aceptable pelicula de vampirismo con un reparto de lujo en el que incluyen a la estrella británica david bowie , la historia esta basada en la famosa novela ¨The Hunger¨ de Whitley Strieber presentando una mezcla de erotismo y terror con algunas escenas interesantes tales como la escena lésbica entre susan sarandon y catherine deneuve además de que la película cierra de manera sobresaliente mostrando una gran ambientación terrorífica con los cadaveres que van apareciendo de las víctimas de la pareja de chupasangres , sin duda un buen aporte dentro de este subgénero vampírico
Película con la cantidad justa de sensualidad que requiere la temática vampírica. Gran trabajo del director con David Bowie, dado que no es un actor y lleva un papel de importancia. Las chicas son otro tema. Tanto de Deneuve como Sarandon saben explotar la química que hay entre ellas, con la belleza distante de Deneuve y la terrenal de Sarandon. Se explora el tema del amor y la soledad mas allá del genero o las preferencias y se hace hincapié en la necesidad de amor y compañía. Película que ya es un clásico.
Para mi es una de las mejores películas de vampiros de los 80, por la sencilla razón de que rompe con el estereotipo imperante hasta ese momento en los que respecta al género vampírico. La historia se aleja del terror para centrarse en el drama de la soledad. La vampiresa Miriam atraviesa los siglos, condenada a perder a los que ama, porque los que son convertidos por ella, no tienen vida eterna. El tema que suena al principio de la película: ¨Bela Lugosis dead¨, de la banda Bauhaus, ya subliminalmente nos avisa que la historia va por otro lado. Puede ser que ésta sea la razón por la que mucha gente no la aprecia. Pero para mi fue una propuesta original, logró llevar el mito vampírico a un nivel más adulto.
Una película sobre vampirismo realmente original y muy interesante, que da una vuelta de tuerca al mito y se centra en la búsqueda de la inmortalidad.
Es una película seria, algo surrealista en ocasiones por estar grabada con cierto toque artístico. Cuenta con buenos actores haciendo grandes actuaciones, muy curioso ver aquí a David Bowie, más curioso aún ver a Susan Sarandon haciendo escenas lésbicas.
La película mezcla drama, romance y vampirismo, y tiene una parte final realmente buena. Muy recomendable.
Muy linda la estetica gotica para una pelicula de vampiros modernos aburrida que se enfoca mas en el romance que en la accion.
Es cierto que hasta que desaparece el personaje de Bowie mantiene un poco el interes.A partir de ahi se vuelve totalmente sosa y lenta,con la disputa amor/odio entre las 2 mujeres.El final donde Sarandon ocupa el lugar vacante que deja Deneuve me parecio una burla.
Me resultó muy interesante ver al trio protagonista formado por Caterine Deneuve, Susan Sarandon y David Bowie y que la trama gire en torno al vampirismo más aun, si bien no es la pelicula de terror tipica, creo que el director supo transmitir esa atmosfera tetrica y agobiante en la que viven estas personas, me gustó mucho la ambientacion en esa casa a media luz y tambien en la estetica de los personajes, y que la pelicula dure una hora y media es genial porque al ser un tanto lenta no está tan mal, en grandes rasgos al verla me pareció muy similar a la tambien cinta vampirica que se llama ¨Solo los amantes sobreviven¨ del 2013 con Tom Hiddleston y Tilda Swinton.
Interesante y atípico film oscuro de vampirismo, dirigido por Tony Scott (“Top Gun”, 1986) y protagonizado por Catherine DeNeuve, Susan Sarandon y David Bowie.
La doctora Sarah Roberts se verá envuelta en una prohibida relación lésbico-vampírica con la atractiva Miriam Blaylock, después de que John, esposo de Miriam, haya solicitado ayuda a Roberts para controlar su rápido envejecimiento e inminente muerte.
La génesis de “The Hunger” (1983) se remonta a inicios de los 80s, cuando Tony Scott -quien ya se había involucrado en el mundo del cine por sobre la pintura gracias al consejo de su hermano, el legendario Ridley Scott (“Alien”, 1979; “Bladerunner”, 1982)- propusiera a MGM la adaptación de “Entrevista con el vampiro” (1976) de Anne Rice. Sin embargo, si bien los estudios del león estaban interesados en que se realizar una película de vampiros, se inclinaban más bien por una original en lugar de una adaptación de una novela, siempre con Scott como director, quien optó por lo sano y adaptó los conceptos visuales que tenía para la adaptación de la obra de Rice, al nuevo proyecto.
Basado en la novela homónima de Whitley Strieber (1980), los guionistas Ivan Davis y Michael Thomas construyen un guión que respeta bastante la novela de Strieber, en especial la referencia a la dificultad de encontrar víctimas y ocultar asesinatos, y un alcance explicativo pseudocientífico para el vampirismo, que presenta a los engendros como una especie diferente, ciertamente más fuerte y longeva, pero no absolutamente inmortal. Aquellos que tienen un rango sanguíneo y biológico mayor, pueden en la práctica morir, pero no envejecen tras alcanzar la madurez física, lo que los diferencia claramente de aquellos humanos a los cuales convertirán y harán sus amantes.
Además, estos últimos, aunque pueden ver prolongada su juventud gracias a una transfusión de sangre de un vampiro mayor, finalmente sucumbirán ante el paso del tiempo, envejecerán y morirán en menos tiempo, por lo que se puede advertir cierta reflexión existencialista sobre la vida y la muerte, y la eterna soledad y sentimiento de miseria de no alcanzar el descanso eterno. En cierta medida, el interés de Scott es explorar la inmortalidad del vampiro como una maldición, fuertemente ligada a la soledad y a la desesperación y angustia de necesitar a alguien para superar su propia existencia, y la imposibilidad de amar a alguien, ya que la muerte tarde o temprano los separará.
Finalmente, el hecho de que Miriam, como vampiresa mayor, se interese en el trabajo de Sarah Roberts sobre el envejecimiento, es reflejo de la búsqueda de una posible cura para tal maldición, en este caso por medio de la ciencia que, aunque en ciertos casos ha podido aportar respuestas, aun no ha encontrado la forma de enfrentarse a la muerte y menos subyugarla y controlarla. Y ello no es extraño, porque es imposible, hasta el momento, modificar o controlar el natural flujo de la existencia.
A pesar de que, en líneas generales, el ritmo del film es bastante lento y bastante metafórico, “The Hunger” (1983) -que dicho sea de paso es el debut de su director- tiene en su diseño artístico, fotografía y montaje uno de sus grandes pilares, y prueba de ello es el efectísimo inicio de la película, en donde en tan sólo 6 minutos de metraje, se nos presenta el grueso de la trama y sus intenciones narrativas y estéticas. Así, mediante una secuencia de amantes en un club gótico, una carretera y un agresivo mono en un laboratorio, el espectador identificará de plano dos protagonistas vampiros y una humana, los dos primeros evidentemente muy dados al placer y la lujuría en un ambiente romántico (gótico) con la increíble música de Bauhaus y su clásico “Bela Lugosi’s dead” (1982); y la tercera representando el rol de la ciencia en la lucha contra las enfermedades y el envejecimiento, y como potencial víctima, aunque no los relacione directamente desde el prólogo.
Pero no sólo en el logrado montaje inicial se puede advertir el gran trabajo del fotógrafo Stephen Goldblatt (“The Cotton Club”, 1984; “Lethal Weapon”, 1987). Scott, que había hecho sus primeras incursiones con cámara en la grabación de spot publicitarios, no sólo incluye influencias del mítico clásico de su hermano Ridley, “Bladerunner” (1982) en especial en la mezcla de ambientación entre clásicas y postmodernistas, sino que también incluye la visión estética publicitaria de su fotógrafo, por medio del uso de teleobjetivos, decorados con exceso de humo y abundante uso de luces y sombras. Algunas de estas postales visuales más recordadas, las podemos encontrar, además del inicio insisto, en los primeros encuentros sexuales de Miriam y Sarah y en las que se muestra el ático del departamento de Miriam, en donde guarda los cuerpos de aquellos amantes que ya ha desechado por su envejecimiento y muerte.
Otro rasgo distintivo del film es su diseño de vestuario, en donde además de la típica estética ochentera, bien vale la pena detenerse en el vestuario de Miriam, detrás del cuál estuvo el reconocido diseñador francés Yves Saint Laurent. En concreto, se muestra un diseño basado en modelos de los 40s y 50s, pero acertadamente modernizado con diseños de los 80s, con sus respectivas hombreras que no desentonan, y que le dan notoria elegancia a una atractiva y madura DeNeuve, que en ese momento contaba con 40 años. Contrariamente a lo que podría creer el público, el camaleónico David Bowie no ostenta un vestuario mucho más atípico y referencial, similar a los que tenía acostumbrados a sus fanáticos.
La banda sonora de “The Hunger” (1983) es bastante ecléctica, incluyendo música clásica de Franz Schubert, Gregorio Allegri, Maurice Ravel y Johann Sebastian Bach, en donde destaca de todas formas también el segmento de la ópera “Lakmé” de Léo Delibes en la escena de seducción entre Miriam y Sarah, y la aparición de Iggy Pop (“Nightclubbing”, 1977) y su dueto con el propio David Bowie (“Funtime”, 1977) y, por supuesto, Bauhaus (“Bela Lugosi’s dead”, 1982). Completan este aspecto, Michel Rubini y Denny Jaeger, que aportan partituras algo desconcertantes y terroríficas a base de sintetizadores y vientos.
El trío protagónico cumple con actuaciones correctas, en ningún caso rimbombantes, aunque sí cabe destacar a Catherine DeNeuve. La diva francesa interpreta con gran elegancia y carácter el epítome de la belleza misteriosa y distante que convenció a la crítica en otros films, como “Repulsión” (1965) y “Belle de jour” (1967), siendo secundada dignamente por la siempre profesional ganadora del Oscar Susan Sarandon (“Dead Man Walking”, 1995). David Bowie es, en esencia, a pesar de tener un papel más secundario respecto a las dos actrices, el menos sobresaliente, aunque tampoco podemos decir que su performance sea mala.
En el reparto secundario, encontramos a Dan Hedaya (“Comando”, 1985), quien encarna al teniente Allegrezza; la reconocida actriz del cine mudo Bessie Love (“La Melodía de Broadway”, 1929; “La condesa descalza”, 1954); un joven Willem Dafoe (“Platton”, 1986; “La última tentación de Cristo”, 1988), que hace un cameo como operador de la sala de juventud; y por supuesto la mismísima banda gótica Bauhaus.
Entre 1997 y 200, Tony Scott se uniría a su hermano Ridley para crear una serie derivada de este film, que llevaría el mismo nombre, y que a pesar de no relacionarse directamente con esta película, constó de dos temporadas de entregas independientes, en donde destaca el terror y el erotismo. Terence Shamp y David Bowie estarían a cargo de la presentación de dichas temporadas. Del mismo modo, el propio Strieber, expandiría el “universo” de su novela “The Hunger” (1980) con la publicación de “The Last Vampire” (2001) y “Lilith’s Dream: A tale of the vampire life” (2003).
En resumen, una interesante aproximación al mito vampírico, atípica y densa por momentos en sus intentos por desplegar sus valores artísticos, que bien vale la pena visionar, sobre todo para el espectador que busca otras formas de ver el vampirismo. La evalúo con un 7.5.
Pues esta peli la vi hace tiempo,me ha gustado más que la primera vez que la vi y me ha dejado desconcertado.Creo que no termina de aclarse bien algunas cosas y tampoco creo que termine de manera clara.La cinta está interpretada por una bellisima Catherine Deneuve,Susan Sarandon y David Bowie,la Cathy tan fría como siempre lo hace muy bien como vampira inmortal que guarda a sus víctimas en el camarote,Susan Sarandon que investiga la vejez cae en las redes de Cathy y David que está deprimido porque avanza rápido su vejez acude a ella para saber si hay solución.
La cinta auna buena cantidad de intensidad,le acompaña una buena banda sonora y el aura tétrica no se la quita nadie,bastante misteriosa.Al terminar la cinta uno se queda mosca porque para mi gusto no termina con un final claro y parece hecha para una secuela.Cathy estupendísima encarnando un papel que le pega bastante jaja
Tony Scott es un gran director (me atreveria a decir que uno de mis favoritos), pero esta pelicula es muy mala.
Fue Ann Rice, quien con obras de este tipo, empezo con la moda de los vampiros simpaticos a los que la sangre les asquea (eso no pasa aqui, pero si en entrevista con el vampiro que tambien me parece bastante regular). Asi que es a ella a quien debeis agradecerle que ahora los vampiros se enamoren y de mas.
A decir verdad, la pelicula al menos intenta crear algo nuevo. Se arriesga mas y el guion la verdad no tiene muchos fallos. Es solo que yo no la aguanto y que ademas es muy lenta.
Otro fallo de la pelicula es el final, que segun he oido lo insertaron los productores para dejarlo abierto para una secuela.
La pelicula esta protagonizada por Susan Sarandon, como una mujer que empieza a transformarse poco a poco en vampira, y eso le crea una relacion/obsesion con el personaje de Catherine Deneuve, dando lugar a una escena lesbica para recordar.
De secundario de lujo (de mucho lujo para ser una opera prima) tenemos a David Bowie, quien la verdad esperaba que saliera algo mas.
En mi opinion es una mala pelicula, pero al menos intenta ser algo nuevo y mas original.
Tony Scott debutó con una película valiente, delirante y única. Lástima que esos adjetivos, dichos con otras palabras, provengan de que no tiene ni pies ni cabeza, y sí, es única, gracias a dios.
El ansia tiene una trama que realmente nunca llega a arrancar, o si lo llega a hacer en algún momento, que no lo sé, está muy mal llevada. Lo que Scott rodó fue un videoclip pop con sus luces difuminadas en el ambiente, mucho humo, gente con vestuario queer de glam rock, algo de psicodelia y un David Bowie que está en el reparto como señuelo ya que su personaje no tiene relevancia en la película.
Por otra parte el contenido del film busca el morbo vampírico con lujuriosas escenas con Catherine Deneuve como femme fatale ochentera, que sería un punto a favor si la historia se sostuviera por algún lado.
Pero ese afán por centrarse en lo técnico y olvidarse por completo de la historia normalmente no suele ser santo de mi devoción, especialmente porque se pierde el sentido del ritmo, ya no es olvidarse de la narración, sino directamente rodar un coñazo patatero que se hace eterno y no, sus pretensiones metafísicas no sirven porque me es irrelevante.
Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable no pensar en que el hermano de Ridley Scott no valía para la complejidad.
Con una buena fotografía, estética, mezcla de música y con un comienzo video-clipero bastante impactante, esta película nos cuenta una historia de vampiros (a los que nunca les llegas a ver los colmillos). No es la típica historia de vampiros ya que el malogrado Scott nos presenta otra perspectiva con vampiros que envejecen.
Es una pena que el papel de Bowie sea tan breve, lo poquito que podemos ver de él mostrando su amor incondicional hacía Deneuve y su posterior frustración y depresión es muy apetecible.
El género masculino disfrutará de lo lindo con ciertas escenas entre Deneuve y Sarandon. Mucha sensualidad en estado puro.
No podría empezar mejor, con Peter Murphy cantando Bela Lugosi¨s dead enjaulado en una suerte de garito arquetipico de principios de los ochenta, con semejante principio es difícil que no disfrutara de un film de vampiros, pero es que todo lo que viene despues es maravillosamente poetico, con una elegantisima Deneuve, un mas que acertado Bowie, y una increíblemente sensual Susan Sarandon, una maravilla para ver bien entrada la noche, que disfrute en un mágico fin de semana con la mas guapa lectora de Anne Rice que uno pueda imaginar.
Hasta el momento la mejor película de vampiros que he visto, pues es la que mejor retrata los aspectos relacionados con los chupasangres: la alimentación (los gritos de la niña asesinada por Bowie ponen los pelos de punta, y son una de los asesinatos vampíricos más espeluznantes de la historia del cine) y el paso del tiempo.
Se agradecen los guiños hacia el público gótico.
Una gran película, ingeniosa, inteligente, muy bien filmada, dirigida
y bien focalizada, gran visión sobre el vampirismo, camuflada por una historia de leyenda inspirada en una vieja civilización que logra vencer a la vejez.
Repito, su vrtud es ser diferente, haber conseguido infiltrarse en ese submundo de una manera muy personal, peculiar y sobretodo original en su planteamiento, ejecución, interpretaciones y como no , dirección.
Cabe destacar que sus detalles son buenisimos y posee una gran virtud, la paciencia a veces no es lentitud es sabiduria.
Una obra admirada y en mi opinión abolutamente de culto.
No se dejen llevar por convecionalismos, el Ansia es una muy buena prueba de ello.
discretisima pelicula que aburre muchisimo y tarda horrores en arrancar,es mas cuando empieza a verse lo mejor,termina.no me agrado ni su trama y menos sus actuaciones en la que me parecieron bastante sobreactuadas.mi puntuacion es un 4.pelicula no recomendable para ver.
lo bueno : el arranque musical con Bauhaus y su Bela Lugosi is dead , la presencia de el genial Bowie, la sensualidad de Catherine Deneuve y de Susan Sarandon.
lo malo : la lentitud pasmosa de la pelicula,lo tedioso que resulta el desenlace ,la trama que se va desmoronando hasta el ridiculo final y lo desaprovechados que estan los excelentes actores.
es una pelicula regular que viendola objetivamente envejecio con el tiempo.
Película supuestamente de culto que si la hubiera visto cuando se estrenó me hubiera impactado, pero ahora, en los años que estamos, tengo que ser muy friki para poder valorarla con más puntuación. Lenta, aburrida, más que predecible y encima creo que es lo que intenta, que en todo momento ya sepas lo que va a ocurrir con todos los protagonistas. El final era lo que esperaba y el transcurso también. Me esperaba un papel más destacable en cuanto a David Bowie, pero ya vi que no, que aquí es absorbido totalmente por Susan Sarandon y Catherine. Para ser una película de vampiros, no se nombra la palabra en ningún momento... interesante.
peliculon de culto con una vision sobre vampiros posiblemente mas acertada que ninguna otra,parece que sobre guion ,actuaciones y demas ya han dicho mucho en los comentarios anteriores,pero una reseña especial para Alice Cavender (Beth Ehlers)(la niña) que adopta una aptitud algo diferente a la Alice de la novela pero le va como anillo al dedo aunque sean escasos 5 minutos de actuacion.
solo comentar que esta peli la vi hace varios años y no me dijo nada especial pero despues de leer el libro y volver a verla tranquilamente me a encantado de principio a fin, desde su impactante comienzo con banda sonora y ¨videoclip¨ de bauhaus, que pone los pelos de punta pasando por todos los momentos de silencio que te dejan ponerte en situacion y pensar en las mil y una cosas que se te pasan por la cabeza en esos instantes.
aunque se dejen muchas cosas en el tintero me gusta mas la pelicula pero eso si, y lo repito de nuevo, es realmente una pasada solo despues de leer la novela..
Aburrida pelicula sobre vampiros egipcios.La pelicula empieza fuerte, manteniendo la intriga pero a medida que avanza el film se va desinflando, hasta llegar a ser un soberano coñazo,una verdadera lastima ya que la idea principal de la pelicula es muy buena,pero esta bastante desaprovechada, ya que en toda la pelicula no se cuenta gran cosa,y algunos personajes estan metidos con calzador en la trama, si a esto le unimos un ritmo bastnate lento,cosa realmente rara viniendo de alguien como Tony Scott, ya tenemos un toston del 15 como he dicho antes, pero aun asi merece la pena visionarla ¿por que? Por una ambientacion muy lograda, por unos actores de primer nivel y por algunas escenas realmente conseguidas, que hacen de vez en cuando despertar nuestro interes en esta pelicula.Curiosa.
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Mad Warrior
7
Sombra que envuelve nuestros cuerpos, entre sábanas de terciopelo, tenue luz del brillo de la saliva que de repente se mezcla con el de la sangre. Pasión violenta, posesión del cuerpo y del alma, por siempre jamás.
Los cuerpos extasiados, el legado del terror y del ansia continúa...
La esencia de ese sabor que proporciona la eternidad, sangre que quema bajo la penumbra, no podría estar expresado de una manera más profundamente sensual y más trágicamente romántica que en este pequeño clásico de culto del que una inmensa mayoría de idiotas sigue renegando todavía y sin descanso. Consagrado como director de anuncios en la compañía de su hermano, Tony Scott, ya con casi 40 años, se encuentra ante la oferta de Richard Shepherd, y por consejo del colega Alan Parker de poder encargarse de su primer y soñado largometraje, inspirado libremente en una novela en proceso.
En la época en la que el nombre de Louis Whitley Strieber era muy pronunciado, sobre todo tras la adaptación de ¨The Wolfen¨, donde se ofrecía un inusual trato sobre la estirpe de los licántropos mucho más espiritual y profunda de lo que se podía predicar aquel entonces. En ¨The Hunger¨, por debajo de las grandes dosis de violencia y sexo, versa sobre el incontrolable deseo, el horror de la muerte, la pérdida del amor, incluso el anhelo de la vida eterna desde un punto científico más propio de Crichton. Las fatalidades y ansias del legado vampírico sin tener que mencionar ni una sola vez el término.
En pleno control del arte visual, Scott se la juega y capta nuestra atención desde la primera secuencia. Humo espeso, luces de neón, juventud mimetizada con la oscuridad, cuero, punk, glamour de los bajos fondos, mientras Peter Murphy interpreta (muy convenientemente) el ¨Bela Lugosis Dead¨ de sus BAUHAUS. Atmósfera alucinatoria que sugiere un nuevo entorno para introducir el desfasado concepto del vampirismo; muerte y sexo crudo redondean una de las aperturas más legendarias de la década de los 80, algo entre Luc Besson y Ridley Scott. Pero cuidado, todo esto es un engaño.
De repente el ritmo trepidante, la sangre, los cortes rápidos, cesan, y penetramos en la suntuosa mansión donde viven un contenido David Bowie en la actuación de su vida y una sexy Catherine Deneuve que hechiza al primer vistazo. El guión, para evitar exceso de explicaciones, se libra del tan complejo pasado de la mujer (Miriam) descrito en la novela, dejándola en el misterio; en su lugar el hombre es el protagonista, ese John que, por estar atado a ella en una maldición de cientos de años, sucumbe a un envejecimiento repentino. La muerte se siente a cada segundo en ese ambiente estilizado y de melancólico lirismo, y Bach sonando al violonchelo de fondo.
Susan Sarandon, sensual como nunca la hubiésemos imaginado, es esa científica Sarah en desesperada búsqueda por hallar una cura a la muerte de las células; su novio Tom es irrelevante aquí, al contrario que en el libro. Una vez más no se hace hincapié en el tema, no con la importancia que sí le daba Strieber, y se centra en el sufrimiento de John, arrinconado por la especie humana en una esquina en penumbra, asistiendo de testigo mudo a su propia muerte, que intenta remediar, por desgracia, con la violencia; se producen asesinatos, claro, pero ninguno justificado, pues no conduce a ninguna parte.
Queda claro que Scott no deja lugar a la lógica en esta historia. Lo suyo es la puesta en escena al servicio del arte y la estética en su más genuino concepto, absorber a su público (con las habilidades del director artístico Clinton Cavers, el director de fotografía Stephen Goldblatt y la estilista Milena Canonero) en una atmósfera etérea de sensaciones, estilizada, arañando la pura abstracción. Miriam terminará encarnando una imagen fría y moderna de ¨La Piedad¨, sosteniendo a su amante marchitado para preservarlo por siempre jamás. Si el guión se hubiese llevado con más tino, el salto no habría sido tan abrupto...
Pero lo es. Qué gran error deshacerse de Bowie. Él era el protagonista absoluto y de repente Miriam, que se mantenía en un segundo plano, provoca con su magia negra que Sarah tome su lugar; un reemplazo extraño que da pie a una división de trama cuya 2.a parte no resulta tan interesante como la 1.a. Puede que aumente el misterio, que Scott, a la manera inglesa de Adrian Lyne, se adentre en terrenos de ¨thriller¨ erótico; hay sensualidad, deseo carnal, deseo de poseer y una amenaza de peligro constante, amén de una de esas escenas de seducción entre mujeres que pasan a la Historia...pero el aura de fatalidad, tristeza y oscuridad han sido enterrados con John.
Queda el ansia, mortal y placentera, de permanecer durante siglos, de perdurar ante la fealdad del Mundo y los seres humanos; el ansia de Miriam es la de una ¨femme fatale¨ y la que lleva a Sarah a su corrupción. Por desgracia los productores de MGM, creyéndose más infalibles que los científicos de la película, exigen cambios en el libreto y el final es diferente, sin poética de muerte, sin condena a la desaparición, pensando en que tendrá un lucrativo paso por la taquilla y así poder facturar una secuela, como estaba de moda en aquellos tiempos con todos los títulos de terror.
No se puede decir si el consiguiente fracaso fue un alivio o una lástima ya que ¨El Ansia¨ no era igual que esos títulos, era otra cosa, un híbrido de impulso y atracción extraño, aberrante pero delicada imaginería gótica, sensación. Imposible pensar en continuar con ella a base de una saga de explotación mediocre.
Los espíritus quedan vagando entre las cortinas, eternos sin existir, la condena del vampiro, que no se menciona. Por siempre jamás. Scott, por otro lado, no sale contento de la experiencia; las críticas, que son demoledoras, le duelen lo suficiente como para meditar sobre dejar el negocio del cine...
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