fantaterror con aires a horror gothic, vampirismo pero mas encarado a lo realista, pues estos vampiros no son como uno espera, el filme no esta mal pero las hay mejores, lo interesante es su trama y algun que otro asesinato, pero por lo demas se me hizo predecible y lenta,,, pero para pasar el rato esta muy bien.
Interesante y correcto film de terror psicológico, dirigido por Jorge Grau (“No profanar el sueño de los muertos”, 1974) y protagonizado por Lucía Bosé y Espartaco Santoni.
Cajlice, Hungría, 1807. Erzsébet Bathory, descendiente de la legendaria condesa acusada de asesinar a doncellas para bañarse en su sangre y mantenerse joven y bella en el siglo XVI, comienza a sentirse obsesionada por el mismo dilema que su antepasada, mientras en el pueblo se realiza un juicio postmortem a un médico polaco acusado de vampirismo.
El multifacético guionista y director catalán Jorge Grau y el productor burgués Jose María González-Sinde concibieron esta interesante y realista versión de la legendaria historia de la condesa húngara Erzsébet Bathory durante unas vacaciones en Budapest, en donde adquirieron unas copias de las actas del juicio de la llamada “condesa sangrienta”, sindicada como presunta asesina de más de 600 doncellas con el objetivo de bañarse en su sangre para recuperar la lozanía de su piel. No obstante, cabe señalar que en ningún caso la idea de llevar la historia de la noble húngara a la gran pantalla constituiría en un acto original de Grau y González-Sinde, ya que la figura de Bathory había adquirido cierto protagonismo en el último tiempo, entendiéndose a inicios de los 70s, principalmente por ser protagonista de una serie de productos cinematográficos principalmente asociados al terror y sexplotation de diversa calidad.
De esta forma, “Ceremonia Sangrienta” (1973) nacerá a partir de este cosiderable y creciente interés por la figura de la supuesta criminal magiar, que ya había protagonizado films como la colaboración germano-franco-anglo-italiana “Necrópolis” (1970) de Franco Brocani, la incursión de la Hammer con “Countess Dracula” (1971) de Peter Sasdy, la franco-belga-germana “Le lèvres rouges” (1971) de Harry Kümel y la italiana “Il plenilunio delle vergini” (1973) de Luigi Batzella, pero más aún desde la perspectiva del Fantaterror Español, en que destacarían “Las Vampiras” (1971) de Jesús Franco, la colaboración hispano-germana “La Noche de Walpurgis” (1971) de León Klimowsky y su secuela hispano-mexicana “El Retorno de Walpurgis” (1973) de Carlos Aured. Sin embargo, todas esas se caracterizarían por abordar la temática desde una perspectiva de terror sobrenatural, aspecto que Grau descartaría para hacerlo de una forma mucho más realista y crítica, sin descartar por supuesto la presencia de elementos narrativos como la superstición y la ignorancia de la gente.
Es por ello que uno de los elementos más interesantes de “Ceremonia Sangrienta” (1973) se encontrará en esta radiografía social y psicológica de la psique de los personajes en cuanto a los alcances de sus creencias y actos, aspecto que Grau y los guionistas Juan Tébar y Sandro Continenza expondrán de forma clara y sin tapujos en la historia. Y en ello, encontraremos supersticiones sobre vampirismo, increíbles procesos judiciales a cadáveres, impunidad de nobles sádicos, obsesión y desesperación por los efectos del paso del tiempo en la belleza y juventud y episodios de histérica colectiva con inesperadas consecuencias.
Conviene detenerse un tanto en algunos de estos aspectos. En primer lugar, la superstición acerca del vampirismo a inicios del siglo XIX que se muestra fuertemente arraigada, tanto que permitiría situaciones que ojos del hombre moderno son más que el epítome de la ignorancia y superstición, como lo son actos tan ingenuos como la cocción de pan con sangre de supuesto vampiro y su ritual de marcar cruces en la masa y untar los dedos previamente en ceniza, pero más aún los procesos judiciales postmortem a cadáveres, acusados de vampirismo.
Las escenas del juicio postmortem al médico Pedro Plojovitz, acusado de vampirizar a su propia hija así como aquella en la que el Marqués Karl Ziemmer insinúa que las heridas en el cuello de la joven son en realidad por el roce de su crucifico metálico y no una “mordedura” de vampiro, son reflejo tanto de la ignorancia como de la necesidad de la gente –a veces– de inventar situaciones que permitan el revanchismo personal o la generación de interés de los demás en sus propia vidas. Cabe señalar que este tipo de supersticiosos actos, el de desenterrar, enjuiciar, condenar y “ejecutar” al cadáver está lejos de ser una invención, siendo en cierto grado una extensión civil de los espeluznantes concilios cadavéricos medievales de los papas Esteban IV y Sergio III contra su enconado enemigo ya fallecido, el ex papa Formoso, a quien procesaron dos veces, en 897 y 904.
Otro aspecto narrativo interesante que Grau expone en el film es la impunidad de la conducta sádica de los nobles, que tenían total potestad no sólo sobre la vida de sus criados sino, extensivamente, sobre los aldeanos en general. A la recreación de la legendaria historia en que Erzsébet golpea a la criada que la peinaba por haberle jalado los cabellos accidentalmente, hay que sumar aquellas en la que el marqués seduce a cuanta aldeana y criada se le cruce por delante, como es el caso de las víctimas que termina recolectando para su esposa, quien obsesionada por su mantener su belleza finalmente cae en la locura de exigirle que seduzca y asesine doncellas.
Finalmente, y en directa relación con este punto, la obsesión y desesperación de la condesa por conseguir sangre virginal que aplicar a sus manos, rostro, pechos y finalmente todo su cuerpo. La escena en la que arman un lamentable accidente para que una niña de 5 años se corte con los vidrios de una copa rota, es altamente significativa de lo que es capaz una persona de hacer por conseguir los recursos para sostener su filia o vicio. Ni hablar de las escenas en que el marqués acuchilla y hace caer la sangre de las doncellas por un conducto que cae directamente sobre los baños de la condesa, quien aprovecha de bañarse en la sangre tibia de sus víctimas.
Respecto a la real Erzsébet Bathory (1560-1614), comentar que a pesar de que el guión señala que esta Erzsébet Bathory es descendiente de la famosa condesa sangrienta, doscientos años después, éste alude a varios aspectos de su vida, como el hecho de ser ignorada por su esposo, que en este caso es un marqués y no un conde, quien se dedica a participar de procesos judiciales y no de la guerra como el esposo de Bathory, Ferenc Nádasdy; que es fuertemente influenciada por su ama de llaves, que en el film sólo es nombrada como “Nodriza”, pero que se refiere evidentemente a Darvulia, la ama de llaves, nodriza personal y “bruja” que habría iniciado a Bathory en las artes arcanas, y que en este caso rememora una y otra vez las prácticas de su antepasada para mantenerse joven y bella; que haya sido enjuiciada y condenada de por vida a vivir emparedada en lugar de decapitada por su origen noble.
“Ceremonia Sangrienta” (1973) no esconde en ningún momento su naturaleza de película de bajo presupuesto, sin embargo, Grau demuestra tener el suficiente oficio para ofrecer una atmósfera bastante lograda, principalmente con la decisión de Fernando Arribas y Oberdan Troiani de presentar una fotografía inusualmente luminosa para una película con cierto aire a horror gótico, desarrollada principalmente en el Castillo de Cajlice, aunque también haciendo uso de locaciones rurales que dan cuenta de la belleza del paisaje español en las inmediaciones del Castillo de Castilnovo en Segovia y la localidad de Nuevo Baztán en Madrid.
La música estuvo a cargo del emblemático compositor italiano Carlo Savina (“La cripta e l’incubo”, 1964; “Malenka”, 1969), quien privilegia los fuertes sonidos cacofónicos de piano mezclados con bajos y música minimalista, en especial en las escenas de suspenso.
El film cuenta con actuaciones ajustadamente aceptables, con Lucía Bosé (“Muerte de un ciclista”, 1955; “Vera, un cuento cruel”, 1973) y Espartaco Santoni (“Las amantes del diablo”, 1971) en los protagónicos de Erzsébet Bathory y Karl Ziemmer, condesa y marqués de Cajlice, esto último un evidente error de título nobiliario. La bella Miss Italia 1947, que tiene un artístico desnudo frontal al bañarse de sangre, se muestra correcta como una parca y fría noble obsesionada con la juventud, que tendrá incluso la desfachatez de asumir su responsabilidad sin remordimientos, mientras que el mujeriego actor venezolano cede protagonismo en fuerza interpretativa a Bosé aunque cumple como el frío y sádico marqués.
Completan el reparto una efectiva Ana Farra (“El Retorno de Walpurgis”, 1973) como la Nodriza, agente decisivo en los crímenes de Bathory; Ángel Menéndez comoel magistrado que lleva los casos judiciales; y las bellas actrices, la sueca Ewa Aulin (“Candy”, 1968) y Lola Gaos (“Viridiana”, 1961) como Marina y Carmilla, algunas de las doncellas víctimas del marqués y la condesa de Cajlice.
En resumen, una interesante visión de la legendaria historia de Erzsébet Bathory, en donde un siempre sobrio Jorge Grau prescinde del toque sobrenatural para exponer una correcta radiografía social de la psique de nobles y plebeyos, en una época en la que todavía el conocimiento trataba de abrirse camino entre la superstición y la ignorancia. La evalúo con un 7.5.
La verdad que la cinta no me ha gustado mucho puesto que se hace bastante coñazo y no tiene momentazos adrenalíticos,en esta ocasión aparece Lucía Bosé interpretando a Elizabeth Bathory y como su marido Espartaco Santoni que se encarga de cometer unos asesinatos gracias a un colgante maléfico heredado por un caballero que fue asesinado de manera misteriosa.
La historia no entretiene mucho,más bien aburre un huevo,la ambiéntacion se queda a medias pero el final me ha parecido de risa,eso si.
Interesante película en honor a la mitica y despiadada bathory, aca la historia, si bien es un poco lenta, es llevadera, tiene un ambiente tenebroso, oscuro y lugubre, lo mejor que tiene la peli fue el final, bien fiel como dije antes a la historia de la condesa hungara, sin embargo yo particularmente no llegue a comprender del todo el por que el marques se convirtio en vampiro, de todas maneras es una peli vieja que se merece la pena echarle un vistazo, un 6.
Jorge Grau (más conocido 2 años después por su Magnum Opus ¨No Profanar El Sueño De Los Muertos¨) nos presenta un film interesante, que trata el tema del vampirismo desde una postura mucho más humana.
A veces se hace demasiado pesada debido a su exceso de diálogo, así como por su ¨tranquilidad¨. Alguna que otra escena sangrienta, buena ambientación y actuaciones correctas.
Con todo esto, es un buen film de Fantaterror, entretenido y bien resuelto.
Un filme de vampirismo que se impregna de buena atmósfera, y que logra una buena recreación de epoca salvo por el maquillaje excesivamente setentero.
En lo personal , aunque logra buen compromiso en la temática vampírica, la historia no queda del todo armada, dando vueltas innecesaeias para lo simple que se está contando.
Buen documento de época, cine setentero siempre es particular.
Pues no estoy de acuerdo con la mayoria de las criticas. A mi me parece una peli muy densa, con un guión bastante cutre y anticuado, actuaciones mas cutres todavia y una ambientacion inexistente. En general muy aburrida, yo a duras penas logré verla hasta el final sin dar mas de una ¨cabezadita¨. Con esto lo digo todo, a mi personalmente me decepcionó, ya que estaba preparado a verla con ilusión después de ver la calificacion media en la web. Que nadie se engañe, y ni por ser española ni nada, es una pelicula tan cutre, que ni su historia engancha. Un 3.
La acabo de ver y la verdad es que me ha encantado.Aqui nuestra protagonista es una marquesa descendiente de Erzebeth Bathory,con su mismo nombre y apellido(Lucia Bose),casada con Karl(Espartaco Santony).La accion transcurre en 1807 en un pequeño pueblo de europa central,y aunque las andanzas de la marquesa Erzebeth y su posterior desenlace son practicamente las mismas que la de la mitica y lejendaria condesa,tambien tiene sus pequeños matizes como son su marido Karl,que es todavia peor que su mujer,de hecho hablan de el en la peli como si fuera el mismisimo diablo.En resumidas cuentas,una peli mas que ahonda en la historia de la condesa pero esta vez a traves de una descendiente suya que a la postre es lo mismo.Totalmente recomendable
Desde luego se merece una puntuación alta, pero a mi juicio es un film que odia haber sido más redondo aún si algunos detalles se hubieran cuidado un poco más...y no me refiero al presupuesto, que es escaso...
Se trata de adaptar la historia de la condesa Bathory, pero 200 años después de su muerte...en 1807, princípios de siglo XIX. Para lo cual, la acción se situa en centroeuropa, y la protagonista es una descendiente de la original... Erzsebet Bathory.
La obsesión por mantenerse joven es una realidad hoy en dia para todas las mujeres (lo ha sido siempre), es una forma de poder...se mata por el poder...la belleza es poder...
Su nodriza la convence para que haga como su antecesora, bañarse en sangre de chicas jóvenes...para lo cual, hace un conjuro para obligar a su marido, el marqués Karl Ziemmer, ha que rapte y mate para ella...el marqués guarda un interior de sadismo que queda patente en varias escenas...y ve la posibiliad de satisfacer ese oscuro vicio con las mujeres.
En realidad, la película no contiene nada sobrenatural...el terror está representado por la ambientación y lo que un pueblo supersticioso puede imaginar o creer. Los casos de vampirismo no son tales...son creencias...el suceso del princípio con el muerto juzgado por vampirismo no es sino una clara trata por parte de la mujer y la hija para matarlo y acusrlo después (queda patente con la bruja Carmilla, por el regalo del medallón y el pergamino...y de como Karl lo descubre).
A favor tiene muchas cosas: el vestuario, la ambientación, el castillo, la historia en sí, los personajes (sobre todo la nodriza y el marqués, que para mí son los 2 mejores de la película). Como digo, la nodriza, interpretada por la actriz Ana Farra, está realmente conseguida...toda de negro, con el rostro tan blanco y lleno de arrugas... Más a favor: los guiños a personajes como Van Helsing, que aparece haciendo un papel testimonial en un juicio...la bruja Carmilla...aunque ese nombre perteneció a una legendaria vampiresa es como un pequeño homenaje...
Y varias escenas a destacar: los niños quemando a murciélagos, el marqués deleitándose viendo como sus halcones despedazan una presa, la marquesa teniendo visiones de sus víctimas clamando venganza, la marquesa desnuda con la sangre deslizándose por su cuerpo, Bathory mirando lascivamente a un niña deseando su juventud...muchas cosas muy buenas, como ya digo...
Ahora bien, es cierto que varios aspectos no acaban de cuajar...pese a que los exteriores están muy bien buscados y pensados, es casi imposible no ubicarlos en localizaciones ibéricas...aunque se trate de representar a centroeuropa; los peinados y cabellos están algo descuidados y es inevitable reconocer el estilo setentero en las patillas y peinados...y la parte final...pese a ser realmente impactante, creo que ese flash-back con la explicación rompe cierto tono armónico del metraje y está algo desentonado. Y sobre todo el personaje de la bruja Carmilla, interpretado por la actriz Lola Gaos...totalmente desaprovechado...desaparece a mitad de metraje y podia haber dado mucho más.
Con influencias Hammerianas, no cabe duda, estamos ante una buena película, que muestra como tanto la clase baja como la alta aristocracia, a pesar de ser del Siglo XIX, acaba confiando más en la superstición y en las brujas (como en la Edad Media) que en la apariencia de la ciencia y del ¨Dios¨ oficial que los poderes pretendieron imponer en la soiedad.
Esta película de Jorge Grau, me resultó gratamente entretenida. Le sabe sacar partido al escaso presupuesto con que contó para hacerla. Buena fotogragia, destacable banda sonora, genial atmósfera, buenos diálogos, muy buenas actuaciones y caracterizaciones, y un argumento sumamente atractivo en el que se refleja perfectamente la superstición y oscurantismo de aquella época. Quizás se echa en falta algo más de ritmo y un castillo más tétrico, pero aun así me resultó notable esta película en muchos aspectos.
Para todos los amantes del cine de terror y de época con connotaciones históricas resulta una película rara, oscura y curiosa. La recomiendo.
Jorge Grau se volcó aquí en una suerte de pseudobiografía de Erzebeth Bathory, el resultado cumple aun que quizás haya demasiadas licencias históricas que empañen la historia (me refiero, por ejemplo, a que los exteriores son claramente ibéricos). Se trata de una película muy cuidada, pese a su escaso presupuesto, que tiene claras similitudes con las producciones de la Hammer (Countess Dracula). Buenas acutaciones y guión bien llevado para un film que sin duda es un clásico del Fantaterror.
Sin duda la mejor pelicula con grandes diferencias del resto del producto nacional,una verdadera joya,obra maestra sin duda alguna,me quede alucinado con lucia bose,no sabia que fuese tan buena actriz,mucho mejor que su hijo,no creeis?.
Una película normalita, lo que ya la hace mejor que la mayoria del cine español, se hace un poco larga y no es nada del otro mundo, pero vale pasa pasar un rato.
como que uploader: TANO.
El uploader fue bofh666. buscar en el emule.
Sin ser una obra maestra, ni mucho menos, ni llegar a la "cierta altura" que llega con "No Profanar...", en esta película, Jorge Grau consigue realizar un film decente, que está por encima de lo que se despachaba en la época por este país.
Críticas: 16
Miguel Arkangel
6
¨Ceremonia sangrienta¨ de Jorge Grau, en una película de horror gótico, de las primeras que se inspiraron en la historia de la condesa Bathory, quien supuestamente se bañaba en la sangre de jóvenes vírgenes para mantener su juventud y belleza.
La película inicia con una procesión de aldeanos y un chico desnudo sobre un caballo (¡!), exhuman el cadáver de un médico que se creía que era un vampiro, le clavan una estaca en el corazón y luego lo juzgan. Mientras tanto, Erzebet Bathory (Lucía Bosé), casada con el marqués Karl Ziemme (Espartaco Santoni), descubre, por casualidad, que la sangre de jóvenes es la clave para no envejecer.
Dejando de lado el ritmo un poco lánguido, y que ni Bosé ni Santoni explotan lo suficiente sus interesantes personajes, la película tiene una premisa bastante sólida, un erotismo acertado, chicas desnudas degolladas y bañadas en su propia sangre (atención a la bella Ewa Aulin), y no olvidemos al personaje del ama de llaves, cuya siniestra presencia contribuye en gran medida a guiar a la marquesa por el camino del crimen y la locura.
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