Aportación germano-suiza a esta saga de telefilms cuyo título genérico es ¨Sabbath¨, y que nos acercan a leyendas, historias y sucesos relacionados con el misterio y lo oculto ocurridos en Europa.
En este caso tenemos una historia basada en un hecho real, donde se juzgó a una mujer acusada de Bruja, que fue considerada oficialmente la última de esta persecución que se realizó en toda Europa...aunque el año en que tuvo lugar tal ejecución, 1782, era una fecha ya tardía para lo que aconteció con anterioridad.
La película no es de terror, ni de suspense... ni siquiera llega a inquietar lo más mínimo. Es más bien un drama con algún que otro ramalazo de misterio sobre todo en los comienzos de la historia.
A nivel técnico se nota en demasía la poca experiencia con el medio del equipo de rodaje. Fotografía poco resaltable, y unos primeros planos muy anodinos en varias ocasiones...aunque hay que admitir que la actriz principal que interpreta a la supuesta bruja, Cornelia Kempers, saca en varios momentos bastante provecho a las características de su personaje.
Los parajes donde se desarrolla la acción, Suiza, son bellísimos...y aunqnue pueden observarse alguna que otra buena secuencia de fotografía, no acaban de estar del todo aprovechados.
Lo mejor de la película, para mi, son los primeros 30 minutos...donde sí se consigue poner al espectador en perspectiva cuando vemos a Anna, llegar a casa del médico Tschudi para trabajar como sirvienta...y allí ejerce una extraña fascinación sobre el matrimonio y la pequeña hija de estos.
El doctor se siente sexualmente atraído por ella y trata de seducirla; la esposa es invadida por un inmenso placer tras un masaje que recibe de esta y le causa una inexplicable adicción...y la niña empieza a sentir una morbosa atracción por ella, en el que tal vez sea el punto más espinoso de la trama...pues entre la niña y Anna hay momentos que rozan lo sexualmente inaceptable (un beso entre ambas en los labios, el deseo de la niña en ser acariciada por Anna, o cuando la niña quiere tocarle un pecho).
Cuando la niña empieza a tragarse alfileres que aparecen por arte de magia en los alimentos, es acusada de ineptitud y expulsada de la casa. Solo cuando los alfileres siguen apareciendo en la comida y dejan a la niña atrofiada de una pierna (alfileres que por otra parte nunca se explica como siguen apareciendo), es cuando acusan a Anna de bruja y es requerida por las autoridades. Anna, escondida en una taberna en las afueras de la ciudad, es traicionada y entregada a las autoridades...no sin antes advertir que en realidad, las gentes entienden que ella no es malvada, sino una humilde sirvienta, alcaide incluido.
Es curioso como el médico no puede curar a la niña de su atrofia y expone como solución que sea la propia Anna quien se encargue de curarla. Anna, con un fuerte masaje, sana a la niña creyendo que con esto va a ser liberada...y es al contrario, la someten entonces a una tortura inquisidora propia de la Santa Inquisición española para que confiese lo que en realidad no es.
El bochorno que pasan en la ciudad es vergonzoso, cuando tienen casi que disimular lo que allí a ocurrido, ya que las autoridades de Zurich, al enterarse de que se ha producido una ejecución por brujería en pleno 1782, cuando este tipo de prácticas medievales dejaron de realizarse mucho tiempo atrás, podrían dejan en evidencia a la ciudad del cantón de Glaris, que es el lugar donde se llevan a cabo estos hechos.
El mensaje que nos muestra el film es que habia ciertas mujeres que poseían conocimientos que la medicina oficial desconocía...conocimientos de la naturaleza, como ciertas plantas curativas...o ciertos métodos ancestrales (masajes y uso del calor de las manos) que podían sanar en muchas ocasiones a enfermos....Todo esto no era aceptado por las autoridades religiosas y bastaba para acusar de brujería a quienes en realidad no eran tales.
Mencionar como dato a la confesión religiosa de Suiza, donde se desarrolla esta película, la Iglesia Evangélica...que fue tan persecutoria o más que la propia Iglesia Católica...aunque los católicos se han llevado siempre ese San Benito.
Para concluir...decir que es un film que se debe de visualizar como un documento histórico y que aunque no es de Terror, completa una interesante colección, ¨Sabbath¨, que si lo es casi en su totalidad y que sin ser nada del otro mundo, se le puede echar un vistazo sin grandes perspectivas.
Lowell Freeman
6
Aportación germano-suiza a esta saga de telefilms cuyo título genérico es ¨Sabbath¨, y que nos acercan a leyendas, historias y sucesos relacionados con el misterio y lo oculto ocurridos en Europa.
En este caso tenemos una historia basada en un hecho real, donde se juzgó a una mujer acusada de Bruja, que fue considerada oficialmente la última de esta persecución que se realizó en toda Europa...aunque el año en que tuvo lugar tal ejecución, 1782, era una fecha ya tardía para lo que aconteció con anterioridad.
La película no es de terror, ni de suspense... ni siquiera llega a inquietar lo más mínimo. Es más bien un drama con algún que otro ramalazo de misterio sobre todo en los comienzos de la historia.
A nivel técnico se nota en demasía la poca experiencia con el medio del equipo de rodaje. Fotografía poco resaltable, y unos primeros planos muy anodinos en varias ocasiones...aunque hay que admitir que la actriz principal que interpreta a la supuesta bruja, Cornelia Kempers, saca en varios momentos bastante provecho a las características de su personaje.
Los parajes donde se desarrolla la acción, Suiza, son bellísimos...y aunqnue pueden observarse alguna que otra buena secuencia de fotografía, no acaban de estar del todo aprovechados.
Lo mejor de la película, para mi, son los primeros 30 minutos...donde sí se consigue poner al espectador en perspectiva cuando vemos a Anna, llegar a casa del médico Tschudi para trabajar como sirvienta...y allí ejerce una extraña fascinación sobre el matrimonio y la pequeña hija de estos.
El doctor se siente sexualmente atraído por ella y trata de seducirla; la esposa es invadida por un inmenso placer tras un masaje que recibe de esta y le causa una inexplicable adicción...y la niña empieza a sentir una morbosa atracción por ella, en el que tal vez sea el punto más espinoso de la trama...pues entre la niña y Anna hay momentos que rozan lo sexualmente inaceptable (un beso entre ambas en los labios, el deseo de la niña en ser acariciada por Anna, o cuando la niña quiere tocarle un pecho).
Cuando la niña empieza a tragarse alfileres que aparecen por arte de magia en los alimentos, es acusada de ineptitud y expulsada de la casa. Solo cuando los alfileres siguen apareciendo en la comida y dejan a la niña atrofiada de una pierna (alfileres que por otra parte nunca se explica como siguen apareciendo), es cuando acusan a Anna de bruja y es requerida por las autoridades. Anna, escondida en una taberna en las afueras de la ciudad, es traicionada y entregada a las autoridades...no sin antes advertir que en realidad, las gentes entienden que ella no es malvada, sino una humilde sirvienta, alcaide incluido.
Es curioso como el médico no puede curar a la niña de su atrofia y expone como solución que sea la propia Anna quien se encargue de curarla. Anna, con un fuerte masaje, sana a la niña creyendo que con esto va a ser liberada...y es al contrario, la someten entonces a una tortura inquisidora propia de la Santa Inquisición española para que confiese lo que en realidad no es.
El bochorno que pasan en la ciudad es vergonzoso, cuando tienen casi que disimular lo que allí a ocurrido, ya que las autoridades de Zurich, al enterarse de que se ha producido una ejecución por brujería en pleno 1782, cuando este tipo de prácticas medievales dejaron de realizarse mucho tiempo atrás, podrían dejan en evidencia a la ciudad del cantón de Glaris, que es el lugar donde se llevan a cabo estos hechos.
El mensaje que nos muestra el film es que habia ciertas mujeres que poseían conocimientos que la medicina oficial desconocía...conocimientos de la naturaleza, como ciertas plantas curativas...o ciertos métodos ancestrales (masajes y uso del calor de las manos) que podían sanar en muchas ocasiones a enfermos....Todo esto no era aceptado por las autoridades religiosas y bastaba para acusar de brujería a quienes en realidad no eran tales.
Mencionar como dato a la confesión religiosa de Suiza, donde se desarrolla esta película, la Iglesia Evangélica...que fue tan persecutoria o más que la propia Iglesia Católica...aunque los católicos se han llevado siempre ese San Benito.
Para concluir...decir que es un film que se debe de visualizar como un documento histórico y que aunque no es de Terror, completa una interesante colección, ¨Sabbath¨, que si lo es casi en su totalidad y que sin ser nada del otro mundo, se le puede echar un vistazo sin grandes perspectivas.
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