Críticas de Las garras invisibles del doctor Mabuse (1)
bigladiesman
6 Dec 2014
7
El Dr. Mabuse, inasequible al desaliento desde 1922, vuelve a hacer de las suyas en otro krimi. Otra cosa no, pero perseverante lo es un rato ¿O es que acaso Mabuse no es más que un mito? Vaya usted a saber... La compañía CCC quiso en 1962 hacer un interesante experimento: hacer dos secuelas separadas de la última peli de Mabuse, cada una protagonizada por una estrella de la peli anterior. En esta tenemos a Lex Barker y en la otra a Gerd Fröbe, y ambas están dirigidas por especialistas en krimi. Esta está a cargo de Harald Reinl.
Tras el buen trabajo en la anterior misión, el agente del FBI Joe Como (Lex Barker) vuelve a Alemania investigando un nuevo caso. Parece que ahora a Mabuse le ha dado por hacerse invisible, y ordena a sus esbirros, un payaso sádico (Werner Peters) y un bestia que hace estragos con una navaja de afeitar (Hans Schwarz Jr.), mil y una barrabasadas. Una actriz llamada Liane Marton, interpretada por Karin Dor, parece ser el objetivo del sociopático villano. Sobre quién hace de Mabuse, me reservo el decirlo: es el mismo actor en todas las películas de los 60 pero creo que mola más no decir quién es para no reconocerlo y centrarse más en su personaje. Además, se arriesga uno a spoilers.
Es un krimi de manual y el guion (de Ladislas Fodor, que se encargó de escribir todos los guiones del Mabuse post-Lang) y la parte técnica siguen las convenciones del género, quizá con algo menos humor de lo habitual (aunque ahí sigue, con un sargento experto en quedarse KO en los momentos más inesperados), compensado con un buen toque ci-fi, pero con sus crímenes abracadabrantes, sus giros repentinos, sus personajes - en especial villanos - excéntricos, su oscuro y tétrico ambiente, su marchosa música y su estética pop-expresionista. Los efectos de invisibilidad son logrados al estilo de los que John P. Fulton realizó en 1933 para ¨El hombre invisible¨.
Cada vez me estoy volviendo más adicto a los krimis: prácticamente todos ellos son garantía de entretenimiento barato y cierto bizarrismo, y esta serie del Dr. Mabuse es tan buena como cualquier krimi de la Rialto. Muy, muy bien.
bigladiesman
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El Dr. Mabuse, inasequible al desaliento desde 1922, vuelve a hacer de las suyas en otro krimi. Otra cosa no, pero perseverante lo es un rato ¿O es que acaso Mabuse no es más que un mito? Vaya usted a saber... La compañía CCC quiso en 1962 hacer un interesante experimento: hacer dos secuelas separadas de la última peli de Mabuse, cada una protagonizada por una estrella de la peli anterior. En esta tenemos a Lex Barker y en la otra a Gerd Fröbe, y ambas están dirigidas por especialistas en krimi. Esta está a cargo de Harald Reinl.
Tras el buen trabajo en la anterior misión, el agente del FBI Joe Como (Lex Barker) vuelve a Alemania investigando un nuevo caso. Parece que ahora a Mabuse le ha dado por hacerse invisible, y ordena a sus esbirros, un payaso sádico (Werner Peters) y un bestia que hace estragos con una navaja de afeitar (Hans Schwarz Jr.), mil y una barrabasadas. Una actriz llamada Liane Marton, interpretada por Karin Dor, parece ser el objetivo del sociopático villano. Sobre quién hace de Mabuse, me reservo el decirlo: es el mismo actor en todas las películas de los 60 pero creo que mola más no decir quién es para no reconocerlo y centrarse más en su personaje. Además, se arriesga uno a spoilers.
Es un krimi de manual y el guion (de Ladislas Fodor, que se encargó de escribir todos los guiones del Mabuse post-Lang) y la parte técnica siguen las convenciones del género, quizá con algo menos humor de lo habitual (aunque ahí sigue, con un sargento experto en quedarse KO en los momentos más inesperados), compensado con un buen toque ci-fi, pero con sus crímenes abracadabrantes, sus giros repentinos, sus personajes - en especial villanos - excéntricos, su oscuro y tétrico ambiente, su marchosa música y su estética pop-expresionista. Los efectos de invisibilidad son logrados al estilo de los que John P. Fulton realizó en 1933 para ¨El hombre invisible¨.
Cada vez me estoy volviendo más adicto a los krimis: prácticamente todos ellos son garantía de entretenimiento barato y cierto bizarrismo, y esta serie del Dr. Mabuse es tan buena como cualquier krimi de la Rialto. Muy, muy bien.
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