Una peli de terror algo desconocida de los años 50 donde, meclando un poco el tema de la ciencia y lo místico, una profesora experimenta con una chica transformándola en vampiro.
A ver, la peli como tal se deja ver, sin pensar demasiado en ella, porque la trama como tal la verdad es que mucho sentido no tiene... la profesora quiere demostrar con con la ciencia puede convertir a cualquier humano en algo más peligroso que cualquier arma, y para ello usa un medallón mágico transilvano para convertir a la chica en vampira... yo que se, veo regular la idea, ¿no?
El maquillaje del vampiro creo que resultaría algo irrisorio incluso en aquella época, pero como decía, para echar un ratillo (la peli dura poco más de 1 hora), pues no está mal.
una rareza de fines de los cincuentas, no esta mal pero lamentablemente la ¨ vampiresa¨ resulta algo risible para su visionado hoy en dia y no se la puede tomar en serio, sin embargo la trama para ese entonces no esta mal.
seguramente la sabra apreciar alguien que gusta de estos filmes de la vieja escuela, aunque no estemos ante ninguna joyita.
Herb Strock fue un grandísimo director televisivo que en cine solo tuvo la oportunidad de dirigir varias célebres bizarradas, algunas divertidas, otras menos divertidas y auténticos bodrios irredentos.
Con la ayuda de Arkoff, Nicholson y su American International, Strock casi creó (por no decir que “lo creó” directamente) el subgénero de “terror adolescente”, aún hipervigente, con su doble programa para drive-in formado por esta película y “Yo fui un Frankenstein adolescente”.
En el reparto, solo dos intérpretes son de cierta relevancia: los actores de carácter Malcolm Atterbury y el entonces debutante Paul Maxwell (a quien muchos recordamos como el bribón que le dio el sombrero al joven Indiana Jones en “…La Última Cruzada”). Sin embargo, la verdadera estrella es Louise Lewis – actriz que destacó en los 70 con pequeñas apariciones en importantes películas independientes-, que interpreta a una profesora de química (y poderosa hechocera) egocéntrica, megalómana y cizañera. Una auténtica hiena.
Vampirismo, asesinatos en serie, rockabilly, chicas gamberras, científicas locas, hormonas disparadas, depresiones y – en resumidas cuentas - todos los estereotipos de las pelis de adolescentes están allí con un guion bastante mal hecho (todo va bien hasta que da la casualidad de que el detective está fascinado por el vampirismo, fíjate tú la casualidad).
A nivel técnico, destaca la combinación entre buen maquillaje y la ausencia de FX.
Entretenidilla, sin más.
Críticas: 4
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6
Drácula solamente en el título.
Una adolescente ingresa a un internado para mujeres en el cual una profesora práctica una especie de magia negra con un talisman y, mediante hipnosis, convierte a esta pobre chica en un vampiro y lo controla a su voluntad.
Interesante película, la verdad me esperaba ver un bodrio y me terminó resultando bastante entretenida.
Una mezcla de conceptos entre “Drácula“ y “El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde“. Recomendable, como para pasar el rato.
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