No me pareció de los mejores films de Takashi Miike, pero tampoco de los peores.
Éste director me fascina, es más, quiero ver toda su filmografía pero esta cinta no me ha terminado de convencer del todo.
Entretiene y me encantó la participación actoral de Quentin Tarantino pero la historia divaga mucho.
De todas formas se deja ver, sobre todo si te gustan los delirios asiáticos!
Esta película tiene para mí un significado especial. Es la trigésima obra de Takashi Miike que pasa por mis ojos, y aunque no me ha dejado la misma huella que ¨Audition¨, ¨Big Bang Love¨, ¨Ichi, the Killer¨ o ¨La Lección del Mal¨, tengo que decir que me ha resultado impresionante, teniendo en cuenta de lo que estamos hablando, y muy entretenida.
Esta vez Takashi Miike se vuelve a liar la manta a la cabeza y adapta al estilo oriental, con un par de coj*nes, la inmortal ¨Django¨ de Sergio Corbucci. Bueno, más que una adaptación yo diría que es una precuela; resultaría descabellado encontrarse combinado el Este y el Oeste, ¿no? Samuráis y pistoleros, revólveres y katanas, sheriffs y ronin. Sí, la verdad es que es un disparate...¿pero cuando coño le ha importado eso al bueno de Miike?
Pues ya está, mezcla preparada, en lugar de ¨spaghetti western¨ hablemos de ¨sushi western¨. Algo inédito no es que sea tampoco, porque una cosa parecida nos brindó Terence Young en 1.971 con ¨Sol Rojo¨, donde encontrábamos a Charles Bronson y Toshiro Mifune juntos, o Kihachi Okamoto con ¨East meets West¨.
Aparte de que la guerra Genpei sea motivo de inspiración, las referencias en la ficción están más que claras: las italianas producciones de Leone y el estilo épico de Kurosawa; la verdad es que es todo un homenaje a ambos géneros, haciéndonos tener a ¨Yojimbo¨ en mente todo el rato (o a su homóloga hispanoitaliana ¨Por un Puñado de Dólares¨), además de haber un toque esperpéntico y de viñeta heredado claramente de Rodríguez y Tarantino, este último haciendo aquí un impagable cameo (claro, Miike salió en ¨Hostel¨, así que...).
Es algo envidiable, cuando uno ya no podía creer que fuera posible reinventar algo en el cine y llega el nipón y crea su propio género con restos de otros. Durante las dos horas de película nos podemos deleitar de un despliegue de medios y una puesta en escena de lo más espectacular, llena de acción, violencia y ese humor tan bizarro que le gusta a Miike. La preciosista fotografía de Toyomichi Kurita es increíble, así como esa música de Koji Endo que logra trasladarnos a las tierras de Almería (aunque la distancia sea considerable).
Un detalle bastante curioso es que los personajes hablen en inglés como si estuvieran de verdad en el Oeste. No lo hacen mal, pero qué raro resulta escuchar a un japonés gritando ¨Shit!¨, ¨get out!¨ o ¨Ill kill ya!¨. Hay que reconocer que esta gente no ha nacido para hablar en inglés y se nota. Sin embargo lo que falla bastante es que la historia se centre tan poco en el pistolero encarnado por ese gran Hideaki Ito, dejando el protagonismo a otros personajes que no logran empatizar con el público o que resultan ser poco carismáticos, aunque no hay que desdeñar la labor de Koichi Sato, Yusuke Iseya, Shun Oguri, Kaori Momoi, la muy sensual Yoshino Kimura y ese loco de Teruyuki Kagawa como el sheriff.
Hay momentos tan buenos como el enfrentamiento final en el pueblo, con sus ¨zooms¨, sus cámaras lentas y bizarros planos tan propios del realizador, el baile que se marca Yoshino Kimura (esa escena no puede ser más Rodríguez) o esa secuencia donde Yoshitsune se enfrenta, con su katana, a los revólveres del forastero, mostrando Miike nuevamente en una película suya la metáfora de la lucha con honor y la deshonrosa (¿critica, de algún modo sutil, a los americanos con eso?).
En fin, no será por aburrida, porque las dos horas (épicas) de duración se pasan muy rápido. El director consigue, una vez más, superarse a sí mismo y disfrutando como un niño de lo que hace.
Que buen detalle que el personaje de Tarantino tenga un nombre similar al del enterrador de ¨Por un Puñado de Dólares¨ y que salga la canción de ¨Django¨ al final, en una especie de moderno remix a la japonesa.
un western muy atipico de la mano de takashi miike...¿podriamos catalogarlo como sushi western? es muy curioso y raro ver un western con japoneses haciendo de cowboys, a pesar de esta bizarres tiene sus puntos muy buenos.
por empezar la fotografia y ambientacion son excelentes, tiene personajes bizarrescos que caen muy bien, a tal punto que el personaje principal( el vaquero oriental) pierde protagonismo ante muchos personajes tan buenos.
la historia pese a todo tiene muchas fallas a mi parecer... por ejemplo, si la anciana era la pistolera tan conocida... por que no se vengo de la muerte de su hijo cuando esto sucedio... espero hasta que mataran a la madre del niño para comenzar a disparar... entre otras.
no la veo para nada una remake, precuela o nada por el estilo a la gran django de corbucci, mas bien una especie de pseudo homenaje que hasta podemos presenciar una gatlin en accion.
punto a parte la participacion de tarantino, le da una bocanada de frescura al filme.
otro punto en contra pero necesario es la larga duracion, para ver un dia con mucho tiempo de sobra... por que esto va para largo
en fin, un western no recomendable a los fans del western en si, si no a quienes quieran ver algo atipico.
Es una película que impacta visualmente teniendo en cuenta los anteriores trabajos de Miike (y también porque la fotografía está muy cuidada). Está llena de personajes muy peculiares, como un sheriff con doble personalidad, o un pistolero al que le gusta usar una katana, u otros pistoleros que nunca fallan un disparo. La primera escena de la película, en la que aparece Tarantino, es un poco flipada (dispara a un águila en vuelo para que suelte a la serpiente que tiene como presa, la cual se ha tragado un huevo. El águila suelta la serpiente y Tarantino la coge al vuelo, la raja y le saca el huevo para comérselo...) y la cosa no para ahí, porque más adelante hay escenas más inverosímiles. Además, toda la película está repleta de cierto humor, un poco negro y ácido, que no a todo el mundo le gusta.
Si eres fan de Takashi Miike, no te la puedes perder. Si te gusta el western, tendrás que verla bajo tu propia responsabilidad. Con esto no quiero decir que sea mala, pero es que se aleja bastante de los típicos westerns.
A mi, personalmente, me ha gustado bastante.
Las pelis de Miike como mínimo han de verse una vez, siempre sorprenden. O por ser autenticas bazofias o por ser increíblemente adictivas. Yo soy un gran fan de este hombre, nada mas que por las ganas que le pone a sus filmes se merece todos mis respetos, aunque por esta política me haya tenido que tragar alguna de sus infumables... La veré esta noche sin falta y la puntuo.
Como se ha dicho larga. Grandes dosis de humor negro, verde y amarillo.
No es mo mejor de Miike pero esa fotografia, esos efectos visuales....te mantienen pendiente de la pantalla.
Y los japoneses cuando se interpretan asi mismos son la ostia...
No así como Quentin Tarantino, con los años va estomagando más...se cree que es gracioso solo por ser Quentin Tarantinooooollllll?!?!?!?!
Está grabado. En la entrevista con Vigalondo el de Cabezón de la Sal me preguntó por la peli de Miike y le dije que era un pelín larga pero que visualmente era la rehostia. Mejor fotografía y diseño de producción, toma!!!. Y es que Por un puñado de yenes es fascinante y tiene un prólogo que es de lo mejor del año sin que la presencia de Quentin Tarantino con poncho interpretando a Ringo tenga nada que ver. Sukiyaki Western Django es una historia de revenganzas, pistoleros solitarios, tesoros y bandos enfrentados que empacha un poco por sus dos horazas, pero es una de las mejores propuestas de su director en los últimos años y tiene algún gag memorable, como el de la espada o la coña con Akira.
Críticas: 9
TheCrow
8
Auténtica gamberrada de la mano de uno de los directores más libres, atrevidos, adictivos y talentosos de los últimos años... Takashi Miike.
Esta vez nos presenta una suerte de Western a la japonesa escrito por él mismo, donde las espadas samurái que cruzan con los revólveres, donde la contemplación se cruza con la locura, donde la genialidad se cruza con la vulgaridad... Es decir, puro y duro Takashi Miike. Y a mí, personalmente... ¡Me encanta!
La cinta destaca con contar con una realización técnica sublime, con unos planos espectaculares y unas escenas de acción sencillamente brillantes. También resulta muy adecuada la música por parte de un habitual en el cine de Miike, el compositor Kôji Endô... Todo un homenaje a Ennio Morricone, pero sin abandonar del todo su sello.
El reparto también está bien elegido, con unas interpretaciones femeninas solventes, y unos villanos muy carismáticos... Masanobu Andô y Yûsije Iseya están geniales en sus respectivos papeles. No tanto el protagonista Hideaki Itô, aunque tampoco resulta ningún lastre.
Por lo demás, destacar el trasfondo pacifista y metafísico (quizá lo más bizarro de todo, curiosamente) que destila el film con el mensaje de las pistolas y las rosas, y la aparición de Quentin Tarantino en un pequeño papel... No en vano, su nueva película ¨Django Unchained¨, no es sino una ampliación del universo expuesto aquí con maestría y audacia por Miike. Aunque de todos modos no hay que olvidar al ¨Django¨ original, el spaguetti western de 1966 protagonizado por Franco Nero.
Y como no, también destacar la espectacular batalla final, un pequeño anticipo en mi opinión de lo que más tarde sería la apocalíptica lucha de ¨13 Asesinos¨.
Así que en definitiva, ¨Sukiyaki Western Django¨ es una locura muy divertida y original, con suficientes escenas impactantes y memorables como para hacer recomendable su visionado, y absolutamente obligada para los amantes de Miike, pese a que no se cuenta entre sus mejores obras.
Un notable bien merecido.
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