La fracasada respuesta de la Fox al Mago de Oz fue también el canto del cisne de Shirley Temple como estrella infantil. Ya una pre-adolescente cuando hizo esta película, había perdido el favor del público, y el hecho de que interpretara a una niñata desagradable no ayudaba, como tampoco lo hizo el pésimo montaje, durante el cual se dejaron varias escenas importantes en el aire, ensombreciendo la bella fotografía en color, la lograda ambientación con bonitos dcorados (a destacar el tétrico cementerio) y los buenos FX (un detalle: empieza en blanco y negro como su ¨antecesora¨. Ay, Sr. Zanuck, que pillín...).

Las actuaciones no son malas. El cambio de registro de Temple es efectivo: su antaño dulces rostro y voz se transforman en una repugnante mueca y tono de constante desprecio por el prójimo y desafío hacia los adultos (al menos al principio. Dicen las malas lenguas que ese era su carácter en la vida real), y lo hace sin problemas y siendo igual de reconocible. Del resto del reparto destacan la distingida Gale Sondegaard como Tylette la gata (rehusó hacer de bruja en el Mago de Oz y decidió intentarlo con esta ¨respuesta¨) y el que fue durante años el pésimo, incordiante y poco fiel a las novelas de A.C.Doyle (donde es un hombre serio y de mente brillantísima) Watson del Holmes de Basil Rathborne, Nigel Bruce como Mr. Luxury.

Con un argumento más melodramático que el del Mago, un humor basado en el slapstick clásico y alguna que otra referencia implícita a la 2ª Guerra Mundial, esta película está muy bien hecha y es bastante entretenida, pero adolece de muchas de las virtudes de su rival, como las inolvidables canciones y personajes o el impecable montaje.

Total, que la Temple tuvo que re-orientar su carrera cinematográfica (sin éxito. En política, en cambio triunfó, logrando un cargo importante en la ONU), la Fox perdió un pastón y esta película fue medio olvidada. Una pena, porque si exceptuamos el montaje, es más que correcta.

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