Esta es una muy buena película, con muchos personajes, pero todos buenos, importantes, necesarios, pesados, nadie sobra. Cambia constantemente los centros de atención, dándoles a todos la misma importancia. La sociedad inglesa de la época está retratada a la perfección. Muy buena música, excelente dirección, y notable actuación.
Creo que quienes le piden a esta tremenda película que sea un filme de misterio están confundidos. Cierto que hay un asesinato, pero hay que andar muy perdido para no cachar que al final da lo mismo. La clave, me parece, es ese especie de baile perpetuo entre los personajes, esa sensación de que este es un mundo de verdad poblado. Cuando uno ve, no sé, Indiana Jones, en el fondo sabes que en ese mundo hay un héroe, su mina, un par de amigos y el resto son escenografía. Pero acá todos pesan. De hecho, cuando la vi, tuve la sensación de que mientras nos mostraban a los patrones, los empleados estaban haciendo y diciendo cosas igual de importantes que nunca sabremos. Es una película sobre la maternidad, encuentro. Al final, sobre el acto de cuidar y proteger, que es súper heavy. No importa si les cargó, tienen que reconocer que la escena donde Northam canta y los sirvientes lo escuchan moviéndose por las salas adyacentes a oscuras es uno de esos momentos donde dices: esto no lo he visto antes y tampoco creo que lo vea de nuevo. Es como el final de Una Historia Sencilla, es como comprender algo que no sabías que tenía que entenderse. En fin. La recomiendo.
Me encantan las películas de misterio, y ésta me dejó satisfecho. Si te gusta Agatha Christie o Conan Doyle, ésta es tu indicada. La ambientación en la campiña inglesa es notable, buenas actuaciones (Maggie Smith es excelente), muy buen manejo de los detalles y pistas sobre el misterio. Algunos tal vez puedan encontrarla un poco lenta, pero no por eso la dejaría de recomendar.
Quizas todos alguna vez en la vida hemos jugado un juego de mesa llamado Clue en inglés, o Sospecha en español. Este consiste en adivinar quién fue el asesino, a quién asesinaron, con qué arma y en qué lugar. Podríamos relacionar la historia con el juego, pero el trasfondo es mucho mayor. Ambición, engaño, venganza, esnobismo, falsedad, muchos matices que se van desarrollando mientras transcurre la película. Los personajes poco a poco van dando a conocer sus motivos, el por qué asisten a la cita, que en un principio se ve como una sencilla reunión. Simplemente véanla y disfrútenla. Quizás puede parecerles un poco lenta, pero el peso de los personajes y la ejecución de estos por los actores es genial. Riqueza visual y estética, un guión bien escrito, geniales el reparto y estupendas actuaciones.
Quizás sea la mejor película del año, al menos si nos atenemos a los formalismos y códigos del cine más clásico. No puedo dejar de ver un paralelo directo con La Regla del Juego de Jean Renoir. Las similitudes son evidentes, e incluso hay personajes y escenas copiados en forma literal. Sin embargo, a pesar de la cita a esta obra maestra del cine francés, Altman se toma la libertad de duplicar el juego: mientras que la película de Renoir se centra exclusivamente en las relaciones de un grupo de aristócratas y burgueses, en la de Altman las relaciones aparecen duplicadas por la servidumbre. Cada invitado dispone de su valet, empleado personal que se encarga de su cuidado y atención. De este modo la trama se desdobla entre la servidumbre y los señores aristócratas. Irónicamente muestra cómo entre la servidumbre se repiten las mismas estructuras y códigos sociales que rigen el mundo de los señores. Es una vida duplicada en que los valets carecen de vida propia. La trama oficial de la película, que la sitúa en el género de los policiales ingleses, no es más que una excusa, el hilo que mantiene unido el fresco que retrata el complejo panorama social y juegos de poder en un palacete de la aristocracia inglesa. Por eso aquellos que esperen una a lo Sherlock Holmes o Agatha Christie se sentirán decepcionados y la encontrarán lenta y falta de sentido. El descubrir quién es el asesino deja de tener toda importancia.

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