contó sólo con 35 días para filmar la película y la constante desidia de un Tomoyuki Tanaka que sólo le asignó un equipo técnico con efectos especiales a cargo de Teruyoshi Nakano (“ゴジラ”, 1984) y le impuso a un desinteresado Ishiro Honda como supervisor de dirección. A pesar de que Banno se las arregló para otorgar un buen ritmo y filmar aceptables secuencias de acción, bastante mejores a las logradas por el propio Honda en el anterior film, Tanaka nunca estuvo conforme con el resultado y se negó a permitir que Banno realizara una secuela que tenía en mente. Esta secuela se difuminó en diversos proyectos y títulos como “Godzilla vs. Redmoon”, “Godzilla vs. The Space Monsters: Earth Defensive Directive” The Return of King Ghidorah y que finalmente desembocó en “地球攻撃命令　ゴジラ対ガイガン” (“Godzilla vs. Gigan”, 1972) del polémico Jun Fukuda.

La banda sonora estuvo a cargo de Riichiro Manabe (“Gorgo y Superman se citan en Tokio”, 1973), compositor asiduo al jazz y el modernismo disonante, con predominancia de guitarra eléctrica, el órgano de tubos, el flautín, el sintetizador de teclado y el vibraslap, que claramente no pega ni junta con el tono y temática del film.

En resumen, a pesar de ser claramente irregular y bizarra en muchos de sus aspectos, estamos ante una propuesta original e interesante que recupera aunque sea un poco la esencia de la franquicia y se desmarca de los últimos fallidos films.

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Teniendo en cuenta antecedentes inemdiatos en la saga,esta entrega parece recuperar muy suavemente la oscuridad de la(s) primer(as) peliculas.
Los trajes tanto de Godzilla como Hedora se notaban bastante cuidados y no tan caricaturescos,aunque no era posible extraer el aspecto grotesco y comico de los disfraces.Pese a todo,la mimica de los actores estuvo muy bien construida;por suerte no se lo vio a Godzilla bailando o haciendo algun ademan inapropiado.
La fotografia es muy rescatable,hay planos realmente dignos.
La trama estuvo al menos aceptable,al igual que el subtexto critico sobre la contaminacion del planeta,y que todo se haya centrado en acabar con la amenaza de Hedora,y si bien lo fue de manera indirecta,me gusto que Godzilla sea una suerte de salvador de la Tierra.
Es un 5 tirando a 6.

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Dentro de lo que cabe por lo menos es mejor que ¨La isla de los monstruos¨ la cual es la peor hasta el momento de la saga.
En esta ocasión nuestro querido monstruo se enfrenta a Hedora, una criatura de origen alienigena formada exclusivamente por residuos toxicos y que va cambiando su forma constantemente.

Me gustó la gran critica social que tiene la película, esta vez no es sobre las bombas atomicas o lo nuclear, si no más bien hacia la contaminacion del medio ambiente, el ejemplo esta en que Hedora esta formada de residuos toxicos como ya escribi unas lineas más atras y que ademas este monstruo se alimenta de la contaminacion, para ser más concreto del humo toxico que desprenden las chimeneas de muchas fabricas.
Vamos que la película lanza el claro mensaje de que la contaminacion algún día nos acabara matando.

Como peli esta entretenida, los FX son buenos y tiene escenarios curiosos pero poco aprovechados.
Ahora bien, las actuaciones son algo pesimas, sobre todo el niño que es pedante hasta decir basta, la BSO no me gustó mucho y el guion muy simple.
Lo bueno que tiene es que la acción es constante y que los monstruos hacen pronto acto de presencia.
La pelea final hasta el momento para mi es la más larga de la saga, si a eso le sumamos que en la película se pelean unas cuantas veces podeis haceros una idea de que vereis a Godzilla constantemente soltando mamporros.

Mi veredicto es que el film esta bien, esta entretenido y hace que pasemos un rato agradable, el problema es que tiene cosas demasiado estupidas e infantiles, ademas de esto no me gusta que se vea a Godzilla como una especie de heroe salvador, pero bueno esto nos guste o no es lo que hay.

Coco 1.

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Con unas fallas en el audio, música y montaje, puede ser una de las más flojas de Godzilla. Comienza con un argumento prometedor, pero decae la historia con la típica intervención de los monstruos y la interpretación de los personajes que queda muy ¨desfasada¨. Por momentos como suele ocurrir, los gritos de Godzilla llegan a ser insoportables. No es de las buenas de la gran cantidad de filmes de Godzilla.

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Esta es una de las peliculas de godzilla mas extrañas de todos los tiempos.Para empezar muestra al niñato de turno que da un toque infantiloide a la pelicula,incluye escenas de terror y sangre que hasta llegan ha haber demasiadas y meten una denuncia sobre la contaminacion ambiental.

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