La modesta Shintoho nos ofrece este mediometraje yurei (de fantasmas), con un personal que no conocen ni en el mismo Japón y basado en una popular novela, donde se nos cuentan las funestas consecuencias que puede tener que un sociópata se beneficie a una joven MILF “porque él lo vale”.

Poco pretencioso, es un producto logradísimo para su poco presupuesto. A pesar de que en algunos momentos las interpretaciones son muy teatrales, este es el estilo japonés de la época, así que tampoco podemos dudar de la profesionalidad y buen hacer del reparto (ahora bien, hay una escena de forcejeo tan larga que no sabe uno si reír o tirar algo a la pantalla). La ambientación tradicional y oscura, como suele pasar en este tipo de productos, es clave. El maquillaje, de tipo teatral, es muy correcto, mostrando fantasmas en la más pura tradición japonesa, como lo son los escasos y sencillos FX (aunque debe decirse para un equipo de FX mínimamente competente no debe ser difícil crear un hitodama, es decir, un fuego fatuo). La música de tipo folklórico, como es habitual, refleja perfectamente la tensión en los momentos oportunos.

La historia es preciosa y triste, mostrando que el amor, el honor y la fidelidad van más allá de la vida. Y aprovecha para acojonar en un par de escenas de dulce venganza.

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