Más que interesante película. Tratan el principio del vampirismo de una forma diferente, para que la trama sea aún más interesante, ponen como protagonista a un sacerdote y el motivo de la ¨infección¨ del vampirismo no es otro que la de responder a una vacuna para frenar un virus que produce llagas y ampollas por todo el cuerpo. La película está dirigida con pulso, le arropa una atmósfera exquisita, los momentos de gore son gozosos y los sucesos ocurren con coherencia.
Debo confesar que no me atrae nada el cine de vampiros. Así que intentaré ser lo más imparcial al comentar esta cinta.
Este filme aborda el cine vampirico de forma bastante oriental.
La historia es un triángulo amoroso, en donde el amante es un sacerdote vampiro y el marido un auténtico gilipollas.
Tras ofrecerse voluntariamente para que experimenten con él, para intentar encontrar la cura a una enfermedad. Pero al ser conejillo de indias, recibió una transfusión de sangre contaminada.
Así, su creencia por Dios se va diluyendo ante su avidez por sexo y sangre. Aunque algunos buenos valores le quedan de los restos de humanidad. Sin embargo, la mujer casda que vive en su casa es demasiada tentación.
Los personajes de aquella casa son variopintos y son quienes le.dan sabor a la trama. Con su juego de apuestas nocturnos, sus estrafalarias personalidades que rozan la caricatura, es lo más distinto y original en el género.
Sin embargo, tanto cambio de personalidades, y de formas de pensar de ellos, hacen que la historia se haga eterna y con giros que solo están pensados para alargar la trama más allá de las dos horas.
Las actuaciones están bien, la fotografía con planos e iluminación impecables, y los efectos muy bien logrados. A destacar los saltos sobrehumanos de los vampiros. Hechos con unas cuerdas borradas y muy buena coreografía.
Tiene tintes de originalidad, pero no los suficientes como para ser una obra diferente. Esto lo logra con su toque asiático, y un sutil humor que hace llevadera una historia tan larga.
Para amantes de los colmillos largos
Estilo típico de trama oriental. con un guion interesante aunque demasiado largo, lleno de nuevo de situaciones para alargar en demasía el metraje y completada con personajes estrafalarios que no consiguen un efecto completo entre todos.
Film que empieza con una enorme intensidad, sigue con un elevado interés tras la conversión a vampiro del protagonista y que acaba viniéndose bastante abajo enredándose en una historia sentimental y sin que los ataques del vampiro y su convertida pareja femenina tengan bastante impacto. Una segunda parte del film ciertamente aburrida y anodina, no se consigue acabar desarrollándose el film para que mantenga el clímax inicial
Queda una obra con buenos toques, larga, con clichés claramente orientales y que deja un regusto peor de lo que promete al inicio.
Variante coreana del cine de vampiros convencional. A mi parecer la historia no aporta nada nuevo excepto una estupenda fotografía y una peculiar banda sonora. Los personajes me parecen un poco al uso ya que tirar de un cura que va flaqueando de fe y creencias dado su nuevo estado de chupasangre, me parece un cliché de los gordos.
Después está el tema sexual. Las escenas en este ámbito se me han hecho largas y aburridas. Generalmente, estas se introducen con dos fines, como reclamo erótico simple y llanamente o dicen por ahí que a veces son necesarias para contar la historia. En este caso; ni una cosa, ni la otra.
Como decía antes, el apartado técnico y la dirección me parecen irreprochables y se agradecen enormemente los momentos de humor negro que son los que levantan en parte esta producción o en mi caso por lo menos, me ayudaron a llegar hasta el final de la película.
Que nadie se confunda, no es un mal film en absoluto pero no me ha parecido ni de lejos, tan fantástica e innovadora como se comentaba en un principio. Está bien para desmarcarse del típico cine americano o europeo pero argumentalmente tira de bastantes tópicos, bien llevados pero tópicos al fin y al cabo.
Estamos ante otro film que abarca el tema vampirico, esta vez desde un punto de vista que a mi manera de ver las cosas me parecio bastante original.
Quien no halla visto nunca terror oriental a de saber que el ritmo de estas pelis es muy lento, con esto quiero decir que cuentan los acontecimientos de una manera muy tranquila y pausada. En esta ocasion el ritmo es muy tranquilo y cada cosa va a su tiempo, el director no quiere nos perdamos ni un solo detalle de los acontecimientos y eso se agradece.
Me ha sorprendido gratamente el apartado de fx, con momentos realmente alucinantes como saltos y demas acrobacias que realiza el protagonista, tambien decir que tiene alguna escena sangrienta bastante repelente.
Las actuaciones me han parecido geniales, sobre todo las de la pareja protagonista.
La historia no se aleja demasiado de los miticos topicos del vampirismo, pero estan vistos desde otra perspectiva.
Muy buena su bso, que acompaña perfectamente todo el metraje.
Lo que mas llamo mi atencion es su fotografia, una pasada, algo a lo que el director ya nos tiene acostumbrados.
Lo que no le encuentro mucho sentido es a alguna escena de humor que no viene a cuento, esto le quita seriedad al tema.
En definitiva, estamos ante una peli de vampiros con mucho morbo, con escenas de sangre y sexo muy potentes cuyo resultado no dejara a nadie indeferente, eso si, hay que tener paciencia a la hora de visionarla.
Después de la auténtica invasión de vampiros para adolescentes, atormentados, melodramáticos y sufriendo por motivos amorosos, da gusto ver una película que consigue tratar el tema del vampirismo, y aún más, ese mismo tema del amor vampírico, de una forma distinta y mucho más profunda. La historia de amor de esta película, puede sacarse perfectamente el ámbito fantástico y llevarse a la vida real, porque sus grandezas y sus miserias son las mismas. Pero no solo eso, la película invita a reflexionar sobre muchos otros temas igualmente interesantes, sobre el bien y el mal, sobre las formas de encarar la muerte, el poder, lo distinto. Visualmente es poderosa, surrealista a ratos, dura y cruel en otros. Desde luego, una película que merece la pena.
Entonces ¿por qué no le pongo una nota más alta? Porque, aun con todo lo positivo que he comentado, personalmente me ha dejado un poso que sobresale de los demás, el del aburrimiento. Como decía, creo que es una película que hay que ver, pero me resulta lenta, reiterativa, con momentos interminables en los que no pasa nada o muy poco. Posiblemente se deba a que el cine oriental no deja de tener su propia dialéctica y ritmo narrativo, o a que no la vi en el momento adecuado, pues las películas son como todo, que tienen sus momentos propios, pero es lo que me pareció y asi lo cuento. Si algún día vuelvo a verla y cambio de opinión, dejaré constancia también.
La premisa me pareció interesante. La historia tiene sus buenos y malos momentos. Visualmente me impacto y la banda sonora es una de mis favoritas.
El director tiene la valentía de salirse del confort que le dieron sus anteriores películas, y ese es un gran punto a su favor. Aun así la historia no me atrajo como las otras. Las historias de vampiros son mis favoritas. Llega un momento en que no entiendes bien que esta sucediendo. El final no es memorable, pero la fotografía de este; me pareció magistral.
Espectadores que la disfrutaran: quienes gusten de historias raras sobre vampiros y les agrade el aspecto visual y musical de las películas.
SI criticamos esta pelicula desde el ambito de su GÉNERO ( terror ) es decepcionante aburrida y muy tonta.. Porque definitivamente de TERROR no tiene nada ni siquiera el título nada de nada mis esperanzas mientras veia la pelicula disminuian cada vez mas .. Un padre se convirtió en vampiro y se mete con aquella chica despues de tanta insistencia por parte de ella.. Casi toda la película es de eso mmm Que habra pensado en productor que algo así iba a enganchar al publico? tal vez de alguna manera si pero de ésta forma en como hicieron esta película aburriría hasta al mas tonto.
Como pelicula de COMEDIA es mucho mejor ya que en varias escenas se aprecia la forma en como el director quiere hacer reir y lo logra, pero en sus multiples intentos llega a formar escenas tontas, mediocres que no aporta nada de nada...
En pocas palabras esta pelicula pasa desapercibida aunque muchos opinen lo contrario.. Al menos a mi me aburrió
Lamento ser el unico que pondra bajo puntaje a esta pelicula pues aqui en peru se estreno con el nombre del rito diabolico y la verdad la portada que le dieron aqui no tuvo que ver nada con la trama .
2. no es una pelicula de terror, toda la pelicula da risa, la gente se reia y se salia a la mitad de la pelicula.
3. Demasiada larga 2 horas para algo que hubiera sido explicado en 10 minutos
4. Vampiros? definitivamente encontre una peor que la saga de crepusculo
5 Que ridiculo ver al hermano muerto en medio del padre y la chica cuando estan teniendo relaciones.
Tal vez la pelicula me robo algunas sonrisas pero en si es malisima
Muy buenas. es la primera vez que escribo en esta página aunque ya llevo mucho tiempo visualizándola y la verdad es que me he registrado porque ví muchas críticas que son muy buenas con respecto a esta película...
Me he registrado porque a diferencia de todo el que la ha comentado me parece una película malísima donde las haya en la que sólo cabe destacar algún que otro paisaje porque lo demás no deja de ser erotismo vampiresco que llega a aburrir hasta la saciedad con un ritmo lentísimo.
en fin, diálogos sumamente imbéciles a partir del primer cuarto de hora. un virus inexplicable....
infinidad de escenas patéticas y que sobran.
vamos que me he registrado para comentar esta película expresamente porque viendo todas las críticas me esperaba otra cosa.
Cada cual tiene sus gustos pero para mí la peli es... vamos que no tiene nombre... indigerible -.-
Estamos ante otra buena película Coreana del aclamado director Chan-wook Park, este film en particular nos muestra una historia de vampiros con un punto de vista muy al estilo del cine asiático y muy lejos de la imagen del típico Drácula y aún mas del “neo-vampiro” norteamericano de identidad sexual cuestionable. Como dije, el film es muy bueno, pero se mezclan elementos difíciles de digerir y junto a una narrativa pausada tal vez no sea de gusto de todos…Recomendable.
Extrañísima película SurCoreana, tan pausada como de costumbre, respetando los intervalos de silencio en planos detallistas y largos, sin apenas transmitir ningún tipo de emoción ni dialogo extendido.
Una fría historia de vampiros, de ambientación muy oscura y malsana. No llegando al terror psicológico en sí, pero rodeando el surrealismo en casí todas sus escenas.
La historia de un sacerdote que quiere hacer el bien y se presenta voluntario a una transfusión de sangre, de la que de 500 personas él, ha sido el único superviviente.
Tras ello, su cuerpo empieza a sufrir mutaciones, primero de su carne empiezan a salir ampollas y más tarde, siente deseos de consumir sangre.
De ser un personaje que hace el bien, su vida da un giro al conocer a una bellísima joven que vive bajo la autoridad de su madrastra enloquecida y su hijo enfermo de cáncer.
Una dramática historia de amor entre los dos personajes, donde destaca la belleza del protagonismo interpretativo de Kim ok-Bin (Whispering Corridors 4).
Momentos repletos de crueldad y sadismo, pero sobretodo muchísimo erotísmo en cada escena que uné al protagonista vampírico con su amada, quien finalmente pasa por distintas etapas.
Desde sentir ansias sexuales, hasta el amor típico de un colegiala enamorada, para después volverse una paranoíca y finalmente, morir a manos de quien la amaba.
En fin, un desparpajo de surrealismo al estilo Lynch, pero con la ambientación Asiática.
En sí es una de las mejores películas de Vampiros que he visto desde ¨Dejame Entrar¨ y probablemente es una de las mejores que existe. Pues su historia es distinta en entorno y casí todo lo demas, salvo que siguen sedientos de sangre, mueren a la luz del sol y tienen una fuerza sobrehumana.
De eso último, destacaré unos buenos efectos visuales y especiales, que están realmente bien.
Me gustó.
Una particular versión -made in Korea- en explicar otra lectura del vampirismo alejándose de los tópicos más comunes.
Creo que tiene su punto de originalidad debido en parte a su sólida interpretación y dirección. La película a veces es excesivamente lenta pero entonces ...sorprende otras situaciones tan cambiantes como dispares provocan un interés in crescendo de la historia.
El final es tan emocionante como previsible , en el único punto de coincidencia con la mitología de los vampiros.
Las interpretaciones de los actores secundarios, muy buenos.
Thirst se va a convertir si no lo es ya en una destacada película que trata a los vampiros de una manera muy personal , en especial por sus extravagantes adornos tanto visuales como escénicos.
Todo un descubrimiento.
excelente pelicula con un guion muy original q aunque toca el tema de los vampiros esta lo hace de un modo diferente pues mezcla drama con romance y terror de una forma atrapante q no deja q la pelicula decaiga ademas las interpretaciones son maravillosas acompañadas de muertes originales y sangrientas ademas su final perfecto triste y terrorifico a la vez.
La verdad, hace poco tiempo que llevo viendo el tipo de cine Coreano y muy pocas veces me ha decepcionado y esta es una de la veces que me ha dado gusto ver películas de este tipo. La historia es simplemente increíble, muy original y muy bien llevada. Los personajes me han encantado, sobretodo la actuación del protagonista y de Kim Ok-bin, han estado geniales en todos los sentidos. Los personajes principales no son planos, evolucionan en una trama que cada vez se va complicando más y más. Es una bella historia macabra muy lejos de las películas comerciales del género vampírico de las que nos tienen acostumbrados. A mí, personalmente esas 2 horas y 15 de película se me han pasado volando. Muy recomendable!
¡Eres un germen!, grita Tae-ju en pleno momentazo hijoputesco.
Y es que lo realmente malvado de la película no es el vampirismo y sus estragos.
La historia arranca presentándonos al sacerdote Sang-hyeon, que trabaja en un hospital con enfermos terminales. Esta situación le ha afectado hasta el punto de ofrecerse voluntario para la experimentación en pro de una vacuna para erradicar un virus mortal.
Hasta aquí, todo bien, un dramón que podría terminar y, de hecho, termina en diez minutos, con Sang-hyeon infectado por el virus y muriendo en una camilla.
Pero el sacerdote se despierta. Una transfusión de sangre no sólo le ha salvado, si no que le ha convertido en un milagro para los feligreses y en una contradicción con patas: es un vampiro. Y esta nueva condición de vampiro le guiará hacia una espiral de violencia que terminará arrastrándonos con él. Pero no, no es que chupar sangre de otras personas le convierta en un monstruo. Es un monstruo el que le obliga a actuar como tal.
Y hasta aquí puedo leer.
Si bien la historia es correcta, entretenida y está muy bien narrada y estructurada por el bicharraco de Chan-wook Park, me he quedado gratamente soprendida con la cantidad de guiños mostrados al cine europeo en general y a la genial obra del maestro Andrzej Zulawski, ¨Possession¨ en particular.
Desde luego algo tienen en común estas dos bestias pardas. Un crítico, con bastante mala baba, dijo de Zulawski que hacía ¨pornografía de los sentimientos¨. Pues sí, y lo hace muy bien, por eso me gustan tanto sus películas. Algo así viene a pasar con Chan-wook Park, y quien haya visto su trilogía de la venganza sabrá de qué estoy hablando.
Simplemente fantástica película de Chan Wook, sencillamente uno de los mejores directores en la actualidad. Lo ke nos ofrece Chan wook en esta cinta es insuperable, con una dirección pasmosa, planos extremadamente bellos y terroríficos a la vez, actuaciones abismales, violencia y gore se dan de la mano en esta fábula vampírica, con polémica incluída con la iglesia, sobre los valores morales del ser humano, en fín un ejercicio milimétricamente perfecto para un film sublime. Puede ke se exceda un pelo en metraje pero el dinamismo con el ke cuenta la historia Chan wook hace ke nunca decaiga. Un ejemplo mas de un tremendo montaje y un sentido del ritmo extraordinario. Muy superior por ejemplo a Déjame entrar, otra genial película sobre vampiros. No os la perdais, palabra...atención al final, nunca vi algo mas bello.
Una de las grandes películas del festival de cinema de Sitges 2009. Un cura convertido en vampiro es la historia que presenta el archiconocido, Park Chan Wook.
Una dirección sencillamete genial y una fotografía perfecta. Un guión atípico totalmente con distintas fases: amor, humor, drama. Las actuaciones son de gran calidad mostrando siempre las diferentes sensaciones del ¨vampiro¨ y su acompañante. Grandes toques de humor y un final que en parte me recordaba al de su anterior película, Soy un cyborg.
Una historia interesante y muy bien llevada, otra gran película de este director.
Críticas: 19
Mad Warrior
4
“...Viendo que era incapaz de dormir, que el insomnio se había adueñado de su irritada carne, se tendió de espaldas, abrió los ojos por completo y dejó que la cabeza se llenara de recuerdos de la joven. Se había quebrado el equilibrio, de nuevo lo agitaba la fiebre ardiente de antaño [...]; al pensar en ello la sangre se le subía al cuello...“.
Resuena aún entre las nubes de las historias románticas la visceralidad vivida a gritos por Thérèse Raquin y su amante Laurent, gritos que a través de las décadas y los mares han sido capaces de llegar desde la Francia del Segundo Imperio hasta la Corea contemporánea. Se jacta de ello el sr. Chan-Wook Park, que a partir de dejar atrás su Trilogía de la Venganza va a experimentar una tendencia creciente hacia el fantástico, con los innovadores cruces de géneros correspondientes, como ya demuestra en “I“m a Cyborg“, tan celebrada por algunos y tan despreciada por otros...
Se dispone entonces a cumplir un proyecto que hierve en su interior y ha necesitado una maduración de nada menos que una década para llevarlo a cabo, mientras se ocupa de otros asuntos; se basa en una idea muy interesante repartida en dos instantes clave: el personaje principal es un sacerdote que se convierte en vampiro después de una misteriosa transfusión y la obsesión de éste por una mujer a la cual, del mismo modo, transmite su sangre ya “contaminada“. Según él queda un enorme espacio en blanco, y pese a ser un cinéfilo empedernido que adora el subgénero, en Corea no existe como en Europa un mito del vampirismo al que aferrarse.
Esto no es óbice para evitar extraer las influencias de sus obras favoritas, desde el “Nosferatu“ clásico hasta la fábula sucia, urbana y minimalista de Abel Ferrara, “The Addiction“; sin embargo, en su lugar, se acerca a lo más impensable (o tal vez no, si se aprecian los detalles): “Thérèse Raquin“, una de las más brillantes creaciones del genio Émile Édouard Zola, su primer gran éxito y generadora de una controversia notable allá por 1.868. Dicho apartado pasa desapercibido durante el prólogo que el coreano nos brinda, haciendo uso de un ritmo paciente y una puesta en escena oscura pero elegante, entregándose a la melancolía a través del drama personal de un sacerdote cuya vocación se ve debilitada poco a poco...
Encarnado por un flemático Kang-Ho Song, es la vocación misma el motivo de su insatisfacción; como hombre piadoso que lleva una existencia basada en corresponder a los demás, soportar sus penas, pecados y, sobre todo, sus muertes. Y entonces se da su peregrinaje hacia África para convertirse en un mártir sacrificial, o un suicida martirizado; el problema es que todo este tramo, bajo narración subjetiva, es demasiado corto y muchos sucesos se acumulan en él por medio de abruptas elipsis. No se profundiza más allá en este personaje, ni en su angustia, ni en su estancia en el apartado lugar, antes de suceder el incidente que hace virar (de nuevo) la historia.
La transfusión, primer paso a la conversión. Park la registra poco a poco, se introduce en los paulatinos cambios que experimenta Sang-Hyun a partir no de un suceso fantástico relacionado con la mitología del vampiro, sino a partir de un experimento científico; es una mutación fisiológica en el marco del horror “cronenbergiano“ (de hecho mucho tiene de los personajes del canadiense, los cuales se ven arrastrados por una fuerza que no pueden controlar nacida de su propio organismo). El director deja entrever sus trazos de humor malévolo al torcer las reglas existenciales de un hombre que vivía para servir a los demás y ahora necesita a los demás para sobrevivir.
Su objetivo al concebir “Thirst“ era relatar la corrupción moral de un hombre religioso, dedicado a la fe, y vencido por una sed de sangre que desafía toda fe y toda ley moral en la sociedad humana; nos deja en el aire la pregunta de si debería sentirse culpable por ello, pues no deseó esta transformación aberrante. A sus ojos (y a los nuestros) él también es una víctima. Y en esta lucha trascendental salpicada de violento efectismo...¡de repente!...se cuela la herencia de Zola; Park juega a sustituir al pintor Laurent por el cura, al amigo de la infancia Camille por Kang-Woo y a la instigadora de las pasiones Thérèse por Tae-Ju.
Del mismo modo que la mujer de Zola, su análoga coreana (la bellísima y entregada Ok-Bin Kim, a quien los aficionados al terror oriental ya conocemos de “Arang“ y la 4.ª entrega de la soporífera saga “Whispering Corridors“) es también huérfana y sufre condenada a un hogar de monotonía y esclavitud, bajo el yugo de una “tía“ demasiado estricta con ella y demasiado protectora con su hijo (Ha-Kyun Shin logra sin ningún esfuerzo que detestes al personaje hasta hacerte sangrar los hígados cada vez que asoma esa cara de subnormal merecedora de varios pisotones).
En este caso la “vida sensual“ de artista de Laurent se llena ahora con el pecado de la sangre ajena que está consumiendo a Sang-Hyun...pero, y esta es la pregunta del millón para el cineasta, ¿era realmente acertada su decisión de introducir el tema vampírico en esa historia que poco a poco se abre de amor furtivo y pasión lujuriosa a conspiración y asesinato conyugal? ¿No lo podría haber aparcado y dedicarse a la adaptación de Zola ciñéndose a los códigos del “thriller“ y el melodrama romántico? Con su estilo, sí, pero sin padecer su obra de ese fallo típico donde una trama invade a la otra y consigue solapar sus principios narrativos y estilísticos.
Porque eso es lo que sucede: asesinato en un bote incluido. Toda la fatalidad y perturbadora fábula de amor obsesivo de Laurent y Thérèse se extrapola a “Thirst“ durante un largo tramo y el vampirismo queda en un segundo plano; se suceden los mismos hechos: el buen encubrimiento del crimen, la caída en shock de la madre y la aparición de la culpa que comienza a destruir mental y emocionalmente a los protagonistas. Park deslumbra aquí con esa fascinante y abrumadora puesta en escena de alardes oníricos, se mete en las cabezas y los corazones de los enamorados y los tortura, los somete a pesadillas, los acerca a la muerte y la locura.
De vez en cuando, haciéndolo todo aún más bizarro, se nos echan encima algunos instantes de corte cómico-romántico que remiten a la cursilería de la infame “Crepúsculo“, estrenada un año antes, que hasta al pobre Park influyó...(¿Tae-Ju y Sang-Hyun volando por la ciudad?, ¡venga ya!). Esta mezcolanza de tonos, de variaciones de ritmo, de ocurrencias sin sentido y de enfoques provoca al film caer en una incoherente deriva cuya dirección no sabe bien cual es, y ello unido al carácter cambiante, luego confuso, de los personajes, en especial Tae-Ju, para quien el asunto del crimen ha significado una gran liberación emocional y sexual (en el caso de Sang-Hyun otra condena más, irónicamente).
La 3ª parte, como por arte de magia, regresa por entero al tema vampírico mientras sostiene la novela de Zola. Cometido el crimen, ahogados por la culpa, con la viuda perdiendo la cabeza a cada dos por tres y la madre de observadora muda, el sacerdote por fin convierte a la anterior en otra succionadora de sangre; es la secuencia a partir de la cual empezó el director todo este proyecto...y la que termina de cargarse la película. Se nota que Ok-Bin Kim disfruta de este absurdo disparate y expone a la perfección las diferentes fases de su personaje (de mujer adulta silenciosa a joven enérgica y vital y a niña inconsciente y caprichosa).
Ella sí, pero para el espectador es un suplicio de ocurrencias excesivas y surrealistas; la pareja, cuya sed de sangre no sirve para unirles, se apunta a la cacería humana y con ello a su completa degeneración física, espiritual y mental, donde todo es efectismo gratuito y escenas donde el humor pasa de retorcido a ridículo.
Pero al menos se concluirá de forma magistral al borde de ese acantilado donde preparan su final cuando le vuelven a Sang-Hyun la moral y humanidad que ya había perdido completamente; y al ser el veneno original de la novela lo que aquí les alimenta, nada mejor que ese abrazo ante el sol, una versión fatal del final de “I“m a Cyborg“, que tanto purifica como destruye.
Terrible decisión: cuando la historia se podría haber cerrado decentemente al recibir Tae-Ju la mordedura de Sang-Hyun y tras ese “Feliz cumpleaños“, Park decide que no es suficiente y continúa, pero perdiendo la cabeza por el camino. Y uno ya no sabe si está viendo una comedia de terror, un melodrama violento, una tragedia de humor negro o un romance fantástico.
Esto no afectó a las buenas recaudaciones en taquilla, a la entrada en festivales internacionales ni a la crítica en general, si bien muchos quedaron tan confusos y exhaustos como un servidor con esta historia que lleva a los vampiros a otro nivel...aunque no se sabe muy bien a cual...
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