el multifacetico takashi miike vvuelve a sorprender con este filme de fantasia japonesa donde introduce a las criaturas de su folklore japones, los yokais. estamos ante un flme encarado a un publico juvenil, asi que no hay que ponerse en plan serio, disfrutar de estos curiosos seres, de hecho si estas familiarizado en las historias de yokais reconocidos, mas te va a interesar ver. muy divertido filme.
pasable pelicula. altamente recomendable para toda la familia.
Una pelicula de aventuras con grandes momentos, y una variedad de criaturas espléndida y con muchisima imaginación.
Para ser una pelicula de aventuras, no tiene un público demasiado concreto, ya que a un adulto le parecerá muy entretenida, pero con muchas tonterias infantiles y para un niño tiene alguna que otra escena no demasiado recomendable (Miike saca a relucir ahí su lado mas bizarro y cruel) que incluso puede llegar a ser traumático (véase la escena del linchamiento de la adorable mascota tipo furby del prota).
Por otra parte, tambien tenemos unos fx con altibajos, ya que por instantes son brillantes como por otros notarse lo digital de manera demasiado notoria.
La interpretación del niño protagonista me pareció genial, asi como de algunas criaturas que le acompañan (otras son bastante cargantes).
La banda sonora es llevadera, aunque en la escena final es un poco incoherente con la situacion (absurda por otra parte, como la mayoria de escenas en casi todo el film)
Pese a ser por momentos algo ridícula, pienso que vale la pena verla, tanto por la variedad de razas yokai (desde un bicho peludo con una sola pierna hasta una pared con ojos que habla, pasando por un paraguas cíclope de larga lengua...frikez pa mear y no echar gota!) como por la variedad de escenarios y situaciones que ocurren.
Recomendada, aunque no se exactamente a qué tipo de público,supongo que sobre todo a fans de las rarezas de Miike, aunque quizas les pueda parecer algo mas suave de lo que nos tiene acostumbrados.
Película muy entretenida de fantasía japonesa, para los que conocemos el folklore japonés y los yokai en general, es una frikada magnífica. La peli como han dicho por ahí es algo infantil, y los efectos visuales por ordenador cantan mucho, pero esto no la estropea tanto, es una película que no pretende ser una maravilla, sino un tributo a todo este mundillo.
Excelente pelicula, soy fanatico de los Yokai y verlos en vivo y a todo color para mi fue increible. Aunque hay que notar que algunos mounstruos parecian hechos de coma-espuma, pero en general estan muy bien. Para los que dicen que el final no es bueno, piensen en esta frase que se dice en la pelicula: ¨Quien no recuerda su pasado esta condenado a no tener futuro¨ o algo asi.
Creo que eso explica el final.
Fascinante pelicula, te hace retornar a tu infancia ,te entretiene una lograda historia que es respaldada por unos efectos de calidad
Bastante superior a una pelicula que me ha recordado ligeramente (D-War) pero muy superior; derrocha imaginacion y efectos bastante notables. Entretenida.
Más que interesante película de animación y fantasía destinada a un público joven. Pero cuidad la firma Miike, lo cual tendría que poner en alerta a más de uno. Lo que empieza como una fábula inocente y naïf, acaba por convertirse en una historia delirante y retorcida. Otro hit del maestro japonés.
Una buenisima dosis de fantasia. En plan La Historia Interminable o Dentro del Laberinto pero con muchos efectos digitales y ese toque oriental inevitable. Tiene partes aburridas, tal vez le falte algo de ritmo, por eso no se lleva el 10, pero seguro que si la hubiera visto de crio, me habria fascinado y mucho. Vale la pena.
A mi me ha parecido una pelicula bastante correcta, infantil pero divertida, con buenos FX y mas o menos decente maquillaje, tiene alguna que otra escena cutrilla. Los robots malos parecen Transformers y los Yokai parecen las Razas De La Noche de Midian (los seres que creo Clive Barker en Cabal) xD.
Por otro lado, ademas de divertida, es una completa aventura con sus toquecillos graciosos, espadas y criaturas. Incluso aparece la guapisima Chiaki Kuriyama (Go Go en Kill Bill) como casi siempre ejerciendo el papel de mala, aunque aqui no lo era tanto como otras veces. Lo unico que no me cuajo fue el final horrendo que le pusieron, pues...el niño ya crecido se va a la despedida y el muñequito que le acompaño en sus aventuras, ya no le ve, y le sigue, de nuevo aparece el malo y ale, termina, para dejarnos en una segunda parte, que no creo que la vayan a hacer...
Interesante peli de ciencia ficcion del siempre magistral Takeshi Miike. La peli es a veces algo rayona y la idea en si es simple pero los personajes son divertidos , y la fotografia y vesturio excelentes. No es una obra maestra y hay pelis mejor de este director, aun así se deja ver y más todavia con la presencia de la exotica Chiaki Kuriyama a la cual vi de cerca en su presentacion en el festival de Sitges del 2005.
Críticas: 11
Mad Warrior
6
Se abren las grietas en la tierra y las tormentas se desatan.
Los responsables alzándose desde su mundo invisible para penetrar en el nuestro, rompiendo la estabilidad entre realidades...
Demonios, princesas, bestias y criaturas de diversas formas se agolpan para un Yokai Matsuri de grandes proporciones. A Takashi Miike le ofrecen encargarse de una empresa de más de mil millones de yenes con varias razones para llevarse a cabo: la primera es conmemorar el 60.º aniversario de la compañía Kadokawa; la segunda y más importante es rendir tributo al universo yokai, esos aberrantes seres del folklore nipón que velan por las almas y la tierra y preservan la tradición, a menudo contra los seres humanos.
Un equipo creado por los autores más prestigiosos de la ficción fantástica (Natsuhiko Kyogoku, Miyuki Miyabe y nada menos que Hiroshi Aramata y Shigeru Mizuki) abandera el proyecto, el cual deriva de influyentes fuentes como la Trilogía Yokai que Daiei produjo a finales de los 60 o el mítico cómic ¨ ¨Gegege¨ no Kitaro¨ creado por el propio Mizuki (hasta el día de hoy habiendo generado numerosas adaptaciones al anime y al cine). Curioso es por tanto que éstos no se ocupen del libreto en lugar de un dudoso trío de guionistas designado, donde incluso participa el cineasta, un tanto insólito...
Mal presagio ese inicio en mitad de una Tokyo en ruinas que en realidad es un sueño de Tadashi. De la mano del álter-ego del entonces muy jovencito Ryunosuke Kamiki entramos en esta historia, como no podía ser menos un niño cuya vida ha sido trastocada por la tragedia, y que tras el divorcio de los padres va a vivir a casa de sus abuelos (cuadro íntimo de sobras conocido); el pintoresco pueblo pesquero donde va a vivir y la falsa calidez de su nuevo hogar hacen de catalizador para que prefiera refugiarse en el mundo de la imaginación. Sin emabargo este drama personal no va más allá de lo superficial y el meollo del argumento pronto se descubre.
Y sucede por la vía de lo perturbador y sangriento, a la ¨manera de Miike¨; la visión de una vaca suicidándose y parir un aberrante ser mitad ternero, mitad oni, es un claro signo de qué límites va a cruzar en esta ocasión. Otro vaticinio, de desastre. Mientras el día a día de Tadashi sigue entre los desvaríos de su abuelo (un envejecido y divertido Bunta Sugawara), el único con quien puede comunicarse, y la celebración de la fiesta regional, aparece el demonio Yasunori Kato, extraído de la legendaria ¨Teito Monogatari¨ de Aramata, como un villano en dominio de lo que parece ser la ¨materia desperdiciada del Mundo¨, figurada como un monstruo de chatarra que todo lo engulle y destruye.
Tadashi es escogido Caballero de Kirin en la fiesta (cómo no, su nombre significa ¨justo¨...) y entonces, a poco menos de 20 minutos, ya está inmerso en el reino fantástico de los yokai tras aventurarse en las profundidades de las montañas. Su adaptación a dicho reino y a aceptar el cargo de defensor de esas criaturas de leyenda también da pie a que su realidad y su familia queden relegados a un mero segundo plano (una prueba de la irregularidad del guión); al igual que en la trilogía orginal de Daiei, la guerra se desata por las terribles acciones de algo impuro (y por lo tanto de origen humano) que pretende destruir la pureza de la tierra, por los yokai tan bien protegida.
Si bien ellos aquí no son los terribles monstruos de antaño, sino entrañables seres que luchan por una causa noble. Junto al niño sólo nos queda rendirnos a la ilógica y ser parte de esta enorme aventura que se nutre tanto del folklore y de las obras nombradas como de los clásicos del ¨kaiju-eiga¨ y la fantasía juvenil que coronaron los 80 (de ¨Los Goonies¨ a ¨La Historia Interminable¨ pasando por ¨Indiana Jones¨, ¨Cristal Oscuro¨ o ¨Dentro del Laberinto¨), donde Miike se desenvuelve bien en el manejo de los efectos visuales/digitales, los numerosos extras y en dotar a la atmósfera de un absurdo nostálgico que a la vez sirve de parodia de los propios géneros que se homenajean.
Pero suele superar la vergonzosa incongruencia y termina por ahogar lo poco que hay de trama; para más inri, la mezcla entre lo infantiloide y los momentos orientados a lo adulto quiebran el tono de repente, unos altos niveles de sadismo y perversión en los que el director se recrea orgulloso. Y es que el público infantil no está preparado para encarar la visión de esos híbridos de yokai y chatarra salidos del imaginario de Shinya Tsukamoto destrozándolo todo a su paso con inusitada violencia, ni los actos de maldad de una Chiaki Kuriyama que aparece de sexy masoquista.
Miike conduce este batiburrillo de elementos y géneros a una batalla no tan épica como en principio esperábamos; son desde luego más dignas la intenciones que los resultados. Con un héroe infantil mal desarrollado y un villano sin ningún carisma no hay duelo final grandioso, no obstante asistir al ¨matsuri¨ masivo que los yokai organizan en los cielos al estilo del histórico ¨¡ejanaika!¨ es un deleite para los sentidos; sorprende asimismo la entrega que brinda un reparto lleno de conocidos rostros pero irreconocibles bajo disfraces y kilos de maquillaje (tales como Naoto Takenaka, Renji Ishibashi, Kenichi Endo, Asumi Miwa, Sadao Abe, Takashi Okamura o los mismísimos Kyogoku y Aramata, que encarnan a príncipes oni).
Sin tener en cuenta el imbécil anticlímax con el que se nos sacude las expectativas, ¨Yokai Daisenso¨ termina siendo una ruidosa y disparatada oda a la imaginación, la fantasía y el poder de la tradición folklórica, que jamás debe quedar enterrado por el progreso y la depredadora industrialización humana, una moraleja más que obvia.
Aunque un grave incendio en los sets perjudica de repente el rodaje, el presupuesto queda bien amortizado ya que el film arrasa la taquilla. Por otro lado el de Osaka, sin abandonar del todo su estilo, se encamina así hacia el cine de masas y el alto despliegue de medios, al cual rápidamente se acostumbrará...
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