Basada en una obra de la novelista Beatriz Guido y dirigida por el marido de ésta, esta co-producción hispano-argentina cuanta con uno de los mejores actores europeos del S.XX, Francisco Rabal - que dicho sea de paso, no aparece hasta los tres cuartos de hora de peli - acompañado de un sólido reparto argentino entre los que destacan Elsa Daniel y Leonardo Favio. Empieza como una peli de adolescentes hipersexualizados (todo lo que se podía ser en la época, y seguro que en España lo cortaron) y pronto deriva hacia el thriller. La inteligente, culta y rebelde protagonista va a ver lo mala que es la curiosidad y el mirar que hay en el piso de arriba. Una trama tópica que depende de una buena ejecución para mantener el interés. Y lo logra, la verdad. Es, en efecto, una muy buena película.
Gracias a unas buenas actuaciones (si bien un tanto frías, pero eso da empaque sobretodo a la verdadera protagonista: Elsa Daniel está excelente, haciendo de una joven independiente y valiente) a un ritmo rápido y sobretodo a un sabor añejo, a thriller de los años 30 y 40, nos mantiene pegados a la pantalla conforme la trama se deshace rápido cual ovillo en patas de un gatito, hasta llegar a un reflexivo y abierto desenlace.
Muy, muy buena película. Solo lamento haberla visto en una versión de mala calidad.
Con interpretaciones que hacen creíble el misterio que atañe, *La mano en la trampa* es una incursión del destacado Torre Nilsson en el género de misterio, en el que una mujer que se creía ¨desaparecida¨ hace años entra en contacto con una jovencita. A mitad de la cinta con la presencia de Rabal (un galán en aquella época) la trama empieza a ser mas interesante.
Una película con exteriores bellísimos, con diálogos, trama y descenlace que justifican al director y que deja suficiente conforme al espectador.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
7
Los complejos, la decadencia moral y social, las falsas apariencias, conviven en la fantasmal casa de una familia, conformada solo por mujeres, de un pueblo del interior argentino. Los antiguos esplendores del lujo y la riqueza ahora se han convertido en pobreza y mentiras. Un encierro total, que esconde terribles secretos, y que se niega a recibir la luz y la vida.
La aparentemente angelical Laura Lavigne, interpretada por Elsa Daniel, musa habitual del director Leopoldo Torre Nilsson, es el personaje fresco dentro de esta historia familiar, claustrofóbica y enferma. La valiente Laura decide buscar la verdad que se esconde tras los muros de la casa y encarar a los fantasmas del pasado. Lo que encuentre puede desencadenar el dolor y la muerte.
Leopoldo Torre Nilsson es uno de los grandes directores de cine de Argentina. Era un hombre de un talento notable que generalmente trabajó con guiones basados en las novelas de su esposa, Beatriz Guido, como es el caso de esta película, una estupenda combinación de intriga, suspenso, goticismo y crítica social.
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