Sencillo producto de la Universal sobre una mujer alcohólica que necesita de las médulas de la gente para rejuvenecerse. No pasa de ser otra variante del cine de vampiros, pero aportando un toque vudú al tema (muy años 40 todo ello, incluyendo un racismo muy fuera de lugar para 1960, aunque éste siguiera muy en boga en la vida real. Incluye planos con extras blancos pintados de negro... Mezclados con imágenes de archivo de auténticos danzarines africanos: es como ver a modernetes pastilleados en el Sònar mezclados con imágenes de un número de peli de Bob Fosse).

Lo más destacado es el reparto, con nombres conocidos tanto de la serie B como del cine de arte y ensayo: Grant Williams, aún muy solicitado desde ¨El increíble hombre menguante¨, los destacados intérpretes de carácter Coleen Gray y Philip Terry o una de la las primeras grandes intérpretes negras de Broadway, la veteranísima Estelle Hemsley, que llegó muy tarde al cine, pero fue nominada ese mismo 1960 a un Globo de Oro. Cabe decir media película es sustituida por la hermosa actriz y guionista Kim Hamilton, de larga carrera televisiva y que apareció en ¨Matar a un ruiseñor¨ en un pequeño papel. Otro actor de carácter importante, el neerlandés John Van Dreeler, completa un buen elenco protagonista que no lo hace mal del todo, si bien se ve claro que nadie da lo mejor de si mismo aquí.

A nivel técnico, todo se puede resumir en una palabra: cutre. Sin embargo la peli funciona, entretiene, tiene buen ritmo y es lo suficientemente bizarra como para hacernos reir en los momentos más inesperados. Solo señalar que como pasa muchas veces, lo mejor está al final. Sin embargo, esta vez no nos encontramos con una peli lenta; solo es que tiene mucho de peli de aventuras y relativamente poco de ci-fi.

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