Sin lugar a dudas uno de los episodios más destacables de la colección “HAMMER House of Horror”, que en poco más de 50 minutos consigue una historia de lo más llamativa y atrayente. Esta vez se adentra en el tema de la licantropía de manera muy peculiar. El episodio tiene una estructura narrativa muy interesante:

Se divide claramente en dos mitades. En la primera mitad nos muestra una historia muy “Hammeriana” a la antigua usanza y llena de suspense. Un matrimonio que viaja en coche por una zona boscosa para irse unos días de vacaciones a una casa que les ha prestado el jefe del marido, sufren un accidente (parece ser que provocado por alguna fuerza extraña) y terminan refugiándose en una solitaria mansión en medio de la nada regentada por una misteriosa anciana y un grupo de niños de los que según ella, algunos son suyos y otros no.

Si pensamos en alguna película de la década de los 60 de la productora Hammer, hay muchas circunstancias parecidas: “carruaje con viajeros que se extravía en un bosque y los viajantes deben de refugiarse en un tenebroso castillo”…todo esto ambientado en la era victoriana. Pensemos en la historia de esta primera mitad del film…pues bien, es claramente influenciada por lo ya comentado, pero trasladado a los años 80 del siglo XX.

En esta primera mitad todo está rodeado de misterio…hay algo extraño en esa casa, en los niños…en el bosque…hasta que después de unos hechos donde al espectador no se nos muestra las imágenes al cien por cien…todo se precipita y el marido, Tom, aparece en un hospital tras haber caído del tejado de la casa cuando intentaba acceder a la ventana alertado por los gritos de su esposa Sarah, y haber perdido la conciencia.

Es entonces cuando comienza una segunda mitad distinta a la anterior…parece ser que todo ha sido un sueño de Tom, y que en realidad se desmayó cuando tuvieron el accidente de coche. Pero en la vuelta a la vida cotidiana su esposa parece haber cambiado…está más agresiva, se come la carne casi cruda y empieza a sospechar de que en realidad no fue un sueño lo que tuvo, sino algo real. Esta segunda parte es un tono más psicológico. Es en un día a día donde percibe que hay algo que no cuadra…¿Ha sido un sueño lo que tuvo Tom o fue real? Y su mujer…¿Por qué ha cambiado?.

Es decir…tenemos dos mitades con dos narraciones distintas…en la primera mitad, ocurre todo en una sola sesión…tarde-noche, y los protagonistas se enfrentan a un lugar misterioso; y en la segunda narración, es un día a día…con el paso del tiempo más largo y Tom comprobando como su mujer no es la misma.

Después de de un tiempo, ella le anuncia que está embarazada, pero su comportamiento sigue siendo extraño, hasta que en un momento dado desaparece de casa y Tom, sospechando donde ha podido ir, decide buscar aquella mansión para comprobar si el comportamiento de su mujer tiene algo que ver con aquella noche y si aquel lugar existe en realidad o es fruto de su imaginación…y sobre todo….¿Por qué escaparía una mujer embarazada?

La parte final es bastante efectiva, y aunque se ve venir ( es muy difícil sorprender después de tantos años y es perdonable) es de esos finales que rematan la trama de forma escalofriante…como en las buenas historias de terror.

Destacar a la actriz Diana Dors, que cumple perfectamente como la siniestra Señora Ardoy, y esa entrada del episodio cargada de horror, cuando vemos nada más comenzar a una preciosa niña rubia con la boca cubierta por la sangre de un conejo del que se intuye que acaba de devorar.

Decir que hay que valorar el episodio en su justa medida, y saber lo escaso de su presupuesto y su modesto formato televisivo, pero a pesar de esto, bajo mi punto de vista es de lo mejor de la serie. Y para finalizar, destacar el atractivo de la actriz protagonista, Celia Gregory, que no se prodigó demasiado en su carrera, pero que aquí luce ciertamente muy bella…

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Bastante sosa y predecible, con actuaciones bastante malas y una historia muy normalita, nada de interés. La primera escena es lo mejor de la película.

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