Un thriller con un encapuchado y de guantes negros que viola a las mujeres de un complejo de apartamentos, donde también se muda junto a su pareja el policía Ray.
La clave para detener al abusador sin rostro es que las víctimas lo describen con característicos ojos azules, lo único visible de su rostro.
Casualmente Ray también tiene ojos azules y de entrada es el primer sospechoso, aunque varios compañeros policías y algunos vecinos del complejo de apartamentos, también tienen ojos azules.

Pasados unos meses luego de que Ray casi atrape al depravado, la trama se vuelve un drama matrimonial.
Luego de este pozo y descanso aburrido en la historia, llega el descenlace esperado, donde se profundiza el misterio y donde hay más de una decena de sospechosos, sólo la policía se centra definitivamente en dos de ellos.

No falta la tormenta que complique un poco el momento de dar caza al culpable, aunque a esta altura la historia se hizo pesada y larga.
Igualmente es una película que puede ser interesante en algunos aspectos.

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